Mediante una llamada telefónica realizada este miércoles 26, Xi Jinping y Volodymyr Zelensky conversaron por primera vez desde que Rusia inició su invasión sobre Ucrania, el 24 de febrero del 2022.
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Se trataba de una conversación largamente esperada, pues el líder chino venía siendo criticado debido a que se declaraba oficialmente neutral en el conflicto por más que su país se ha convertido en el principal socio comercial de Moscú y el mismo Xi se ha reunido cinco veces -personal y virtualmente- con su homólogo ruso Vladimir Putin.
“Cuando Xi visitó a Putin se comenzó a especular si China quería ser mediador y por qué no conversaba con Ucrania. Ese momento ha llegado. China dice ser la única que puede mediar porque no toma ninguna posición oficialmente, aunque es conocida su relación comercial con Rusia”, explica a El Comercio Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
"La designación de embajadores demuestra que China busca fortalecer sus lazos bilaterales con Ucrania"
“En retrospectiva, China siempre se mantuvo oficialmente como neutral. Digo oficialmente porque sabemos que Rusia dirigió su comercio hacia China tras las sanciones. Sin embargo, la designación de embajadores demuestra que buscan fortalecer sus lazos bilaterales (con Ucrania), lo que podría llevar consecuencias positivas en este caso como que se reanuden las negociaciones truncadas con Moscú”, comenta por su parte el analista internacional Francesco Tucci.
El jueves 27, medios estatales chinos destacaron que en la llamada, que se extendió por una hora, ambos líderes acordaron elevar sus relaciones diplomáticas. Efectivamente, tras la conversación Kiev designó al exministro de Industrias Estratégicas Pavlo Rabikin como nuevo embajador de Ucrania en Beijing, un cargo que era ocupado provisionalmente por una encargada de negocios desde febrero del 2021.
La designación de Rabikin llega en respuesta al anuncio del Ministerio de Exteriores chino en el que nombra a Li Hui como representante especial de Beijing para asuntos euroasiáticos. Hui había sido embajador de China en Rusia del 2009 al 2019, labor por la que recibió la Orden de la Amistad de manos del mismo Putin hace cuatro años.
¿EL NUEVO MEDIADOR?
En su editorial del jueves 27, el diario oficialista chino Global Times aseguró que con la llamada Beijing “desea promover una solución política desde la sinceridad y el desinterés”.
“China se ha adherido siempre a una posición objetiva y justa, y ha demostrado su responsabilidad como gran potencia. Este papel, esta influencia, no pueden ser reemplazos en el mundo de hoy”, agregaba el medio.
La noticia fue celebrada también en Moscú, donde la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, aseguró que “tomamos nota de la disposición de la parte china para hacer esfuerzos para establecer el proceso de negociación”.
Pero, ¿China realmente podría desempeñarse como mediador en este conflicto?
Aquino duda que Beijing pueda cumplir a cabalidad dicha postura pues “China está del lado ruso”.
“Hace un año (China y Rusia) firmaron una asociación sin límites, Xi lo confirmó hace un mes en su visita a Putin y lo ratificó dos semanas su ministro de Exteriores cuando fue a Rusia. China se ha convertido en el principal comprador de gas, petróleo y demás productos rusos, pero además le conviene que Estados Unidos esté distraído en esa confrontación porque le quita interés en la región de Asia Pacífico”, explica.
Pese a las mejoras en sus relaciones, Tucci recuerda que Moscú y Beijing viven una auténtica paradoja.
“Yo considero que a China le preocupa mucho la situación de Putin. Ahora busca mostrarle una salida antes que una derrota, porque eso podría conllevar a un cambio de régimen y nada le asegura que quien entre mantenga sus negocios. Por otro lado, recordemos que Rusia y China solo son aliados coyunturales porque su rival común es Estados Unidos. Sin embargo, geográficamente, China y Rusia son rivales históricos. Esa es la paradoja, a China le podría convenir que Rusia se debilite pero solo hasta cierto punto porque sino podría convertirse en un problema para ellos”, asegura.
Aquino estima que las próximas semanas resultarán claves para saber si la conversación entre Xi y Zelensky realmente tuvo un efecto sobre el conflicto o si se trató de un mero gesto político.
“Yo creo que en las próximas semanas se verá si de verdad ha tenido efecto la conversación. Ucrania se viene preparando para una contraofensiva, si la efectúan los esfuerzos chinos no habrán tenido ningún efecto porque el conflicto seguiría”, comenta.
UN TRASFONDO ECONÓMICO
En lo que ambos expertos coinciden es en lo importante que resultan los intereses económicos de China para entender sus deseos de mediar en el conflicto.
"China tiene mucho interés en que haya paz porque este año se cumple una década desde el anuncio de la Ruta y la Franja de la Seda que busca atravesar toda Asia Central"
Aquino destaca, por ejemplo, cómo la guerra pone en peligro las inversiones del gigante asiático en la región. “Conforme la influencia económica de China va aumentando es obvio que su influencia política también lo hará, porque tocará sus intereses”, asegura.
“Además, China tiene mucho interés en que haya paz porque este año se cumple una década desde el anuncio de la Ruta y la Franja de la Seda que busca atravesar toda Asia Central. Si no hubiese guerra, por ejemplo, operaría el tren que buscaba conectar a China y Europa a través de Rusia, la guerra ha hecho que se modifique la ruta y se espera que pase por Uzbekistán, Tayikistán, Irán y Turquía”, agrega el analista.
Tucci, por su parte, considera que con la llegada de la paz a Ucrania empezaría una nueva competencia -aunque comercial- entre China y Estados Unidos.
“Probablemente en la conversación telefónica se habrá tocado otro tema sensible: la reconstrucción de Ucrania. China, claramente, querrá involucrarse directamente en la reconstrucción. Recordemos que EE,UU, está muy interesado en la deuda que representará esa reconstrucción, como ocurrió en Irak y en Afganistán”, analiza el experto.
EL PAPEL DE OCCIDENTE
A pesar de que Estados Unidos ha elogiado públicamente la llamada entre Beijing y Kiev, y de que el mandatario francés Emmanuel Macron viajó hace una semana para conversar directamente con Xi sobre su papel en el conflicto, ¿estarían Washington y Bruselas dispuestos a perder la oportunidad de presentarse como quienes resolvieron en conflicto en favor de Beijing?
“Si Xi Jinping realmente logra hacer de mediador y llevar a las dos partes a la mesa de negociación claramente sería un golpe para Estados Unidos y Europa”, considera Aquino.
Tucci, por su parte, considera que el bloque europeo ha demostrado incapacidad para cumplir con su rol de pacificador. “Europa brilla por su ausencia en las negociaciones, no ha tenido iniciativas coherentes por una falta de política exterior común entre los miembros de la Unión Europea. Ahora la iniciativa la tiene China”, comenta.
El analista considera, además, que Europa llegó a este lugar debido a las históricas sanciones impuestas a Moscú. “Los países de la Unión Europea son los principales estados que han sancionado a Rusia. A ojos de Moscú eso les quita capacidad de mediar. Además, Europa brinda armas a los ucranianos. Por eso hemos escuchado en repetidas ocasiones al canciller Serguei Lavrov que ante una escalada mayor van a considerar a los países europeos como parte del conflicto”, comenta.