(Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
(Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
Hace 100 años

El Comercio viene llevando a cabo una tenaz campaña buscando la limpieza de los techos de Lima. Podemos decir que, salvo excepciones, los techos de las casas limeñas siempre han sido una suerte de trastero, gallinero y el lugar donde se deposita la más inverosímil cantidad de cosas. Esto trae por consecuencia desaseo, malos olores y, lo más peligroso, muchos de esos techos son lugares donde abunda el peligrosísimo mosquito anofeles, causante del paludismo, ya que abundan tinajas o diversos objetos con aguas estancadas. Esto debe erradicarse ya. H.L.M.

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