Varias fueron las promesas que Vicente Fernández no pudo concretar en vida. Entre las más relevantes estaban cumplir ciertos votos matrimoniales y adentrarse en la música de banda o Banda Sinaloense, un género regional mexicano. En este estilo, el icónico intérprete no logró proyectar su característica voz que, incluso a tres años de su partida, parece resonar en temas inéditos guardados desde el 2010.
“Mi padre comenzó con los mariachis, pero jamás le desagradaron otros géneros de la música mexicana, como la música de banda. Este nuevo disco no se trata de inteligencia artificial, es un proyecto que, junto a Sony Music, busca llevar la música de mi padre a otros horizontes”, comenta Vicente Fernández Jr., hijo del legendario cantante. El mismo Vicente Fernández que, durante más de una década, tardó en aceptar que su hijo Alejandro Fernández incursionara en las baladas románticas.
Y es que hablar de Vicente Fernández es confrontar al hombre que, en 1998, lideró las negociaciones para rescatar a su primogénito de una banda de secuestradores, y también al artista envuelto en diversas controversias. Sin embargo, si algo definió su vida y su legado musical, y que ahora se refleja en este nuevo disco, fue su rigurosidad y disciplina.
“Si se dice que un gringo es cuadrado, mi padre lo era aún más. Siempre fue perfeccionista, y por herencia, todos los Fernández seguimos ese ejemplo. Verlo en la sala de grabación era presenciar cómo, de forma continua y sin errores, grababa hasta dos discos de 25 canciones en una sola noche”, revela Fernández Jr.
Una vida de éxito
El rancho de los Fernández lleva por nombre Los Tres Potrillos, llamado así en honor a los hijos de Vicente: Vicente, Gerardo y Alejandro. Este lugar fue el escenario de una estirpe de cantantes que, bajo la influencia del patriarca, heredaron un legado musical que prioriza el deber antes que los placeres o lujos de la fama.
“Esta es una profesión muy compleja, y mi padre nos enseñó que para un músico no existen cumpleaños, aniversarios ni navidades, porque el público es primero. Luego viene la familia —confiesa Vicente Fernández Jr.— Fueron muchos aniversarios, reuniones familiares y Años Nuevos en los que él nos mostró que lo más importante era cumplir con el público. Así es este tipo de negocio; si no lo entregas todo, no funciona”.
Otra característica de quien es considerado el cuarto Gallo de México, junto a figuras como Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solís, fue su convicción de que todo llega a su debido tiempo. Desde su primera oportunidad de cantar, su matrimonio con Doña Cuquita, hasta su salto a la fama y el éxito musical, Vicente Fernández siempre confió en el momento adecuado para cada cosa. “Mi padre lo previó todo y dejó indicaciones claras para que, tras su fallecimiento, lanzáramos este disco en el momento exacto”, agrega Vicente Jr.
A pesar de que las canciones incluidas en este nuevo disco nunca se lanzaron en vida por un motivo práctico —el temor de incrementar los costos al contratar un grupo adicional de músicos para sus conciertos—, Vicente Fernández vuelve a aparecer en la escena musical con este proyecto que ya está disponible en plataformas musicales.
Además de este regalo de Don Vicente por Navidad, su legado continuará vivo con más de 300 canciones inéditas que serán publicadas en el futuro, asegurando que las nuevas generaciones conozcan la voz del hombre que no solo marcó la historia de la música mexicana, sino que también recordó al resto del mundo que los mariachis, con sus trajes coloridos y elegantes, seguirán siendo los pregoneros perfectos.