Escucha la noticia

00:0000:00
Un glaciar inestable cerca de un pico del Nevado Huascarán con riesgo de avalancha: el informe que alerta de la probabilidad de aluviones
Resumen de la noticia por IA
Un glaciar inestable cerca de un pico del Nevado Huascarán con riesgo de avalancha: el informe que alerta de la probabilidad de aluviones

Un glaciar inestable cerca de un pico del Nevado Huascarán con riesgo de avalancha: el informe que alerta de la probabilidad de aluviones

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

Hoy en día, los efetos del vienen afectando el entorno del , sobre todo su lado sur, el cual representa al pico más alto de la Cordillera Blanca y de todo el país. Esto se evidencia a través del proceso de retroceso glaciar, el cual deja sectores inestables debido a la formación de grietas, exponiendo a la población colindante y sus medios de vida.

Situado en la Cordillera Blanca, este parque nacional es una verdadera joya natural. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 debido a su excepcional belleza escénica y rica biodiversidad. El Huascarán, la montaña más alta de Perú, domina el paisaje, mientras que valles, lagunas y glaciares impresionan a los visitantes. El parque es el hogar de diversas especies de flora y fauna, incluyendo la majestuosa vicuña. (Foto: Perú Travel).
Situado en la Cordillera Blanca, este parque nacional es una verdadera joya natural. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 debido a su excepcional belleza escénica y rica biodiversidad. El Huascarán, la montaña más alta de Perú, domina el paisaje, mientras que valles, lagunas y glaciares impresionan a los visitantes. El parque es el hogar de diversas especies de flora y fauna, incluyendo la majestuosa vicuña. (Foto: Perú Travel).
/ Perú Travel

Bajo este contexto, el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) desarrolló el estudio “Evaluación del peligro de aluvión por desprendimiento de glaciar y roca del nevado Huascarán sur”, donde modela posibles escenarios de peligro por .

El informe técnico también incluye conclusiones y recomendaciones, la cuales se ponen a disposición de los distintos gobiernos (locales y regional), el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastre (Cenepred) y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), para que puedan implementar las acciones y/o medidas que les corresponde a cada una de acuerdo con sus competencias.

Estudio

De acuerdo a lo recopilado por el informe, se indica que en 1962, se reportó una superficie glaciar de 65,6 km2 en el pico sur del Huascarán, la cual se redujo en un 31,6% al 2020. Esto representa una pérdida de 20,7 km2 de su superficie. Asimismo, según el inventario de glaciares realizado en 1962, se perdieron cuatro glaciares y la altitud mínima pasó de 4.201 msnm a 4.231 msnm en 2020, lo que implica un ascenso de la altitud mínima de 30 metros en 58 años.

En tanto, se ha experimentado un cambio en las pendientes de la superficie de los glaciares que conforman el pico sur del Huascarán: las pendientes muy escarpadas se incrementaron en un 26,6%. “Esto evidencia que la cantidad de glaciares que podrían generar desprendimiento de hielo y en este sistema glaciar aumentaron en las últimas seis décadas; mientras que las pendientes levemente inclinadas disminuyeron en un 2,6%, lo que revela que el acceso a estos glaciares se ha vuelto más complejo“, precisa el estudio.

El informe también hace mención a la existencia de un glaciar potencialmente inestable ubicado a una elevación de 6.106 msnm y cerca del pico sur del Huascarán (6.768 msnm), que presenta desprendimientos fraccionados de bloques de hielo, los cuales a su vez originan avalanchas.

“Durante el periodo 2023 – 2025 una parte de este glaciar potencialmente inestable (lado izquierdo) muestra un desplazamiento horizontal en dirección valle abajo, alcanzando un valor acumulado de hasta 42 metros durante el periodo de análisis comprendido entre mayo de 2023 y junio de 2025″, se detalla.

Del mismo modo, el lado derecho del glaciar también es potencialmente inestable, ya que muestra un desplazamiento hasta junio de 2024. A partir de esta fecha se observa una pérdida progresiva del frente glaciar principalmente debido a desprendimientos fraccionados. “Estos desprendimientos y el derretimiento de la nieve generan condiciones de inestabilidad”, se añade.

Po otro lado, en el estudio se indica que el Nevado Huascarán Sur se encuentra expuesto a la continua erosión glaciar, lo que se evidencia en el pulimiento que presenta actualmente su superficie rocosa. Si bien gran parte de las zonas con mayor altitud están cubiertas por hielo, se observan sectores con pendientes verticales donde la roca se encuentra expuesta, revelando su fracturamiento.

Escenarios

El informe técnico plantea algunos posibles escenarios por desprendimiento del glaciar potencialmente inestable del nevado Huascarán Sur, como avalanchas de roca-hielo. Estos son tres, siendo cada uno diferente en cuanto al volumen inicial de desprendimiento. A continuación, se detallan dichos escenarios:

  • Escenario grande: Considera el desprendimiento del volumen total de glaciar potencialmente inestable combinado con el volumen de roca, formando inicialmente una avalancha de roca-hielo. Se caracteriza por ser un flujo destructivo y por desarrollar luego un aluvión.
  • Escenario mediano: En este escenario solamente se considera el desprendimiento del 20% del volumen total del glaciar potencialmente inestable combinado con un volumen de roca.
  • Escenario pequeño: En este escenario solamente se considera el desprendimiento del 10% total del glaciar potencialmente inestable combinado con un volumen de roca.

