

Trump y Putin en Alaska: ¿por qué EE.UU. pasó de buscar la paz en Ucrania a calificar la cita como un “ejercicio de escucha”?
Resumen generado por Inteligencia ArtificialDonald Trump y Vladímir Putin se reúnen este viernes 15 en la base militar de Elmendorf-Richardson, en Anchorage (Alaska), en su primer cara a cara desde la invasión rusa de Ucrania. La Casa Blanca ha rebajado las expectativas al definir la cita como un “ejercicio de escucha” y descartar la presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aunque el mandatario estadounidense no cierra la puerta a una pronta reunión con él si el encuentro con Putin arroja resultados positivos.
“Servirá para ver dónde estamos”, afirmó Trump el miércoles 13. “Si va bien, habrá un segundo encuentro rápidamente”, añadió, en referencia a un posible formato trilateral.
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Para llegar a esta cita, Trump ha enviado en varias ocasiones a su representante, Steve Witkoff, a reunirse con Putin, con quien ha pasado largas horas y logrado “gestos de buena voluntad”, como la liberación de prisioneros estadounidenses detenidos en Rusia. Washington intentó que Zelenski estuviera en Alaska, pero Moscú rechazó la propuesta.
La elección de Alaska —que fue territorio ruso hasta 1867— añade un matiz simbólico a un encuentro que llega tras meses de contactos indirectos.
Para el internacionalista Alonso Cárdenas, docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), el lugar elegido es simbólico. “Alaska era parte del Imperio ruso hasta 1867, cuando se vendió a Estados Unidos. Es una manera indirecta de decir que los territorios pueden pasar de un país a otro, y además es un sitio controlado, de difícil acceso y sin posibilidad de grandes manifestaciones”.
Según Cárdenas, Putin llega con “mucha solvencia” y poniendo la agenda sobre la mesa. “Los temas que se discutirán son los que Rusia ha mantenido desde el inicio: que Ucrania no ingrese a la OTAN, el levantamiento de sanciones y el futuro de los territorios que ocupa —aproximadamente el 20% del país—, que es el equivalente a Arequipa e Ica juntos”.
El especialista también observa indicadores económicos que anticipan posibles acuerdos: “La bolsa rusa ha crecido un 5% en la última semana, el rublo se ha fortalecido y el banco de reconstrucción ruso también ha tenido un repunte. Estos movimientos suelen reflejar que ciertos círculos tienen información clave antes de que se haga pública”.
El líder republicano, por su parte, llega a Alaska confiado de su capacidad de leer a Putin, un exagente del KGB que es visto con buenos ojos en algunas facciones del movimiento MAGA (’Make America Great Again’), de acuerdo con la agencia de noticias EFE. “Probablemente en los dos primeros minutos sabré exactamente si se puede conseguir un acuerdo o no”, aseguró el mandatario en estos días previos a la cita.
La confianza de Trump no parece ser compartida por los socios europeos que este miércoles 13 celebraron una reunión “de emergencia” con Zelenski para apuntalar las posiciones de defensa de los intereses ucranianos frente a Putin, como la necesidad de que toda concesión territorial sea aprobada por el líder ucraniano, apunta el citado medio.
Pero para el docente de UARM, el bloque llega debilitado: “Europa ya entregó mucho en la negociación entre Ursula von der Leyen y Trump en Escocia, aceptando aranceles y compras millonarias en energía y armas sin obtener nada a cambio. Alemania está en recesión y Francia atraviesa una crisis fiscal y política; no tienen poder de negociación”.
Sobre Ucrania, advierte que Zelenski afronta la situación con un ejército desmoralizado y con menos apoyo militar y tecnológico de EE.UU.: “Su posición de negociación es cada vez más débil; puede decir muchas cosas, pero si Rusia sigue avanzando, ¿qué podrá hacer?”. En este contexto Europa y Ucrania son los grandes perdedores en este escenario.
Zonas de interés

Para el internacionalista Ramiro Escobar, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), esta rebaja en el tono de EE.UU. con respecto al encuentro de este viernes responde a que Trump percibe que Putin “no tiene ningún ánimo de ceder”.
“Va con la propuesta de que Ucrania acepte lo que ya perdió —Crimea y las zonas del Donbás— y con la intención de confirmar lo que siempre ha querido: conservar los territorios ocupados militarmente”.
Escobar señala que, ante este panorama, Trump opta por escuchar y tantear el terreno. “Probablemente lo único que le proponga a Putin sea un acuerdo para que ceda algunas zonas a cambio de acceso a la riqueza de tierras raras que tiene Ucrania. Pero más allá de eso, no veo grandes concesiones”.
En su análisis, el encuentro también refleja la tensión interna en el bloque de poder estadounidense. “Dentro del círculo de Trump hay posiciones distintas. Él parece inclinarse por un acuerdo tácito de zonas de influencia, pero otros sectores lo presionan para que Putin ceda”.
Cuando habla de zonas de influencia, el docente de la PUCP se refiere a un reparto tácito del poder global entre los bloques hegemónicos de EE. UU., Rusia y China, en el que cada uno mantiene el control político, económico y militar de sus áreas sin la intervención directa de los otros. Este orden implícito, explica Escobar, responde a una lógica de convivencia pragmática entre potencias, más que a un acuerdo formal, y podría ser el marco en el que Trump busque entenderse con Putin.
Si finalmente la idea de mantener zonas de influencia se impone, eso dejaría a Ucrania en una posición incómoda. Trump ha dicho que, después de esta cita, su intención es invitar a una nueva reunión trilateral con Zelenski, aunque todo dependerá del ánimo de Putin.
Para el internacionalista, Rusia llega fortalecida en el terreno militar, y ese es precisamente el momento en que decide sentarse a conversar. “Generalmente, una de las partes se sienta a negociar cuando ya ha ganado fuerza en el campo militar, justamente para no ceder, y eso es lo que está haciendo Putin”, explica.
Trump intentará persuadirlo para que ceda a cambio de acceso a las tierras raras en Ucrania, pero el mandatario ruso podría aceptar esa condición y, aun así, no entregar ni un milímetro del territorio conquistado. En ese caso, el líder republicano podría optar por presionar a Zelenski para que sea él quien ceda, aunque el gobernante ucraniano ya ha dicho que no lo hará.
“La reunión tiene un pronóstico reservado. Por eso Trump la ha calificado como un ejercicio de escucha: porque, aunque no es ningún estadista, entiende que es imposible saber si de esa conversación saldrá un acuerdo”, añade Escobar.










