“Una sola forma de crecer en público” (título que remite a “Growing Up in Public”, la reflexiva y sarcástica canción de Lou Reed), el debut de Malena Newton Maúrtua (Lima, 1993), significa una de las más agradables sorpresas que nuestra narrativa última nos ha deparado. No se trata de un libro intachable ni redondo, aunque sí fresco y auténtico; no todos sus cuentos resultan igual de eficaces, pero patentizan la necesidad expresiva de quien posee un consistente discurso pulsional y, además, las armas idóneas para plasmarlo en una serie de textos donde la progresión psicológica, el humor perspicaz y la observación punzante hallan una comunión casi siempre lograda.
En una primera lectura, el libro puede parecernos diverso y hasta disperso temáticamente; una segunda mirada va aclarando dicha impresión: los personajes de Newton, aunque siguen derroteros distintos, se hermanan mediante su incapacidad manifiesta de vencer la incomprensión de sus semejantes, sutil y brutal al mismo tiempo. Se asemejan en la misión imposible de aceptar las reglas de la realidad donde forzosamente se inmiscuyen: en todos los casos, el resultado de esos encaramientos es una derrota silenciosa, a veces alegorizada por visiones de infernal onirismo; ello sucede en el final del tenso “Hablar en la ducha”. En otros relatos, como “Un techo en el suelo”, de raíz fantástica –acerca de una misteriosa edificación viva y devoradora–, la propuesta simbólica sobre la desigualdad social y la evasión recuerda el tratamiento de los edificios y las estructuras abandonadas en las ficciones de Ballard: espacios primitivos impermeables a las absurdas y perniciosas decisiones de las autoridades del mundo de afuera.
Pero el mérito mayor de “Una sola forma de crecer en público” es sin lugar a dudas su óptica, minuciosa y convincente, del universo ‘millennial’, concretada en los dos mejores cuentos del conjunto: “Un tipo ex” y “¿Una contraseña es un nombre o una mentira?”. Newton acierta en su parodia de la afectación, el espíritu naif y la irritante cosmovisión de la adolescencia y juventud limeña clasemediera de principios de este siglo. La primera de las narraciones citadas es un divertido acercamiento al tinglado de las relaciones humanas de nuestra burguesía, empañado por el simulacro constante en que víctimas y victimarios se confunden. La segunda resulta una ácida exploración en las entrañas de un exclusivo colegio femenino, sacudido por odios y revanchas tribales protagonizadas por personajes que, pese a su concepción caricaturesca, hablan, respiran y actúan con verosimilitud y consecuencia. La autora lidia con el cliché y extrae de esa lucha la verdad que circula entre los estereotipos escolares que fatigan otros proyectos similares.
Malena Newton no es precisamente una estilista; su prosa avanza más apoyándose en la fuerza de las sentencias (algunas muy conseguidas) y en el suspenso acumulado que en el trabajo con el lenguaje, sobrio pero de ágil funcionalidad. Sin embargo, por momentos nos emplaza un sugerente lirismo capaz de regalar imágenes ingeniosas y muy bellas (“el sol comienza a meterse dentro del mar como una bolsita de manzanilla”) y prodiga un ritmo cadencioso que emula el de la cotidianidad retratada desde diferentes planos. Un inicio muy satisfactorio para una escritora a la que seguiremos la pista.
Autora: Malena Newton Maúrtua
Editorial: Tusquets
Año: 2022
Páginas: 175
Relación con la autora: ninguna
Valoración: 3.5 estrellas de 5 posibles.