Las primarias celebradas el martes 27 en Michigan parecían cerrarse sin mayor novedad, luego de que el actual presidente Joe Biden se impusiera con un 81,1% de los votos demócratas y su predecesor, Donald Trump, hiciera lo propio al conseguir el 68,2% de sufragios entre los republicanos. Sin embargo, la victoria de Biden se vio empañada por un importante voto de protesta proveniente de quienes rechazan el apoyo que está brindando el actual gobierno de Estados Unidos a Israel en la guerra que libra contra Hamas en la franja de Gaza.
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Con el 99% de los votos escrutados, la opción de ‘uncommitted’ -’no comprometido’, un equivalente al voto en blanco en nuestro sistema electoral- consiguió un sorpresivo 13,3% de apoyo entre los demócratas de Michigan.
El resultado superó el 10% que pretendían obtener las organizaciones Listen to Michigan y Our Revolution, que representan el voto árabe-musulmán y progresista en el estado, respectivamente. Ambos grupos realizaron una campaña alentando a votar en blanco en protesta por el apoyo que brinda el gobierno estadounidense a Israel en la guerra que libra contra el grupo terrorista Hamas desde el 7 de octubre del año pasado.
El conflicto, desencadenado luego de un atentado que dejó al menos 1.200 muertos en el país hebreo, viene dejando casi 30 mil fallecidos y otros 70 mil heridos en el enclave palestino, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
Gran parte de la franja, además, ha sido reducida a escombros como resultado de los bombardeos israelíes y la ONU estima que alrededor de 2 millones de gazatíes han sido desplazados a causa del conflicto.
Los múltiples intentos por conseguir un alto al fuego entre ambos bandos han fracasado durante estos meses e Israel ha anunciado que una operación sobre el sur de Gaza es inevitable.
“El presidente Biden ha sido un candidato exitoso en el pasado al representar a una amplia coalición, pero en este momento no representa a la gran mayoría de los demócratas que quieren un alto el fuego y el fin de su financiación de la guerra de Israel en Gaza”, asegura al respecto la organización Listen to Michigan desde su página web.
Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos ha enviado unos 14.500 millones de dólares en ayuda militar a Israel.
El grupo crítico de la política exterior de Biden recuerda en su plataforma, además, que en el 2016 el demócrata ganó en dicho estado por una diferencia de apenas 10 mil votos. El total de votos ‘uncommitted’ registrados el martes fue de más de 100 mil.
Ante ello queda por ver cuál será el impacto final de los disconformes en los comicios presidenciales de noviembre.
- El poder de los disconformes -
“Esto no afectará en la nominación de Biden, en lo absoluto. Pero es una señal que le están enviando tomando en cuenta que su victoria sobre Trump en las últimas elecciones fue muy ajustada. El mensaje es que quizás no puedan quitarle la candidatura y a lo mejor no le afecte ahora, pero de cara a la elección general podría resultar muy dañino que un grupo así de personas no salga a votar por él en señal de inconformidad”, comenta a El Comercio el analista político, profesor de UCLA y comentarista de CNN en Español Octavio Pescador.
Durante las últimas semanas, la Casa Blanca intentó controlar el avance de esta campaña de disconformes contra Biden enviando a un grupo de altos funcionarios a Michigan para reunirse con diferentes líderes comunitarios árabes.
“Nos sentimos mejor informados, más educados y ciertamente más comprensivos con las preocupaciones que existen en la comunidad árabe y la comunidad árabe estadounidense (...) Y nuevamente, estamos teniendo en cuenta eso y lo estamos haciendo, y estamos actuando en consecuencia”, dijo al respecto el director de Comunicaciones de Seguridad Nacional, John Kirby.
Los resultados del martes, sin embargo, reflejan que el efecto no ha sido el que esperaban en Washington.
“El estado tiene una comunidad musulmana grande, recordemos que Michigan tiene una representante palestina en el Congreso. Pero no solamente son ellos sino también los jóvenes y algunos liberales que no ven con buenos ojos lo que sucede en Medio Oriente, consideran que Estados Unidos está arrastrando los pies para detener algo cuando bien podría hacerlo con mayor autoridad”, comenta Pescador.
