Con éxitos como “Vamos a Tocache”, “Lola” y “Akundún”, Miki González es uno de los músicos nacionales más reconocidos y activos hasta la actualidad, combinando géneros modernos como el rock y la música electrónica con distintos ritmos tradicionales peruanos. Con 71 años recién cumplidos y recuperándose de una segunda batalla con el cáncer, el artista nacido en Madrid, pero naturalizado al Perú, será la figura central del festival Girls of Rock a celebrarse este 29 de abril, un homenaje que considera “muy bueno para la autoestima”.
Antes de participar en este evento, el artista conversó con El Comercio sobre su estado de salud y recuperación, sus nuevos proyectos, la música hecha con inteligencia artificial, Bad Bunny y, por supuesto, el homenaje con el que será agasajado.
-Miki, ¿cómo has estado?
Me encuentro bien. El cáncer es una enfermedad con una recuperación muy larga y nunca se sabe cómo te afectará, porque para cada persona es diferente. Entonces hay unos resultados que los médicos habían pronosticado que tenían que haberse dado a los tres meses de mi operación, es decir en noviembre del 2022, que todavía no se han dado, por lo que sigo con los mismos problemas que se supone que ya no tenía que tener.
- ¿Ha cambiado tu perspectiva sobre la vida después del segundo diagnóstico de cáncer?
Sí ha cambiado un poco. Después del primer cáncer, como es una enfermedad recurrente, siempre te revisas para ver si regresa. Cuando no retornó, empezó a borrarse la memoria de lo que me pasó y comencé a hacer planes a largo y mediano plazo. Entonces, ahora que me ha dado nuevamente cáncer tengo que ser más cuidadoso con los planes y estos tienen que ser solo a corto plazo, ya que no sé si mi salud va a estar bien. Yo prácticamente estoy sin trabajar un año, porque esto me lo detectaron en mayo y me operé en agosto, por lo que no pude tomar más trabajos. Primero porque me iba a operar y luego porque no sabía cómo iba a ser la recuperación.
- ¿Y qué tan recuperado te sientes ahora?
Más bien ahora es que me siento con mucha energía. Mejor dicho, estoy encaminado a tener la energía correcta para poder enfrentar los rigores del trabajo de músico que serían, por ejemplo, estar despierto hasta las tres o cuatro de la madrugada.
- Vi en las redes sociales un video donde estabas haciendo planchas.
Eso era porque yo normalmente antes me hacía 20 planchas al día para tener un poco de tono muscular. Era como una rutina. Pero hace como un año dejé de hacerlas por un poco de flojera y luego porque vino el cáncer y ya era imposible mientras me recuperaba. Ahora ya me animé a hacer de nuevo un poco de planchas. También hoy me he venido caminando desde la avenida Pardo al óvalo de Miraflores y luego hasta mi casa en Barranco. Ese es mi plan ahorita, estar capacitado físicamente para los rigores de agarrar una guitarra y estar dando una hora de ‘performance’ donde tienes que tocar, moverte, cantar y mantener al público interesado en lo que estoy haciendo.
- ¿Qué porcentaje de recuperado te sientes para realizar un espectáculo como del que hablaba?
No lo he probado. Digamos que todavía no he ensayado, que es una actividad que dura por lo menos dos horas porque tocas, paras un poco y pruebas distintas cosas o simplemente tocas de comienzo a fin. No he llegado a esa etapa de saber, pero ya me siento capaz de ensayar y de tocar una hora de show sin problemas.
- ¿Está trabajando en algún nuevo proyecto musical?
Sí, siempre tengo nuevos proyectos musicales y cuando me preguntan “¿Qué es lo que vas a sacar?” les contesto “lo primero que termine”. Pero tengo todo tipo de cosas, electrónica, proyectos de video y también de preservación de la identidad. Esto último es muy importante, porque está cambiando demasiado rápido el mundo con el progreso y el internet, entonces actividades que se hacían culturalmente hace 20 años, como tradiciones en lugares rurales, están desapareciendo.
- ¿Cómo se siente al ser homenajeado en el festival Girl of Rock?
Pues es muy bueno para la autoestima, particularmente porque el Girls of Rock es un evento de agrupaciones femeninas e independientes, las cuales todavía sufren de una discriminación grande en festivales donde siempre se presentan bandas de hombres. Estoy muy agradecido básicamente a Diana y Fátima Foronda que son de la idea de hacer un tributo.
No puedo estar descontento, al contrario, todo es motivo de alegría y de agradecimiento. Acabo de cumplir 71 años, y una cosa con la que vivimos, además de la discriminación por género o por el color de la piel, es la discriminación por la edad. Es algo muy real. Por ejemplo, los eventos siempre quieren caras bonitas y jóvenes. Entonces yo no la tengo tan fácil, porque mi cara no es nada bonita y no soy joven, por lo que trato es que mi música sea lo suficientemente buena para tener un lugar ya que yo vivo de esto.
- ¿Cómo ves el estado de la música peruana actual? ¿Sientes que presenta la misma voz de protesta que cuando tu empezaste tu carrera musical con “Dónde están”?
