Este jueves, un jurado de Estados Unidos impuso una multa de 4,1 millones de dólares contra Alex Jones, comentarista radiofónico y uno de los principales propagadores de teorías conspirativas, en compensación por los daños causados a los padres de una de las víctimas del tiroteo en la escuela Sandy Hook, luego de que asegurara que la masacre había sido una “farsa”.
Posteriormente, durante la tarde del viernes, la Justicia impuso una segunda multa por 45,2 millones de dólares contra el presentador.
Ambas sanciones llegan en respuesta a una denuncia presentada a inicios de año por los padres de Jesse Lewis, niño de 6 años que fue asesinado en el tiroteo. En total, el atentado registrado en diciembre del 2012 dejó 26 muertos, la mayoría de ellos niños de entre 6 y 7 años.
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Durante años, Jones aseguró que dicho tiroteo fue “completamente falso” y participaron “actores dramáticos” con el fin de promover políticas de control de armas. Las denuncias presentadas por diferentes familias de las víctimas llevaron a que Jones cambiara su discurso, reconociendo que el tiroteo “realmente sucedió” pero asegurando que quienes lo demandaban eran agentes del Partido Demócrata.
Cabe resaltar que Jones se ha perfilado como un miembro de la extrema derecha republicana en Estados Unidos, el mismo grupo al que pertenecen la mayoría de sus seguidores.
Jones incluso era apoyado por el polémico expresidente Donald Trump. En el 2015, cuando aún era precandidato por el Partido Republicano, el multimillonario acudió a su programa y no dudó en calificar su reputación como “asombrosa” y prometió “no decepcionarlo” luego de que Jones le asegurara que “el 90% de mi audiencia te apoya”.
Mediante su programa y plataforma InfoWars, Jones se dedicó durante años a difundir una serie interminable de teorías conspirativas que, incluso, habrían motivado al perpetrador de un tiroteo.
La seguidilla de teorías conspirativas difundidas por Jones le han valido el veto de las principales redes sociales y plataformas de video, como YouTube.
“ESTÁN VOLVIENDO GAY A LA GENTE Y A LAS RANAS”
Una de las teorías más disparatadas que difundió Jones fue que el Gobierno de Estados Unidos había desarrollado un arma que convertiría a la gente en homosexuales, denominada la “bomba gay”.
En el 2010, el locutor aseguro que “la razón por la que hay tantos gays” se debía a una operación química encubierta. Jones aseguraba contar con “documentos gubernamentales donde dicen que van a fomentar la homosexualidad con químicos para que la gente no tenga hijos”.
Cinco años más tarde, el conspiracionista aseguró que el Gobierno estaba “poniendo químicos en el agua para convertir a las ranas en gays”.
“La mayoría de las ranas en la mayoría de áreas de Estados Unidos ahora son homosexuales”, dijo en el 2017.
Como sustento, Jones mostró una página de Wikipedia donde se habla sobre la “bomba gay”. Dicho artículo hace referencia a un proyecto planteado en 1994 por un laboratorio en Ohio de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que sugería la investigación para un arma química no letal que produjera “comportamientos homosexuales” en soldados enemigos.
En el mismo documento, sin embargo, el laboratorio reconoce que no existen productos químicos que puedan conseguir este efecto. No existe evidencia de que dicha arma haya sido considerada para su desarrollo.
Incluso en el 2007 fue ganadora del Premio Ig Nobel, una parodia de los Premios Nobel que condecora a los científicos que “primero hacen reír a la gente y luego la hacen pensar”.
SOBRE LOS ATENTADOS DEL 11-S Y OKLAHOMA
Si bien las teorías de Jones se originaron desde la década de 1990, los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001 representan un punto importante en su carrera.
El locutor es considerado una de las voces principales del movimiento por la verdad sobre el 11-S, un grupo de personas que aseguran que los atentados del 2001 fueron planeados y ejecutados por el Gobierno de Estados Unidos.
En julio de ese año, Jones anunció en su programa que había accedido a información confidencial donde informaban que el Gobierno estaba preparando un ataque contra el World Trade Center por el que culparían a Osama Bin Laden.
“Llamen a la Casa Blanca y díganles que sabemos sobre sus planes terroristas”, decía Jones mientras mostraba un número telefónico que correspondía a la residencia presidencial. “Bin Laden, un conocido activo de la CIA en los 80, está planeando una guerra muyahidín... es el cuco que necesitan en su plan orweliano”, aseguraba.
Alex Jones,
— Mike Hanson Archives (@MikeArchives) July 2, 2022
July 25, 2001
Predicting the 9/11 hijacking’s and calling out Bin Laden by name as the “Boogey man they need” pic.twitter.com/J88e5M0NFU
El mismo día en que las Torres Gemelas fueron derribadas, Jones apareció en su programa diciendo que “fueron demoliciones controladas (...) acaban de ver al gobierno volando el World Trade Center”.
Según el mismo Jones, esta teoría lo llevó a perder el 70% de su audiencia, pero mantuvo a un 30% convencido de que tenía razón.
