Con el apoyo de los dos partidos, la Cámara Baja del Congreso estadounidense ha aprobado un proyecto de ley que prohibiría TikTok si la empresa china propietaria no la vende a una compañía aprobada por el Gobierno Estadounidense dentro de seis meses. Si el Senado lo aprueba, pasará a ser ley, dado que el presidente Joe Biden ya dijo que no la vetaría.
El razonamiento detrás de la propuesta es que TikTok representa una amenaza para la seguridad nacional estadounidense. La empresa matriz de esa red social está basada en China y, por lo tanto, está sujeta a cualquier presión del régimen chino. Dada esa realidad, se alega que TikTok podría estar pasando abundante información privada de millones de ciudadanos y organizaciones estadounidenses al Gobierno Chino o que podría hacerlo en un futuro en caso de que Estados Unidos y China entrasen en un conflicto mayor.
A pesar de que ByteDance, la empresa matriz, es privada, no es descabellado pensar que el régimen chino la pueda controlar cuando quiera. La ONG Human Rights Watch advierte sobre esa posibilidad y cataloga una lista de empresarios, incluso en el sector tecnológico, que han desaparecido por no obedecer al régimen. No existe un sector verdaderamente privado en China.
Pero si bien existe la posibilidad de que TikTok pueda representar cierta amenaza para la seguridad nacional, prohibirla también atenta contra la libertad de expresión. Después de todo, 150 millones de estadounidenses usan TikTok de manera voluntaria para recibir o transmitir información, videos, arte u otras formas de expresión.
¿Es constitucional lo que pretende el Congreso estadounidense? Cuando el estado de Montana intentó prohibir TikTok el año pasado, un juez federal lo impidió. Pero eso se trataba de una ley de un estado al que no le corresponde legislar sobre temas de seguridad nacional.
La experta Jennifer Huddleston observa que, para establecer que la ley propuesta no viola la primera enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión, el gobierno federal tendría que comprobar que está “basada en un interés público imperativo y representa el medio menos restrictivo de promover dicho interés”.
Hasta ahora no se ha presentado evidencia de que las autoridades chinas hayan estado vigilando los datos de los estadounidenses. Pero suponiendo que el gobierno puede legalmente establecer una amenaza, hay opciones distintas a una prohibición para asegurar que no se dé acceso a la data de los usuarios de TikTok al Gobierno Chino. Por ejemplo, podría establecerse varias agencias independientes y estatales para hacer tal supervisión. No se ha hecho nada de eso.
Hay otros problemas con la ley propuesta. Si se concreta, es muy probable que termine perjudicando a las empresas estadounidenses de tecnología. Tal y como ha observado el experto Paul Matzko, podría empeorar la guerra comercial entre Estados Unidos y China que ya se está dando, con las empresas tecnológicas como blanco de sanciones chinas.
La ley propuesta aumentaría el poder del Estado para censurar otras redes sociales. Esta establece que se aplicaría si una empresa de redes sociales está bajo “manejo o control” de adversarios extranjeros. En el pasado, por ejemplo, Facebook fue acusado de dejar que Rusia, un adversario extranjero, manipulara las elecciones estadounidenses.
No podemos ignorar el control que ejerce o puede llegar a ejercer el Partido Comunista Chino sobre las empresas en China. Pero, más que nada, el intento de prohibir TikTok es una amenaza a la libertad de expresión y las preocupaciones sobre la seguridad nacional se deben abordar con otras medidas.