Debe haber propuestas que traten posiciones políticas, pero lo que pasa es que como yo no salgo mucho, entonces no sé suficiente de lo que hay. Hace un tiempo acompañé a Área 7 [la banda de Fátima Foronda] a un evento cultural en beneficio a una causa social en un cerro en Villa María del Triunfo a pocas semanas de las movilizaciones que hubo a nivel nacional. Las bandas que estaban ahí eran todas de metal y muchas de ellas hacían pública su posición respecto a la situación política del momento. Pero digamos que como no voy a eventos ni toco desde hace un año, pues sería difícil saber qué tanto hay. En los festivales comerciales no hay nada de eso, todo es música complaciente.
En un momento de la conversación Miki González señala que cuando empezó a hacer música en la década de los 80, él era independiente, pero por sus letras se lo veía cerca del movimiento de rock subterráneo con el que compartía escenarios. “Ahí fue donde conocí a Narcosis y a Wicho (García), en un evento llamado ‘El rock subterráneo ataca Lima’ en abril del ‘85. Me hice amigo de mucha gente por conocernos en las tocadas”, señala. Luego de que él encontrara éxito en la radio, fue acusado por algunos de hacer música complaciente por lo que perdió cercanía con algunos de los artistas de este movimiento, aunque muchos otros siguen siendo sus amistades.
- La última novedad en todas las artes es la inteligencia artificial. ¿Qué opinas de su uso para crear música?
No tengo una opinión tan clara. Me encanta la tecnología para jugar y me parece genial. La única cosa que me es cercana es cuando David Guetta utilizó una inteligencia artificial y le pidió hacerle un tema como Eminem y luego utilizó a otra para que imitara su voz. Él luego hizo un remix que ha tenido un éxito brutal.
La situación de la inteligencia artificial me parece igual a cuando en los 90 se empezó a usar el sampler, que es una herramienta que te permite digitalizar un pedazo de un disco y utilizarlo para crear música en la computadora. Esto causó un montón de dudas de si era legal o no crear una canción de otra y ahí la legislación tuvo que ponerse las pilas. Va a tener que pasar lo mismo con toda esta revolución de la inteligencia artificial, es un mundo muy complicado que no tiene nada que ver con la creación musical, pero a mí sí me parece que no debe ser satanizado y que la gente debe poder elegir si va a utilizarlo o no.
-Allá en agosto del 2022 expresaste tu deseo de producirle un tema a Bad Bunny que tenga influencia afroperuana. ¿Ha habido algún avance?
Yo soy productor y sí me gustaría producir con músicos que me gustan. Lo que pasa es que esta afirmación la hice el año pasado, cuando yo no conocía sus temas en realidad. De hecho, no es que siga a Bad Bunny ahora, conozco el reggaetón por Fátima que ella sí es reggaetonera hasta la médula. En esa época yo estaba hablando con un muchacho para hacer una versión de “Akundún” en clave reggaetón o dembow por los 30 años de su lanzamiento y mientras conversábamos de cuestiones de tempo – la velocidad de la canción - me dijo que escuchara “Tití me preguntó” como un ejemplo de lo que quería. Me pareció fascinante cómo ese tema comienza con una bachata y luego, sin cambiar el tempo, pasa a hacer una especie de ‘freestyle’, aunque no es una canción de este estilo. Hay que tener habilidad para hacer eso. El siguiente tema que lanzó fue un merengue e hizo lo mismo, entonces yo me decía, “con bases afroperuanas se podría hacer un tema brutal”. Pero podría ser con Bad Bunny o cualquier otro artista. Yo vengo experimentando en ese género desde los años 90. “Akundún” salió en el 92, y el tema en sí es un dancehall.
- Iba a preguntar, ¿el reggaetón no tiene como antepasado el dancehall?
Es el dancehall reggae, es decir reggae de pista de baile. Y el dancehall certero era el de Yellowman y U-Roy, este tipo de artistas que yo escuchaba en esa época y hasta ahora, porque al reggae lo mezclo con el panalivio y también experimenté combinarlo con el huayno en “Hoja verde de la coca”, una canción que adapté que tiene elementos del género musical y cuya versión en vivo es un reggae.
Miki González también habló de otros dos reggaetoneros. “Me preguntaban si me gustaba Villano Antillano, que es un poco el ‘trend’ ahora. Sí, me parece que es súper inteligente y tiene una propuesta interesante, pero me parece que Bad Bunny va más con mi onda”, sostiene en un momento de la entrevista. Por otro lado, parece un gran aficionado de la colombiana Karol G. “Mi tema favorito es ‘Provenza’”, señala.
Girls of Rock
Establecido en 2011 por Diana Foronda, Fátima Foronda y Rossana Cruz del Castillo, el festival Girls of Rock tiene como objetivo visibilizar las propuestas musicales femeninas nacionales. En la edición de este año, la duodécima en su historia, se presentarán bandas como Catarsis, Kat Kathia, Área 7, Arianne Gozzing, Diablaholics, Aly Cat y Mathos (DJ).
Fecha: Sábado 29 de abril
Lugar: Rosa Negra (Rufino Torrico 1137 - Lima)
Hora: 9:00pm
Entrada: Preventa 2 x S/.30 WhatsApp 981583143. En puerta S/.20