Estudio considera al escenario pequeño como el más probable, mientras que el escenario grande representa el evento menos probable, debido a su mayor volumen y menor frecuencia estimada de ocurrencia.

Por otro lado, en cuanto a la intensidad de un aluvión, se toma en cuenta dos variables: la velocidad máxima de flujo y la altura máxima de flujo. Asimismo, se categoriza la intensidad del peligro por aluvión en tres tipos:

  • Intensidad muy alta: Las personas y sus medios de vida estarían amenazados. Con posibles daños severos o destrucción a las infraestructuras y edificaciones.
  • Intensidad alta: Las personas y sus medios de vida estarían amenazados fuera de sus viviendas, pero enfrentarían niveles bajos de amenaza dentro. Se esperan daños ligeros a las infraestructuras y edificaciones.
  • Intensidad media: Las personas y sus medios de vida estarían amenazados ligeramente, dentro y fuera de sus viviendas. Se espera un daño superficial a infraestructuras y edificaciones.

Conclusiones

El estudio arroja una serie de conclusiones, de las cuales 5 son las más importantes. La primera es que las localidades de Shocosh, Apagrande, Chimpa Mancos y Mancos son aquellas que están en la zona de mayor exposición, seguidas por Caranca Pampa, Apachico, Queshque y Huascarán en nivel alto, y otras como Tumpa y Ranrahirca en nivel medio.

Dado que el tiempo estimado de llegada del flujo aluvional al río Santa es de entre 6 y 12 minutos, resulta crucial incorporar este intervalo en la planificación de simulacros y estrategias de evacuación en las zonas expuestas”, señala.

Una segunda conclusión es que el análisis de la variabilidad climática en el nevado Huascarán, para las estaciones de Yungay y Saucepampa, revela una tendencia sostenida al aumento de la temperatura desde la década de 1980, con una tasa de calentamiento de aproximadamente 0.033 °C/año. Mientras que la precipitación líquida muestra una tendencia creciente, la precipitación sólida presenta una disminución significativa.

Estas condiciones climáticas, caracterizadas por temperaturas máximas elevadas y reducción de nieve, están estrechamente asociadas con un mayor riesgo de avalanchas debido al aumento de la temperatura máxima. Por tanto, se destaca la importancia del monitoreo climático continuo como herramienta clave para la prevención“, indica.

Asimismo, se visualizan desplazamientos continuos a partir de junio de 2024, momento en el cual se observa una pérdida progresiva del frente glaciar, pérdida atribuida a desprendimientos inducidos por la presencia de fracturas transversales y derretimiento de la nieve, cuyo escurrimiento e infiltración en dichas fracturas generarían condiciones de inestabilidad.

Dicho esto, el estudio del Inaigem recomienda:

  • Fortalecer la capacidad de respuesta con la implementación de medidas de gestión reactiva del riesgo de desastres, bajo la asistencia técnica del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).
  • Elaborar los mapas de rutas de evacuación y zonas seguras, considerando la huella del aluvión.
  • En base al peligro presente en el pico sur del nevado Huascarán, es imperativa la necesidad de contar con una adecuada preparación y respuesta de la población en las áreas expuestas, por lo cual se recomienda estructurar y ejecutar un plan integral de sensibilización continua.
  • Implementar un Sistema de Alerta Temprana Comunitario (SATC) por aluvión, que permita detectar la ocurrencia de un evento, comunicando la alerta de forma efectiva y rápida.
  • Establecer un mecanismo de vigilancia de avalanchas en el pico sur del nevado Huascarán y remitirlas diariamente a las entidades técnicas competentes.

Retroceso glaciar

Los glaciares no solo se derriten: también se transforman en paisajes más inestables y peligrosos. En ese sentido, Fabian Drenkhan, especialista en glaciares y docente de la PUCP, explicó a El Comercio que desde hace décadas se viene observando en todo el mundo —y también en el Perú— un fuerte retroceso glaciar. Este fenómeno, explicó, está directamente relacionado con el calentamiento global y las crecientes emisiones de CO₂.

Esto origina que los glaciares poco a poco vean reducida su geometría. Y al cambiar la geometría, algunas partes de los nevados lucen más empinadas e inestables. A su vez, esto genera algunos de estos problemas mencionados”, sostuvo.

El deshielo no solo afecta al hielo: también está soltando las montañas piedra por piedra. El experto señaló que, debido al derretimiento del permafrost —la capa congelada de suelo, rocas o sedimentos—, muchas paredes rocosas alrededor de los glaciares se han vuelto menos estables. El permafrost cumple la función de mantener unidas las rocas, pero al descongelarse, estas quedan sueltas y con mayor probabilidad de desprenderse en cualquier momento.

Los accidentes o eventos que pueden pasar, aparte de las avalanchas y desprendimiento de bloques de hielo, son también caídas de rocas. Es más, todos estos eventos a veces se suscitan un tras otros, los que origina que se desprenda una mayor cantidad de materiales. Todo esto hay que tomar en cuenta cuando uno se aventura a los nevados“, comentó.