Editorial El Comercio

Tal y como le pasó a su antecesor en el cargo y compañero de bancada, , las primeras semanas de como presidente del Congreso están demostrando no solo que no debería encabezar dicho poder del Estado, sino que ni siquiera tendría que ocupar un escaño. Aunque es cierto que, a diferencia de Soto, en el caso de Salhuana las razones por las que no debía presidir la Mesa Directiva se conocían desde antes de su elección –y tratamos de resumirlas–, los días posteriores a esta solo han servido para confirmarlas.

Ayer, la Unidad de Investigación de El Comercio reveló que Salhuana no solo es un disciplinado promotor de iniciativas que afectan la lucha contra la (entre las que destacan aquella que presentó para impedir que las autoridades destruyeran inmediatamente la maquinaria incautada a los mineros ilegales), sino que con una de las familias más representativas de esta actividad en Madre de Dios: los .

Todo hace indicar que la relación entre dicho clan y el actual presidente del Parlamento data de la primera vez en la que este llegó al , en el período 2001-2006. En ese entonces, Salhuana recibió la visita de Cecilio Baca y Gregoria Casas, quienes fundaron un imperio bastante conocido en la región oriental del país. Cecilio Baca llegó a ser alcalde de , un distrito de Madre de Dios en el que la minería ilegal depredó el paisaje al punto de convertirlo en un claro ejemplo del daño que esta actividad puede infligirle al medio ambiente. Gregoria Casas, por otro lado, pasó a ser conocida con los años como la , un personaje enigmático de quien se dice que manejaba todo el entramado del oro en Huepetuhe y sobre cuya riqueza se han tejido innumerables historias. En un reportaje publicado en la revista “Poder” en el 2012, por ejemplo, el periodista Ricardo León escribió sobre ella: “Hay quienes dicen haberla visto pasear con una botella de gaseosa repleta de láminas de oro obtenidas en Huepetuhe, y que en las fiestas ella sacude y hace sonar a modo de matraca”.

Baca y Casas ya fallecieron, pero existen fotos de ambos con el hoy presidente del Congreso. Sus hijos, quienes según los expertos heredaron el negocio familiar, también son cercanos a él. En el 2016, por ejemplo, Salhuana coincidió con Yony, Maruja y Marco Baca Casas en un evento en Madre de Dios. Al año siguiente, visitó junto con Yony Baca y la mismísima ‘Tía Goya’ a un funcionario del Ministerio de Energía y Minas. Ese mismo año, Salhuana acompañó a Yony Baca nada menos que a Palacio de Gobierno para reunirse con el entonces presidente . Y, más recientemente, en el 2022, Salhuana autorizó el ingreso de Yony Baca a un evento en el Congreso.

La información es más extensa, pero lo expuesto hasta aquí basta para poner en duda aquella imagen que trató de darnos cuando asumió el cargo de presidente del Parlamento el 26 de julio. Aquella vez, como se recuerda, Salhuana rechazó “categóricamente de algún tipo”.

Como si lo anterior no fuera suficiente, el domingo “Panorama” reveló que un asesor del despacho de Salhuana Universidad César Vallejo, que pertenece al líder de su bancada, . Se trata de Jamill Marzuka Cortez, quien además aparece en varios eventos de la institución deportiva desarrollados en el mismo horario en el que debería estar prestando servicios en el Parlamento. Pese a lo que dicen los registros oficiales, Salhuana ha dicho que no tiene “claro” si Marzuka trabaja para él o para la bancada de Alianza para el Progreso (APP).

Al llegar al cargo, Salhuana aseguró que buscaría tener “un contacto permanente” con los medios de comunicación. “No hay secretos en el Congreso”, afirmó. Sería bueno que cumpla con su palabra y salga a dar las declaraciones respectivas, porque hasta ahora los cuestionamientos en su contra no hacen más que crecer.

Editorial de El Comercio