Y sus argumentos parecen irrefutables, pero lo que el locutor no mencionó fue que estos fueron recogidos de un libro publicado por un analista de la CIA sobre posibles ataques que podría sufrir Estados Unidos.
En 1999, el profesor emérito de la Universidad de California, Chalmers Johnson, publicó “Contragolpe: los costos y consecuencias del imperio estadounidense”. En el texto, Chalmers advertía que su país podría sufrir las consecuencias de su política en Medio Oriente y que esta podría estar a cargo de Bin Laden, quien efectivamente había colaborado con la CIA pero que en ese momento se encontraba al frente del grupo terrorista Al Qaeda.
Pese a ello, Jones capitalizó su éxito entre sus seguidores publicando una serie de documentales donde aseguraba develar la verdad detrás del 11-S.
Pero esta no fue la primera vez -y con el tiempo veríamos que tampoco la última- que Jones culpó al Gobierno de estar detrás de un atentado en su propio territorio.
Antes de las Torres Gemelas, el ataque terrorista más letal de Estados Unidos fue el atentado de Oklahoma City. Los terroristas de extrema derecha Timothy McVeigh y Terry Nichols hicieron estallar un camión cargado de explosivos en el Edificio Federal Alfred P. Murrah, en el centro de la ciudad, matando a 168, hiriendo a otras 680 y destruyendo edificios y vehículos en 16 manzanas a la redonda.
“Comprendí que hay una cleptocracia que trabaja con gobiernos psicópatas: garras del mal que conocen los trucos del control”, dijo en aquella oportunidad Jones.
Según el locutor, el Gobierno había planeado el ataque para ayudar a que el demócrata Bill Clinton gane las elecciones de 1996. En abril del 2018, durante una entrevista con el periódico Austin American-Statesman, Jones ratificó que fue “un ataque de bandera falsa. Cien por ciento”.
EL PIZZAGATE
En el marco de las elecciones presidenciales del 2016, en Estados Unidos surgió una nueva teoría conspiracionista. Esta vez involucraba a la candidata demócrata Hillary Clinton, a una pizzería de Washington D.C. y a una presunta red de pedofilia.
Luego de que el correo de Clinton y de su jefe de campaña, John Podesta, fuese hackeado y la información publicada por WikiLeaks. Diferentes grupos de extrema derecha aseguraron haber encontrado referencias ocultas a una red de tráfico de personas y pedofilia que operaba en la pizzería Comet Ping Pong entre los mensajes.
Jones fue uno de ellos. “Hillary Clinton personalmente asesinó, descuartizó y violó a (niños)”, dijo en un programa transmitido el 4 de noviembre.
Casi de inmediato, la pizzería y su dueño, James Alefantis, comenzaron a ser acosados tanto en redes sociales como físicamente. Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.
El 4 de diciembre del 2016, Edgar Maddison Welch, un joven de 28 años, entró a Comet Ping Pong y disparó con su fusil AR-15 contra el local. La policía consiguió arrestarlo y durante el interrogatorio admitió que fue un intento por rescatar a los niños presuntamente secuestrados.
Maddison fue sentenciado a cuatro años de cárcel. En el 2017, Jones tuvo que disculparse públicamente por haber alimentado esta teoría.
“En nuestro comentario sobre lo que se conoció como Pizzagate, hice comentarios sobre el señor Alefantis que, en retrospectiva, lamento y por los cuales le pido disculpas”, dijo el locutor.
“Que yo sepa hoy, ni el señor Alefantis, ni su restaurante, Comet Ping Pong, estuvieron involucrados en ningún tráfico de personas como era parte de las teorías sobre Pizzagate que se estaban escribiendo en muchos medios de comunicación y que comentamos”, admitió antes de que el sitio InfoWars retirase todos los artículos que tenía al respecto.
ARMAS CLIMÁTICAS
Pero para Jones no todo se limita a atentados terroristas y redes de trata. Durante años, el polémico locutor ha asegurado que el Gobierno posee armas de control climático con las que provocarían desastres naturales.
En el 2013, por ejemplo, advirtió que “por supuesto que hay armas meteorológicas en marcha (...) Tuvimos inundaciones en Texas hace unos 15 años que mataron a más de 30 personas una sola noche. Resulta que fue la Fuerza Aérea”.
Ese mismo año, cuando un tornado en Oklahoma dejó 24 muertos, Jones -quien reconoce que sí existen los tornados “naturales”- culpó al gobierno de “poder crear y dirigir grupos de tornados”.
Más recientemente, en diciembre del 2021, Jones aseguró en su programa que el Gobierno había desarrollado estas armas en 1950. El locutor citó una charla brindada en el 2016 por el exdirector de la CIA, John Brennan, en la que hablaba sobre los riesgos de la geoingeniería y los costos de usarla como una herramienta contra el cambio climático.
La geoingeniería es un tema de debate abierto entre ingenieros e investigadores pues se plantea como una medida contra el calentamiento global -al controlar las emisiones de dióxido de carbono, por ejemplo- pero implicaría una intervención a gran escala en el sistema climático de la Tierra.