Este jueves 25, por primera vez en la historia de Estados Unidos, un recluso fue ejecutado bajo la modalidad de inhalación directa de nitrógeno, un proceso que acumula una larga lista de críticas en su contra por la agonía que provocaría en quien la recibe.
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Kenneth Eugene Smith, de 51 años, fue condenado a muerte en el estado de Alabama en 1996 luego de ser hallado culpable del asesinato de Elizabeth Sennett en 1988. Smith cometió el crimen por encargo del esposo de la víctima, Charles Sennett, un predicador con graves problemas financieros que planeaba solucionarlos cobrando el seguro de vida de su mujer.
Smith actuó en complicidad con John Forrest Parker. Cada uno recibió mil dólares como pago por la ejecución.
Acorralado por las investigaciones, Sennett se suicidó una semana después del asesinato de su esposa. Parker, por otro lado, fue ejecutado en una prisión de Alabama en el 2010.
Smith, sin embargo, permaneció en el corredor de la muerte hasta hace catorce meses. En noviembre del 2022, el asesino fue conducido a la “celda de la muerte”, como se conoce al pequeño cuarto al que los condenados son llevados un par de días antes de su ejecución.
Desde ahí se despidió de su madre y de su nieto. Le sirvieron su última comida y fue trasladado a la sala en la que le aplicarían la inyección letal. Cuatro horas más tarde, sin embargo, Smith salió de la sala.
La ejecución falló debido a que los múltiples intentos de los agentes por encontrar una vena a la que introducir el coctel mortal fueron infructuosos. En consecuencia, Smith sufrió múltiples lesiones y golpes durante el procedimiento, aseguraron sus abogados, quienes llevaron el caso ante tribunales para exigir que su cliente no volviera a ser sometido a lo que calificaron como una auténtica tortura.
Una corte federal describió ese episodio como “espantoso”, según la ONG, y tres jueces del Supremo lo calificaron de tortura, haciéndole padecer “enormes dolores y sufrimientos” que le provocaron un trastorno de estrés postraumático.
Sin embargo, eso no eximió a Smith de su fatal destino. En reemplazo, se decidió que el criminal sería ejecutado mediante inhalación directa de nitrógeno, un polémico y aún experimental procedimiento.
- ¿Cómo es la muerte por nitrógeno? -
La hipoxia por nitrógeno es un procedimiento en el cual nitrógeno puro o en una concentración lo suficientemente elevada como para resultar letal se inhala hasta provocar asfixia.
Para esto, el reo es ingresado a una habitación denominada “cámara de la muerte”, donde se le pondrá una mascarilla hermética a través de la cual se le suministrará el nitrógeno por un máximo de 15 minutos.
Debido al peligro de que una fuga pueda causar daños colaterales, solo el condenado estará en la cámara de la muerte. Por ello, solo se permitirá la presencia de un asesor espiritual si acepta firmar un documento que deslinde de responsabilidades al estado de Alabama.
En el caso de Smith, estuvo acompañado del reverendo Jeff Hood, quien accedió a firmar el deslinde.
El protocolo para la ejecución fue finamente diseñado debido a los riesgos inherentes al proceso. La pared de la sala contaba con medidores de oxígeno para verificar que estaban cargados ante eventualidades. Al condenado, además, se le colocó un oxímetro de pulso que mostraba el nivel de saturación de oxígeno en la sangre.
Hasta último momento, sin embargo, la ejecución de Smith estuvo en suspenso pues sus abogados presentaron un recurso ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito y ante el Supremo asegurando que su cliente estaba siendo usado de forma experimental.
El estado, mientras tanto, se defendió asegurando que es “el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre” pues el sentenciado pierde el conocimiento rápidamente.
Este argumento convenció al Supremo, pero la Corte de Apelaciones no llegó a pronunciarse, así que finalmente la ejecución se materializó.
Actualmente es el método más común paa las ejecuciones en Estados Unidos. Fue usado por primera vez en 1977 en reemplazo de los métodos utilizados en esa época, pues se consideraba una práctica más humana. La inyección suele estar compuesta por tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro potásico. Sin embargo, la negativa de ciertas farmacéuticas de proveer estos medicamentos a los estados ha llevado a que muchas condenas se suspendan.
Utilizado desde 1890, cuando William Kemmler fue ejecutado, se convirtió en el método más usado en Estados Unidos durante la primera parte del siglo XX. Para el siglo XXI su uso fue reemplazado por otros métodos luego de que distintos tribunales señalaran que la silla causaba "sufrimiento agonizante" en los condenados. Hasta la actualidad, sin embargo, estados como Florida, Nebraska, Carolina del Sur, Virginia y Tennessee lo siguen aplicando.
Uno de los métodos más antiguos de ajusticiamiento a nivel global. A la fecha es cada vez menos frecuente su aplicación; sin embargo, sigue vigente en los estados de Carolina del Sur, Misisipi, Oklahoma y Utah. En dichos lugares es utilizado, sobre todo, cuando no hay disponibilidad de fármacos para aplicar la inyección letal.
A diferencia de Japón, donde es el método más usado para las ejecuciones, en Estados Unidos el ahorcamiento solo es legal en Delaware, New Hampshire y Washington. Pese a haber sido uno de los principales métodos de ejecución hacia fines del siglo XIX, la última vez que se aplicó en el país norteamericano fue en enero de 1996, en Delaware.
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