No es raro sentir amor odio por los concursos de belleza. De joven los veía encandilado pero me caían mal esas chicas agraciadas, pretenciosas e inalcanzables que querían ser premiadas por un sistema que entronizaba belleza aparente sobre cualquier otra virtud. Hasta que, como muchos, perdí la cuenta de concursos y coronas. Cuando volví a reparar en ellos, noté que las ganadoras se enrolaban de comunicadoras, competían por la corona como una chamba más y los concursos intentaban, con tests queme siguen pareciendo inútiles, ponerse al día buscando maniquíes con agallas. De todo eso tengo que hablar con Jessica Newton, Miss Perú 1987 y promotora del Miss Perú Universo.
¿Pasó la etapa crítica de los concursos, ya se les hicieron todas las objeciones feministas?
En su momento fue muy fuerte, qué era correcto y qué no lo era, la opción sexual, la religión, el tinte político. Hoy la gente es más tolerante, ya pasamos la ebullición de las críticas.
¿Por ejemplo, ahora una Miss Perú puede ser trans?
Sí, puede ser operada y con un pasaporte en que salga que es mujer. También puede ser de cualquier raza.
¿Y cuándo una miss chola?
Claro, son bellas, por ejemplo una chica con el tipo de Maricarmen Marín me parece guapa. Claudia Hernández es esa belleza peruana.
Es bella, pero no es lo que conocemos como chola. Hablo de una Magaly Solier.
Magaly Solier tendría que tener ciertos estereotipos que la acerquen un poco más al prototipo de miss. Me parece una belleza especial pero no hemos encontrado a alguien que cumpla los requisitos, las proporciones que te hagan clasificar.
Tallas, medidas.
Proporciones, las medidas, a Dios gracias, ya las hemos eliminado. Cuando llegué yo al Miss Universo en 1987 en Singapur, todos los días una señora te medía y si no estabas en lo justo, te descalificaba. Era piña y atún todos los días. Ahora se busca mujeres que sean proporcionadas, unas serán voluptuosas y otras no, pero el cuerpo debe tener una armonía. Hasta puede ser baja, como Viviana Rivas Plata.
La nueva miss será activa, comunicadora, no esclava de sus proporciones.
Y apasionada. La miss puede enseñarle al resto a comer bien y que no siempre vamos a estar perfectos. Puede tener novio pero no ser madre ni casada. Puede hacer un desnudo que no genere un confl icto. Annette (Cammer, directora de Miss Universe) me dijo que no están buscando a una santa ni a una que diga que lo es y no lo sea. La sexualidad es libre y elegir a una miss que tenga una preferencia distinta no debería ser noticia.
Jessica Newton n el Miss Universo 1987, en Singapur, país donde triunfó Cecilia Bolocco, Jessica quedó entre las semifi nalistas. (Foto: Archivo histórico de El Comercio)
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