El expresidente de Estados Unidos Woodrow Wilson está al borde del sepulcro. Los médicos dicen que no tiene ya posibilidad de salvarse y el deceso puede ocurrir en cualquier momento. El exmandatario ha luchado denodadamente contra la muerte, pero ahora él también espera con calma el final. Su esposa siempre está a su lado y lo toma de la mano. Miles de telegramas procedentes del mundo entero se interesan por su salud y hacen votos por su mejoría. Numerosos periodistas aguardan en silencio en las puertas de la casa del ilustre enfermo.
H.L.M.