Se trataría de la única persona en la que el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, confía. Tanto es así que Kim Yo Jong, su hermana menor, sería la encargada de manejar ciertos “asuntos estatales generales” de gran importancia, como lo son las relaciones con Corea del Sur y Estados Unidos.
De ella se sabe poco debido al secretismo con el que se maneja la cúpula norcoreana. Se conoce, sin embargo, que vivió junto al líder en Berna (Suiza) y que estudió ciencias de la computación en la Universidad Militar Kim Il-sung. Pero poco o nada más que esté confirmado.
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Cuenta la BBC que su primera aparición pública fue en el 2010, “durante el congreso del Partido de los Trabajadores, donde apareció al lado de su padre”. Recién en el 2014 habría empezado a acumular poder cuando, según el mismo medio, asumió como vicedirectora del Departamento de Propaganda y Agitación.
Desde entonces, Kim Yo Jong ha causado más de una polémica. Aquí recordamos algunas de ellas.
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1. “Escena trágica”
En el 2018 hubo un gran acercamiento entre las dos Coreas. Tanto que se construyó, en la fronteriza Kaesong, un edificio que servía como oficina de enlace entre ambas naciones que todavía siguen en guerra. Pero las buenas relaciones se terminaron de un día para otro en el 2020, cuando “grupos de desertores” mandaron mensajes hacia el norte, desatando la furia de Kim Yo-jong.
Entonces, ella amenazó con destruir el edificio. El 13 de junio de ese año y molesta por la “propaganda anti-Pyongyang”, Kim declaró que “en poco tiempo, se vería una escena trágica de la inútil oficina conjunta de enlace Norte-Sur”.
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Y cumplió su palabra el 16 de ese mes.
Además, cuenta RT, Corea del Norte interrumpió “todas las líneas de comunicación entre ambas partes coreanas, en consonancia con la voz indignada de la población que exige cobrar el precio de la fechoría intolerable cometida por las escorias humanas y sus cómplices”, según su agencia oficial de noticias.
2. “Lógica gangsteril”
A inicios del 2021, Kim Jong-un anunció que si Estados Unidos no demostraba interés en dialogar con Corea del Norte -según EFE, a Washington le interesó negociar con Pyongyang con miras a las desnuclearización del país asiático, pero todo se congeló en el 2019-, empezaría a probar sus armas. Así fue: para marzo, Kim jugó con misiles balísticos.
En respuesta, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in criticó las acciones y las califico de “no deseables” porque hacen que “la atmósfera para dialogar sea difícil”.
Luego, Kim Yo Jong tomó la palabra y lo acusó de aplicar la misma “lógica gangsteril” que Estados Unidos. Además, señaló la incongruencia de cuestionar sus maniobras militares cuando ellos hacían lo mismo.
3. “Crimen contra la humanidad”
A inicios de agosto y casi al mismo tiempo que Corea del Norte cantaba victoria sobre el coronavirus -según ellos, lograron erradicar la COVID-19- Kim Yo Jong acusó que el rebrote de la enfermedad había sido causado por Corea del Sur.
La agencia AFP recoge que, en los mismos lugares de la frontera en la que los disidentes norcoreanos suelen enviar “globos con propaganda y dólares estadounidenses hacia el otro lado”, se hallaron objetos “ajenos”.
Entonces no les cabía duda: los vecinos estaban cometiendo un “crimen contra la humanidad” al enviarles de vuelta la enfermedad.
En respuesta, Kim sostuvo que si los del sur seguían por ese sendero, ellos responderían “no solo erradicando el virus, sino también a las autoridades surcoreanas”.
4. “El colmo del absurdo”
Es el último exabrupto de Kim Yo Jong. Esta semana, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, presentó un plan en el que le ofrecía a Corea del Norte energía, infraestructura y comida a cambio de abandonar su programa nuclear.
Kim Yo Jong calificó la promesa como “el colmo del absurdo”.
“Al pensar que el plan de canjear ‘cooperación económica’ por nuestro honor, nuestras armas nucleares, es el gran sueño, la esperanza y el plan de Yoon, nos damos cuenta de que es realmente simple y todavía infantil”, dijo según la prensa oficial del régimen.
Y agregó: “Nos ha quedado claro que no nos sentaremos cara a cara con él [...] Nadie cambia su destino por pan de maíz”.