Una vez más, en los meses de estío, el problema de la vivienda toma graves dimensiones en nuestra capital. Ya sería molesto si tan solo fuera un asunto de comodidad, pero la cosa es muy grave porque se trata de la salud de las personas. Frecuentemente en una sola habitación pernoctan hasta cinco miembros de una familia y si alguno de ellos padece de una enfermedad el contagio está asegurado. Pero esto no es todo. Si la falta de agua se da en todo momento, en el verano esta carencia es verdaderamente dramática. Urge apresurar las obras de agua y alcantarillado. H.L.M.
