Editorial El Comercio

En la misma semana en la que ordenó la disolución del por considerarla parte de , el resolvió la misma medida para el partido . La resolución fue comunicada a este Diario por fuentes judiciales y se logró con cuatro votos a favor y uno en minoría del magistrado quien fue el candidato de la presidenta para ocupar el cargo de contralor general de la República en mayo pasado, pero que no consiguió los votos suficientes en el .

En primer lugar, hay que decir que la decisión de la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la es saludable. Como hemos dicho en reiteradas ocasiones, la organización política en cuestión y su líder indiscutible, constituyen una amenaza para el sistema democrático y para los derechos humanos en el Perú. Recordemos que el exmilitar ha dicho que, de llegar al poder, fusilará “legalmente” a expresidentes investigados por corrupción “para moralizar a la sociedad”, expropiará y nacionalizará “todos los canales de señal abierta”, no respetará los otros poderes del Estado, la vigente ni los compromisos que el país ha asumido a nivel internacional, entre otras cosas.

Tampoco olvidemos que en el 2005 encabezó un intento de golpe de Estado contra un gobierno democrático que terminó en la muerte de cuatro policías y por el que nunca se arrepintió. “Nos sentimos muy orgullosos de lo que hicimos en Andahuaylas”, dijo en el 2022 al salir de prisión, donde precisamente estuvo recluido durante casi dos décadas por estos crímenes.

Por ello fue muy preocupante que a finales del año pasado el partido cuyas iniciales forman su nombre lograra inscribirse. Y, por eso mismo, la decisión de la Corte Suprema ahora es clave, porque envía el mensaje de que la democracia peruana no será utilizada para llevar al poder a quienes aspiran a destruirla.

Sin embargo, sería un error creer que el peligro ha pasado. Más allá de que el partido Antauro cuenta con la posibilidad de apelar la decisión judicial, existen también otros políticos que han mostrado su admiración por el exreo -como el congresista Roberto Sánchez, líder de , organización habilitada para participar en las elecciones del 2026- y que podrían desvergonzadamente permitirle una candidatura al próximo Congreso o darle una plataforma para que siga difundiendo su agenda.

Por lo que, más allá de lo hecho por la justicia, quedará en manos de la ciudadanía la responsabilidad de no apoyar a quienes no han dudado en extenderle la mano a un enemigo de la democracia.

Editorial de El Comercio

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