El fundador de la organización World Central Kitchen (WCK), el chef José Andrés, acusó a las fuerzas israelíes en Gaza de atacar a sus trabajadores humanitarios “sistemáticamente, coche por coche”.
El ataque con misiles del lunes que mató a 7 miembros de su personal no fue un error, dijo, repitiendo que el ejército de Israel había sido informado sobre sus movimientos.
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Trabajadores de WCK de Australia, Canadá, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos fueron asesinados, así como un colega palestino.
Israel alega que el ataque fue un "grave error" y emitió una disculpa. También prometió una investigación independiente.
Según la organización benéfica, el convoy de ayuda humanitaria fue alcanzado cuando salía del almacén de Deir al-Balah, donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de alimentos traídos a Gaza por ruta marítima".
El convoy estaba formado por tres vehículos, dos de ellos blindados, en los que se veía claramente el logotipo de la organización. Los tres vehículos fueron alcanzados en el ataque.
En declaraciones a la agencia de noticias Reuters el miércoles, el chef dijo que no se trataba de una "situación de mala suerte en la que, 'ups', tiramos la bomba en el lugar equivocado".
En una entrevista separada con el Canal 12 de Israel, Andrés dijo que "en realidad fue un ataque directo contra vehículos claramente identificados cuyos movimientos eran conocidos por todos en las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel]".
Se detiene la ayuda
Los cuerpos de seis de los trabajadores muertos de WCK han sido trasladados desde Gaza a Egipto para ser repatriados.
Su colega palestino fue enterrado el martes en su ciudad natal, Rafah, en el sur de Gaza.
La ayuda humanitaria a la Franja de Gaza está en duda después de que WCK, un proveedor clave en el territorio, suspendiera sus operaciones.
Mientras que la ONU anunció que suspendería los movimientos nocturnos durante al menos 48 horas para evaluar la situación de seguridad.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó el ataque de involuntario.
"Sucede en la guerra, lo controlamos hasta el final, estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que esto no vuelva a suceder", dijo Netanyahu el martes.
El jefe del Estado Mayor General de las FDI, Herzi Halevi, calificó el incidente como un "grave error" y dijo que "no debería haber ocurrido". Justificó lo sucedido diciendo que identificaron de forma errónea los vehículos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó los hechos y acusó a Israel de no hacer lo suficiente para proteger a los trabajadores humanitarios.