Por otro lado, Biden ha evitado siquiera nombrar a los votantes disconformes luego de conocerse los resultados en Michigan. Para el analista, esto respondería a una estrategia básica de comunicación política.
“Es lo mismo que sucede con el infante de marina que se inmoló frente a la embajada israelí en Washington en protesta por la guerra. Cuando hay algo que te perjudica en términos de imagen pública lo que menos quieres es hacer eco de ello. Si había gente que oía las noticias o leyendo algo referente y no sabía sobre el grupo disconforme les habría llamado la atención que el presidente lo mencionara, habría llevado a que busquen más al respecto. No es censurar ni esconder, simplemente decir lo que te conviene”, asegura Pescador.
La primaria de Michigan podría resultar un interesante termómetro para que el líder demócrata evalúe el impacto que podrían tener estos votos rumbo a la elección general, pero también podría terminar influyendo en las decisiones que tome Washington sobre Medio Oriente en los próximos meses.
“Yo diría que ya influyó, tanto en ese tema como en el migratorio. Por eso Biden ahora visita la frontera, porque muchas voces de líderes inmigrantes están viendo que con esos amigos no necesitan enemigos”, señala el analista.
Para Pescador, dos eventos próximos serán determinantes para saber si este voto disconforme crecerá o se extinguirá. “Dependerá en gran parte del cese al fuego antes del Ramadán, que aparentemente ya se está negociando, y de que no tenga las consecuencias devastadoras que se prevé la incursión del ejército israelí en el sur de la franja de Gaza. Si ambas cosas suceden se atenuará la efervescencia anti-Biden que se está empezando a gestar en ciertos grupos demócratas. A favor de Biden juega que estamos a fines de febrero y la elección será recién en noviembre, así que hay una considerable distancia temporal”, explica.
- La incansable rival de Trump -
En la tienda republicana, mientras tanto, Trump se hizo con una nueva y cómoda victoria al obtener el 68,2% de los votos frente al 26,6% de la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Lo sorprendente, sin embargo, es que Haley haya decidido seguir adelante con su campaña pese a haber perdido en todas las plazas, incluido su estado natal. La exgobernadora ha asegurado que no se retirará de la contienda, por lo menos hasta el Supermartes del próximo 5 de marzo.
La esperanza en torno a una posible remontada sobre el polémico exmandatario parece apagarse, señal de ello es que a inicios de semana el súper PAC conservador Americans For Prosperity Action, respaldado por la multimillonaria familia Koch, decidió retirar su apoyo.
Pero entonces, ¿por qué Haley insiste en permanecer en carrera? Para Pescador hay tres razones principales.
“La primera es que tiene aspiraciones de mediano y largo plazo. Salvo Trump, ya demostró Ron DeSantis que no es un líder que pueda mantener unido al Partido Republicano y se desinfló. Trump no es eterno y Biden tampoco. Incluso si Trump es reelegido, para una mujer joven como Haley cuatro años no son nada y llegaría a dicha contienda con una estructura nacional y una visibilidad ya forjada”, asegura el analista al recordar que el gobernador de Florida abandonó la carrera apenas una semana después de iniciarse.
“Segundo, hay entre un 20% y hasta 40% de personas, dependiendo del estado, que apoyan a Haley y no están de acuerdo con Trump. A través del voto para ella están mandando un mensaje contra Trump”, agrega Pescador.
“Tercero, puede ser una cuestión de suerte o paciencia. Pueden pasar muchas cosas, como que Trump sea enviado a la cárcel”, señala el experto. Cabe recordar que el exgobernante enfrenta un sinfín de líos judiciales, entre ellos cuatro juicios penales por presuntos delitos como el intento de invalidar las elecciones, el soborno, la retención de documentos clasificados o su posible relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
“Si una condena contra el expresidente resulta inminente, muchos de los que lo toleran por el simple hecho de ser republicano podrían decidir no votar por un convicto y ese apoyo podría trasladarse a Haley”, concluye Pescador.