Las muertes por falta de oxígeno medicinal en Iquitos han dado la vuelta al mundo y han expuesto el lado más frágil de la campaña emprendida por el Gobierno Peruano para enfrentar al coronavirus. “The Guardian” anunciaba el 7 de mayo que “la capital de la selva del Perú se ahoga”. Cinco días después, el canal France24 confirmaba la catástrofe: “En Iquitos, los hospitales ya no controlan nada”. Y hace solo dos días, Eldiario.es recogía las súplicas de los médicos infectados en la ciudad amazónica que “claman por su traslado a Lima”.
Aun así, no todas las noticias provenientes de la capital de Loreto fueron desalentadoras. La campaña de solidaridad que lidera el sacerdote Raymund Portelli, en coordinación con el vicario apostólico de Iquitos, Miguel Fuertes, tuvo tal impacto en redes sociales que en solo un día lograron recaudar S/1’573.469. Tal como informó El Comercio en su edición del 5 de mayo, el objetivo de la colecta –que recibió aportes desde todo el mundo– era la compra e instalación de una planta de oxígeno para salvar vidas en Iquitos. El llamado ‘oxígeno de la solidaridad’.
Portelli informó este martes que ya se inició la instalación de una primera planta en el colapsado Hospital Regional de Loreto Felipe Arriola Iglesias, del Ministerio de Salud (Minsa). El religioso precisó que este jueves se realizarán las pruebas de producción y que esperan iniciar el servicio de llenado de tanques de oxígeno el viernes. Para concretar esto se obtuvieron los permisos de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Loreto.
La planta, que tendrá capacidad para producir 30 balones diarios, llegó a Iquitos desmontada el 9 de mayo en un avión de la Fuerza Aérea del Perú. Los aparatos inmediatamente fueron trasladados en camiones al hospital regional. “Es un pequeñísimo sueño hecho realidad. Sabemos de la gran cantidad de muertes que se están produciendo en la región y estamos trabajando para apoyar a nuestro pueblo”, expresó Fuertes, quien recibió los equipos en el aeropuerto loretano.
-Hasta tres plantas-
El dinero recaudado en la campaña ha permitido adquirir una segunda planta, según detalló Portelli. Ambas fueron compradas a la empresa Laboratorio Técnico Industrial S.A.C., con sede en Villa El Salvador. La segunda es mucho más grande (tendría capacidad para 60 balones al día) y se tiene prevista su llegada durante la primera semana de junio, indicó el sacerdote.
A esto se suma que la compañía proveedora enviará este viernes a Iquitos una planta –en calidad de préstamo– que permitirá abastecer de oxígeno a los pacientes hospitalizados directamente por la red de distribución del nosocomio.
“Este proyecto se hará realidad en pocos días para poder salvar vidas. Estamos unidos, pensando el uno en el otro. […]. Vamos a superar juntos esta crisis”, expresó el padre Raymundo, como lo conocen en Iquitos, en una reciente alocución a sus fieles.
En tanto, Fuertes precisó que la campaña de recaudación de fondos continúa abierta y que si es posible se adquirirá otra planta. “Mientras más tengamos, más podremos ayudar a todas las personas que sufren”, dijo.
-Las cuentas claras-
Portelli envió a este Diario el cuadro con las cuentas de los gastos hechos hasta el 11 de mayo. Por la primera planta se pagó S/136.000, que corresponden al 40% del total; y por la segunda se desembolsaron S/425.000 (el 60%).
También se invirtió en material de bioseguridad (S/22.978,60), en un concentrador de oxígeno (S/3.448,27) y en accesorios para la primera planta (S/14.846). Así, de los más de 1,5 millones recaudados, aún se dispone de más de S/971.000 para los gastos restantes.
“Con ese dinero restantes se está gestionando el traslado de la segunda planta, además de la adquisición de medicinas y materiales de bioseguridad”, acotó el Vicariato Apostólico de Iquitos en un comunicado.
-Aislados y condenados-
Desde que se decretó el estado de emergencia sanitaria y se suspendieron los vuelos comerciales, los más de 800 mil habitantes de Loreto quedaron aislados. Es tan dura la situación que, según vecinos de Iquitos, ni siquiera es posible encontrar Paracetamol en las farmacias.
Desde entonces, la Dirección Regional de Salud ha contabilizado 761 muertos confirmados o con síntomas de coronavirus (entre ellos 8 médicos). No obstante, el Minsa apenas reporta 78 decesos en esa zona. También hay 185 médicos y otro personal de salud contagiados (el 55% del total), algunos graves.
El Ministerio de Salud ha prometido la instalación de plantas de oxígeno en Iquitos, pero por ahora solo traslada algunas decenas de balones al día a través de un “puente aéreo”. “[Del 3 al 9 de mayo] el Minsa envió a Loreto un total de 172 balones de oxígeno”, precisó el Minsa en un comunicado. Esto hace un promedio de 28 balones al día. Sin embargo, según el titular de la Diresa de Loreto, esto es insuficiente.
Se calcula que la región necesita al día unos 600 balones, pero apenas dispone de unos 200. “Nos prometieron 60 balones al día, aunque sea, pero solo están llegando 24 o 12”, dijo el director regional de Salud, Carlos Calampa del Águila.
Por otro lado, Calampa advirtió que en las provincias periféricas de Iquitos y zonas fronterizas ya se han registrado 20 muertos por COVID-19. “En la periferia los médicos están abandonando los centros de salud porque se están contagiando. Ni siquiera aceptan sueldos de 10 mil soles porque temen por sus vidas. En Ramón Castilla y Caballococha no tenemos oxígeno, en Requena no hay planta de oxígeno, en Nauta tampoco. Ellos dependen de Iquitos y el puente aéreo es insuficiente para cubrir la demanda de la región”, advirtió.
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¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?
Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.
Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla
Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.