Este jueves, el empresario Daniel Noboa asumió la presidencia de Ecuador, convirtiéndose a sus 35 años en el mandatario más joven en la historia del país desde el retorno a la democracia en 1979.
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Noboa, quien derrotó a la correísta Luis González en unos comicios extraordinarios convocados luego de que en mayo el entonces presidente Guillermo Lasso declarara la muerte cruzada al verse acorralado por el Congreso, estará en el cargo hasta mayo del 2025.
Sin embargo, en esos 18 meses el joven mandatario tendrá que hacer frente a dos enormes problemas que vienen aquejando a nuestro vecino del norte durante los últimos años: las altas tasas de violencia y delincuencia; además de una profunda crisis económica.
“La tarea es dura y difícil y los días son pocos”, reconoció Noboa durante el breve discurso que pronunció en su ceremonia de asunción celebrada en el Congreso.
- Reto 1: inseguridad -
Según la encuestadora Cedatos, la inseguridad es el principal problema para la mayoría de ecuatorianos (45%), seguida del desempleo (18%), la pobreza (15%) y la corrupción (6%).
Entre 2018 y 2022, la tasa de homicidios se cuadruplicó en el país y trepó a 26 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado, en lo que va del 2023 se han registrado 3.600 asesinatos.
La violencia, además, alcanzó un nuevo nivel durante la última campaña electoral, cuando el candidato Fernando Villavicencio fue acribillado a plena luz del día luego de un acto público.
El incremento en las tasas de violencia está estrechamente relacionado con el aumento en las operaciones de grupos del crimen organizado provenientes tanto de México como de Colombia, han advertido en repetidas ocasiones especialistas en seguridad.
Sin embargo, ese es apenas uno de los múltiples factores que configuran el complejo escenario de violencia en el que se ha visto sumido Ecuador.
“La presencia del crimen organizado y del narcotráfico es fuerte en Ecuador. Y el problema de la inseguridad, si bien radica en buena medida en este fenómeno, no solo depende de él sino también de la falta de oportunidades y la misma situación económica. Por lo que no basta con tomar medidas respecto al narcotráfico y el crimen organizado, deben ser medidas integrales ”, comenta a El Comercio Mauricio Alarcón-Salvador, abogado ecuatoriano y director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.
Durante su discurso Noboa demostró estar consciente de ello por lo que llamó a “atacar la desocupación, el país necesita empleo y para ello enviaremos reformas urgentes”.
Según Alarcón-Salvador, dentro de los primeros pasos para atajar este problema se encuentran la creación de “oportunidades de empleo, mejorar los programas sociales, trabajar en niñez y adolescencia”.
“En 18 meses no se va a solucionar el problema definitivamente, pero sí es un tiempo en el que se podrán implementar las primeras acciones y dar los primeros pasos”, señala el analista.
- Reto 2: crisis económica -
En el plano económico, Ecuador atraviesa también un duro momento. Según cifras oficiales el 38% de la población ecuatoriana se encuentra en situación de pobreza y pobreza extrema. Además, solo 3,1 millones de los 16,9 millones de habitantes tienen trabajo.
En cuanto al presupuesto nacional, Ecuador enfrenta un déficit fiscal de alrededor de 5.000 millones de dólares, algo más del 5% del PBI, y se espera que lo mantenga durante el próximo año.
El analista Pablo Lucio-Paredes, director del Instituto de Economía de la privada Universidad San Francisco de Quito, explicó a la agencia AFP que a ello se suma una necesidad de financiamiento de 10.000 millones (8% del PBI). Sin embargo, Ecuador ya posee una deuda pública de 47.545 millones de dólares (cerca del 40% del PBI).
“Hablamos de un déficit de aproximadamente 11 mil millones de dólares. No solo se trata de ordenar el gasto fiscal sino de encontrar alternativas, incluso de créditos internacionales que permitan llenar este bache que será problemático para un gobierno que apenas empieza. Diciembre se puede superar con el pago de salarios y remuneraciones adicionales, pero a partir de enero la ciudadanía espera resultados y esos recursos se necesitan para la implementación efectiva de un plan de gobierno”, comenta a este Diario Alarcón-Salvador.
Para hacer frente a este problema, Noboa anunció que enviará a la Asamblea General un paquete de proyectos urgentes en materia económica. “Según la normativa, esos proyectos deben aprobarse en un máximo de 30 días para precisamente dar salidas y viabilidad a ese problema financiero”, señala el analista.
- Reto 3: gobernabilidad -
Ecuador no ha sido ajeno al fenómeno global de la polarización política. La salida de Lasso, precisamente, llegó luego de un largo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, este último con una notable mayoría de parlamentarios leales al expresidente Rafael Correa.
Por ello, además de la inseguridad y la crisis económica Noboa completa su lista de preocupaciones con los posibles obstáculos a su gobernabilidad. De momento, el mandatario ha mostrado capacidad para convocar a diferentes espectros políticos. Si bien él se define como de centroizquierda, durante su campaña se sumaron movimientos de derecha, impulsados principalmente por evitar el regreso del correísmo al poder.
Posteriormente, al ver que su movimiento, Acción Democrática Nacional, consiguió apenas 17 de los 137 escaños parlamentarios Noboa abrió las líneas para integrarse con distintos movimientos.
El último viernes, por ejemplo, se alió con el correísmo y el derechista Partido Social Cristiano. Ambos acuerdos le sumaron el favor de 69 parlamentarios entre ambos movimientos.
Otro factor a superar para el político ha sido su edad y su corta trayectoria política. Con solo 35 años, y solo dos de ellos como parlamentario, no han faltado quienes subestimen la capacidad que tendrá para tomar las riendas nacionales en un momento tan grave.
Al respecto, Noboa ha respondido que su juventud le permite tener una “visión renovada”. “Creen que la juventud es sinónimo de ingenuidad, para mí es de fuerza”, aseguró durante la ceremonia del jueves.
La crítica, sin embargo, también se ha extendido a su virtual gabinete ministerial, plagado de rostros nuevos y muchos de ellos inexpertos en gestión pública.
“Para un gobierno tan corto puede resultar arriesgado. La juventud es importante, por supuesto que sí, es vital un recambio en la política nacional. Pero hay que pensar que en un país en crisis como el que tenemos en este momento tu única credencial no puede ser tu edad. Se necesita experiencia en gestión pública, conocimientos específicos en las materias de cada ministerio. Esperemos, por el bien del país, que al gabinete le vaya bien. Pero es altamente probable que se vean cambios en muy poco tiempo”, comenta al respecto Alarcón-Salvador.
La capacidad de reacción de Alarcón y su gabinete resultará fundamental para las evidentes aspiraciones del joven político por tentar un nuevo periodo durante las elecciones del 2025.
De momento, el flamante presidente goza de un 60% de popularidad. Sin embargo, Alarcón-Salvador advierte que ante un escenario como el actual será vital que muestre resultados desde el primer momento para mantener el favor del público.
“La ciudadanía no está en condición de darle al gobierno de Noboa esos 100 días de gracia que habitualmente se da a un presidente. Dar 100 días de gracia implicaría perder 3 de los 18 meses de gestión. En ese sentido, los ecuatorianos esperamos ver resultados desde mañana. Cuestiones de decisiones que el gobierno de Lasso no supo tomar y que podrían abrir camino a las soluciones efectivas de los problemas identificados por los ecuatorianos”, asegura.