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Corea del Norte prueba más misiles y Trump deja abierta una reunión con su dictador: “El panorama no es fácil para Corea del Sur”
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Corea del Norte vuelve a encender las alarmas de Corea del Sur. En los últimos días se conoció que el régimen de Pyongyang cuenta con una base militar secreta, cerca de China, que podría albergar misiles balísticos de largo alcance, a lo que se suma la reciente prueba de dos nuevos misiles de defensa aérea.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), la cuestionada base tendría entre seis y nueve misiles balísticos intercontinentales con capacidad nuclear y sus lanzadores.
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¿Se trata de una amenaza directa para Corea del Sur?
El gobierno surcoreano encabezado por Lee Jae-myung inició una gira en Japón. La reunión con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, culminó con un entendimiento para estrechar vínculos de cooperación con Estados Unidos.
El régimen del dictador norcoreano, Kim Jong-un, calificó esto como la avanzadilla de una “alianza militar trilateral agresiva”. En ese sentido, cuestionó la reunión de Japón y Corea del Sur como “una farsa diplomática” y advirtió que Lee Jae-myung busca “cortejar” a Estados Unidos.


Para el analista Jorge Chávez Mazuelos, lo que estamos viendo es un período en el que “hay mayores tensiones y menores incentivos” para que estos países tengan relaciones pacíficas. Además, se debe comprender que tanto Corea del Sur como Corea del Norte se mantienen en guerra, técnicamente, desde el armisticio de 1953.
El profesor de la Academia Diplomática del Perú recuerda que en la década pasada hubo acercamientos de Corea del Sur y Estados Unidos a Corea del Norte, pero eso ya cambió.
“Era un contexto en el que Corea del Norte estaba bajo uno de los regímenes de sanciones más fuertes del mundo y no tenía los acercamientos que tiene ahora, tanto con China como con Rusia. Así que Corea del Norte siente que ya no está en esa misma posición de enclaustramiento y de aislamiento, lo cual le permite tener una política exterior y de defensa más asertiva”, indica en comunicación con El Comercio.
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Este nuevo contexto pone en una situación muy complicada a Corea del Sur, sumada a la imposición de aranceles que el gobierno de Donald Trump le impone a su industria y el pago que exige por su fuerza militar en territorio surcoreano.
“El panorama no está muy fácil para Corea del Sur, definitivamente”, apunta el analista internacional Francisco Belaunde, a pesar de que el presidente surcoreano trata de tener una postura conciliadora. Pero el régimen de Kim Jong-un “ha retirado de su Constitución el objetivo de la reunificación” y también declara a su país vecino como enemigo número uno.
No habrá desarme nuclear
A diferencia de Corea del Sur, Corea del Norte sí cuenta con armas nucleares. No se conoce de manera oficial el número total de ellas, pero según un informe de BBC, el año pasado se estimaba que contaba con 50 armas y que podría producir otras 40. Además, para lograr esto, el régimen norcoreano ha violado el Tratado de No Proliferación (TNP), que limitaba el uso de estas bombas y apuntaba a la desnuclearización.
Este nuevo episodio bélico cuestiona las intenciones de Corea del Norte.
En cambio, Corea del Sur depende del ‘paraguas nuclear’ de Estados Unidos, gracias a un acuerdo de defensa mutua. Además, hay cerca de 30 mil soldados estadounidenses en territorio surcoreano.


“Esta ambición de que Corea del Norte abandone sus armas nucleares, que ha sido la base del entendimiento de los políticos surcoreanos, ya es algo inviable. Corea del Norte no las va a abandonar. Ya sabe lo que le pasa a un país que deja sus armas nucleares, como le pasó a Ucrania, o a un país que no logra conseguir armas nucleares como Irán: es atacado”, agrega Chávez Mazuelos.
Y es que las armas nucleares no solo le dan capacidad bélica a Corea del Norte, sino que también “tiene que ver con la sostenibilidad del propio régimen y con una cuestión de disuasión”. Y desde el lado de Japón y Corea del Sur, señala el analista, ya se debate la posibilidad de contar con su propia capacidad nuclear.
Dado este nuevo escenario, Belaunde también coincide en que el desarme de Corea del Norte “es algo utópico”. “Es un objetivo que, a mi modo de ver, es muy poco realista”, dice el analista internacional.
Y en este momento aparece otro actor: Donald Trump.
El factor Trump
Este lunes 25 el presidente surcoreano Lee Jae-myung se reunió con Donald Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
El mandatario de Estados Unidos sorprendió una vez más. Primero criticó a Corea del Sur desde su cuenta en Truth Social, diciendo “¿Qué está pasando en Corea del Sur? Parece una purga o una revolución”, y sin aclarar a qué medidas se refería. “No podemos tener algo así y hacer negocios”, se fastidió.

Luego, ya durante la reunión con Lee Jae-myung, aseguró que esperaba reunirse nuevamente con el líder de Corea del Norte. “Espero con ansias su reunión con el presidente Kim Jong-un y la construcción de (una) Trump Tower en Corea del Norte, y jugar al golf allí”, le dijo Lee.
Trump y Kim Jong-un se han reunido en tres ocasiones, todas durante el primer gobierno del líder republicano. Aseguró que estas redujeron las tensiones pero no lograron un acuerdo duradero.
El problema para Corea del Sur es el pensamiento de Trump. “Ve el interés nacional más allá del prisma de la seguridad, que ha sido la manera tradicional en la que Estados Unidos ha desplegado su juego. Donald Trump lo ve en términos económicos, en términos de transacciones económicas”, apunta Chávez Mazuelos a este Diario.
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Esto se entiende en las exigencias que le hace a Corea del Sur, como el pago por tropas estadounidenses en territorio surcoreano, más inversión en su propia defensa y el pago de aranceles elevados.
Diferente parece ser su relación con Kim Jong-un. “Algún día lo veré. Tengo ganas de verlo. Fue muy bueno conmigo”, aseguró el gobernante estadounidense. Para Belaunde, Trump “se entiende mucho mejor con dictadores, tiene simpatía por ellos, y no le gustan las alianzas”. Y también hay otro aspecto personal y hasta egpísta en Trump: quiere alcanzar el premio Nobel de la Paz, en caso logre acuerdos con Corea del Norte.
“Puede parecer absurdo, pero estamos ante una persona [Donald Trump] que no es la más racional del mundo. Lamentablemente, la política mundial en estos momentos está siendo afectada en parte por un comportamiento irracional del presidente de la principal potencia del mundo”, finaliza.
Mientras tanto, las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur pueden seguir aumentando.










