Durante estos meses de pandemia, el Estado Peruano ha visto la manera rápida y eficiente de afrontar la crisis con soluciones como la adquisición de pruebas moleculares, rápidas y las casi nuevas pruebas de antígenos.
Las pruebas de antígenos son similares a las moleculares en el sentido de que se usan para diagnóstico y de que la muestra se obtiene a través del hisopado. La diferencia está en que la de antígenos detecta porciones del virus que el sistema inmune reconoce, mientras que la molecular detecta el material genético del virus mismo. La especificidad (capacidad para detectar a los individuos sanos) tanto de las moleculares como de las de antígenos es bastante alta, mientras que la sensibilidad (capacidad para detectar a los individuos enfermos) es mayor en las pruebas moleculares, si consideramos a la población de personas asintomáticas y sintomáticas en su conjunto.
En setiembre, la OMS recomendó las pruebas de antígenos debido a su sencillez y a su rapidez para obtener resultados. Además, el método que estas utilizan se basa en la detección directa de las proteínas virales del SARS-CoV-2 en hisopos nasales y otras secreciones respiratorias con resultados en 30 minutos. Debido a las grandes semejanzas en la especificidad y a las diferencias en la sensibilidad entre las pruebas moleculares y las de antígeno según el tipo de población a analizar, es muy importante considerar qué tipo de prueba emplear al momento de seleccionar a los individuos en base a su sintomatología o a la probabilidad de que estuviesen infectados.
Las pruebas moleculares se recomiendan, por ejemplo, para casos probables de infección esporádica, pacientes asintomáticos, en aeropuertos y zonas de entrada y para el tamizaje pre-donación, mientras que las pruebas de antígenos son ideales para pacientes sintomáticos dentro de la primera semana de síntomas o para individuos que hayan tenido contacto directo con personas contagiadas y confirmadas.
El correcto empleo de cada tipo de prueba en el campo de aplicación correcto ayudará a combatir la pandemia mucho mejor que el empleo indiscriminado de los diferentes tipos de pruebas. Por ello, la información en exceso sobre los distintos tipos de pruebas que se recibe es abundante y usualmente confusa si no es tratada responsablemente. Evitemos que esta enorme cantidad de datos que entran diariamente no sean adecuadamente analizados con el filtro preciso, recordando que el exceso de luz cega igual que la oscuridad, para poder visualizar adecuadamente la utilidad real de las pruebas que tenemos frente a nosotros y frenar esta enfermedad que tanto daño le está causando al país.
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