“Cuídate de los idus de marzo”, le previno un vidente a Julio César. Ignorar la advertencia le costó caro al emperador, asesinado a mitad de ese mes en el año 44 antes de Cristo. La frase no solo pasó a la historia, sino también a la gloria teatral, cuando William Shakespeare la recogió en 1599 en su tragedia sobre el magnicidio a manos de conspiradores liderados por Bruto.
Ahora bien: ¿conspiradores o defensores de la República? La pregunta supone un largo debate, tanto histórico como político, que hoy mantiene su actualidad en medio de las turbulencias propias de un proceso electoral. Un debate que el dramaturgo británico Tim Crouch (Reino Unido, 1964) plasma en las tribulaciones del poeta Cinna, personaje marginal dentro del elenco del clásico Shakespereano, pero que ahora asume el papel protagónico para compartir su punto de vista.
Así, encerrado en su domicilio, listo para prepararse un caldito de pollo para combatir el hambre, el poeta mira por la ventana el caos en la calle. Falta poco para que coronen a Julio César en el senado, y los romanos quieren ser testigos del acontecimiento. Conectado a las redes sociales y a las noticias, este poeta sin demasiadas luces para su lírica sí es capaz de advertir el juego político del que, pronto, será inesperada víctima.
En tiempos en el que el teatro vive sus horas más complejas, la obra dirigida por Lucho Tuesta nos recuerda la posibilidad del arte escénico para inquirir en la actualidad y su capacidad para responder a preguntas urgentes. Desde la primera línea de la obra este propósito queda claro: “Veo todo lo que está sucediendo, y no me siento parte. Como si viviera entre paréntesis. ¿Alguna vez se han sentido así?”, confiesa el poeta encarnado por Salvador del Solar, sentado de espaldas a las butacas del teatro, con el rostro proyectado en la pared del fondo, captado por la cámara.
Como Cinna, Tuesta también señala haberse sentido “entre paréntesis”, y por ello, resulta clave reactivar la pertinencia del teatro como espacio de reflexión urgente. Cuando leyó la obra de Crouch, se identificó de inmediato con las dudas que el personaje comparte permanentemente con el público, si salir a la calle a sumarse a las protestas tras la muerte de Julio César o quedarse en su casa acuñando versos confusos. Sin embargo, dudó si él sería el director adecuado para llevarla a escena. “Aunque tengo mis propias opiniones, no voy comentándolas en redes. Lo cierto es que nunca me había sentido representado por los que hoy están en política, y solo he votado por el mal menor”, admite.
Entonces llegó la pandemia y, en un momento de crisis a todo nivel, montar la obra resultó para Tuesta una urgente tarea personal que solo podría presentar si contaba con la complicidad de un colega como Salvador del Solar, rara avis de artista y funcionario público en quien confía desde su paso por el Ministerio de Cultura y luego el premierato.
Tuesta no lo sabía, pero “Yo, Cinna (el poeta)” también había sufrido una transformación a causa de la crisis sanitaria. La obra originalmente se escribió en el 2012, a pedido de la Royal Shakespeare Company, como un complemento a su gran estreno “Julio César”. Crouch la escribió en medio de los disturbios sociales que sacudían Londres, con un personaje que seguía el proceso de la muerte del emperador romano por la televisión.
Sin embargo, el año pasado reescribió la obra para ser transmitida por Zoom, como lo definían los tiempos de pandemia. En casi una década, se habían sucedido muchos cambios: el ‘brexit’, Boris Johnson como primer ministro, Donald Trump, la eclosión de las ‘fake news’, la cada vez mayor presencia de la virtualidad, los teléfonos inteligentes y las redes como medio informativo. Así, la obra resulta anfibia, pues funciona tanto para la sala como para las pantallas. Por cierto, Crouch, autor, director y actor, es considerado, junto con Sarah Kane y Caryl Churchill, uno de los más innovadores de la escena actual.
Volver a las tablas
Salvador del Solar no tuvo que pensarlo dos veces para asumir el papel del trágico poeta romano. “Volver al espacio teatral, aunque sea para transmitir en vivo, supone un ritual. Tiene que ver con la idea de que el teatro puede ser un espacio sagrado, donde la vida nos afecta de una manera distinta, como sucede con un templo o un estadio”, afirma el actor.
Mientras él filmaba una serie para la televisión chilena, director y actor fueron profundizando en el desafío de preparar un montaje a la distancia, discutiendo el texto, reuniéndose virtualmente con el propio autor, intercambiando posiciones sobre la actualidad política. Discuten sobre las visiones del poeta sobre una turba que, confundiéndolo con uno de los conspiradores, lo rodea para asesinarlo. Mientras tanto, en escena, eligen pasajes de la agitación reciente vista en las calles de Rusia, Chile, Venezuela, Washington o mucho más cercanas. Una forma de decir que Julio César ha sido asesinado muchas veces, todo un ‘déjà vu’ histórico. Y, con la muerte del emperador, la persistente costumbre de entregar nuestras libertades a cambio del político que prometa “poner orden”.
Pero “Yo, Cinna (el poeta)”, además de su reflexión sobre el poder y sus recambios, nos habla también del papel del artista dentro del debate social. Por ello, resulta decepcionante para él que en los recientes debates de los candidatos a la presidencia el tema de la cultura para formar ciudadanía haya vuelto a estar ausente. “El teatro y las artes generan debate y reflexión. Nos confrontan, nos permite desarrollar ideas y sensibilidad”, afirma el director.
Para Tuesta, antes de la pandemia, gran parte de la industria cultural se había vuelto un espectáculo. “Hoy, lo que más valora el artista es cuánta exposición pueda tener, cuántos seguidores, cuánto público trajo su obra, si ganó más premios. Hay cierta frivolidad arrastrada por las políticas más mercantilistas. Pero el hecho teatral involucra a una comunidad. Es una sociedad establecida en términos de igualdad entre sus involucrados. Como la República que defiende Cinna”, explica.
Pero está claro que los tiempos están cambiando. Según el director, esa preocupación política que su gremio expresaba de vez en cuando en alguna que otra marcha, resulta hoy especialmente sensibilizada desde las manifestaciones del 14 de noviembre. Allí entra a tallar lo que dice el personaje de Cinna: “O sales y eres parte de los acontecimientos, o te quedas en casa encerrado, como si no existiera lo que sucede afuera”.
Funciones:
Estreno virtual: sábado 17 de abril
Temporada: De viernes a domingo, 8 pm. Hasta el 23 de mayo
Plataforma: Joinnus
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La cultura Moche tuvo mujeres que alcanzaron elevados puestos de mando
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