Como anticipo de lo que le puede deparar el futuro a los aliados del Gobierno, hace unos días, el principal ‘socio’ político de la presidenta Dina Boluarte, el gobernador regional de La Libertad y fundador, presidente y financista de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, tuvo un fuerte revés en el ámbito futbolístico.
Su equipo, la Universidad César Vallejo, descendió a Segunda División quedando en el puesto 17 de 18 participantes. No es que los trujillanos no hayan tenido presupuesto ni figuras para competir por los primeros lugares. Al contrario, tuvieron un plantel más que decente para el medio, pero lamentablemente para sus intereses los nombres y los recursos, por sí solos, no sirven si no hay organización y liderazgo.
¿Puede ser este un preámbulo de lo que puede pasar con APP de cara a las próximas elecciones? Aunque aún no está claro cómo aplicará la valla electoral con el sistema de dos cámaras, ¿es posible que APP llegue a perder su inscripción?
Es prematuro aventurarse a afirmar algo tan categórico, lo que sí es un hecho es que el principal aliado del Gobierno parece mantener sus mismos estándares, al menos en resultados. El Ejecutivo no solo está en ‘segunda’ (por no decir jugando la Copa Perú) en aprobación de la ciudadanía, sino también en lucha contra la inseguridad, pobreza, anemia y un gran etcétera.
Entiendo que estoy forzando un tanto la figura, pero el referente futbolístico sirve para analizar el presente político de quien sin rubor alguno ofrece sus votos para defender a Dina Boluarte. Quizá están tan ensimismados y contentos con este poder transitorio que no ven más allá de sus narices y no pueden siquiera lograr que su equipo de fútbol mantenga la categoría, mientras en la práctica cogobiernan.
La semana pasada, el pleno del Congreso votó si le daba facultades especiales a la Comisión de Fiscalización para que investigue a la presidenta por el caso del ‘cofre’. Más allá del tonito envalentonado de la mandataria sobre el tema, lo cierto es que hay muchos cabos sueltos sobre qué hacía y con quién se reunió en un condominio al sur de Lima.
La votación sirve para ver cómo se van perfilando sus aliados en cuanto al futuro cercano. Por supuesto que APP brindó su apoyo total con ocho votos en contra del pedido. Renovación Popular sí votó a favor de las investigaciones, perfilándose cada vez más como opositor al Ejecutivo. Los votos en abstención llegaron a los 45 y fueron los mayoritarios. En la práctica, tenían exactamente el mismo efecto que el voto en contra de APP, pero van marcando que a algunos (en especial Fuerza Popular) van siquiera cuidando un poco más las formas, aunque el respaldo sea el mismo.
La radiactividad de Boluarte seguirá creciendo conforme pasen las semanas y no es muy difícil darse cuenta de ello. Todos sus aliados ya están afectados, pero iremos viendo quiénes empiezan a dar señales mínimas de distanciamiento.