“No queremos contar votos, queremos construirlos”, me dice el congresista no agrupado Edward Málaga Trillo, reanimándose tras un suspiro, pues por fin encuentra una frase que le permite explicar porqué no puede decirme el día y la hora en que presentarán la moción. Edward se ha tomado la prédica vacadora tan en serio, que se separó de Flor Pablo y Susel Paredes, sus colegas moradas, adversas a vacar, y dio un paso hacia la derecha.
Málaga, junto a otro no agrupado, Carlos Anderson; Diego Bazán y Adriana Tudela de Avanza País; Karol Paredes de Acción Popular; y Kira Alcarraz de Integridad y Desarrollo, han formado el grupo promotor de la tercera moción de vacancia. No se han puesto un nombre, aunque cuando se lo pregunté, prometió pensar con sus colegas en uno que recoja la idea de que no son meros vacadores, sino que están de acuerdo con que se vayan todos, y antes de irse, dejar una reforma política.
Mira: Hernando Guerra García habla de vacancia y adelanto de elecciones.
Los fujimoristas, los celestes de Renovación Popular, y los apepistas, los respaldan tácitamente; pero prefieren no ser parte del grupo, pues creen que es mejor que esta moción esté representada por esa media docena sin partido. Eso queda claro, por cierto, en el audio de una reunión de APP filtrado al portal Epicentro. Hay un antecedente de una articulación similar a fines del 2017, cuando se produjo el primer intento de vacancia de PPK. El bloque vacador tuvo a César Villanueva, un independiente en el grupo de APP, como una suerte de promotor y vocero. Luego, este se convirtió en primer ministro de Martín Vizcarra, pero esa es otra historia.
El grupo promotor y sus aliados tácitos, la tienen muy difícil para vacar a Pedro Castillo. Los avances de la fiscalía, que podría sorprendernos con pruebas de mayor impacto que las trascendidas y difundidas hasta hoy, los animan; pero el frente político está entrampado. Los 87 votos son inasibles y la desaprobación del Congreso (8% según última encuesta del IEP) es tal que algunos congresistas temen generar rechazo si se lanzan a la piscina. Para remate, ha aparecido una alternativa que gana adeptos y –aunque no se excluye mutuamente con la vacancia-, el bloque vacador siente que le arruina la película.
Los ‘adelantistas’
Cuando he indagado en bancadas de centro e izquierda, como la flamante Integridad y Desarrollo y Cambio Democrático-JP, la idea del adelanto de elecciones vence a la vacancia. Esta demoraría dos legislaturas (que pueden convocarse en plazos cortos) y sino se aprueba con 87 votos debe ir a referéndum; pero es más consensual y el Congreso dejaría en claro que sí está dispuesto a irse.
Conversé con líderes partidarios del bloque vacador y temen que el adelanto imponga su tiempo largo y arruine su propuesta. Les molestó mucho que Digna Calle reviva su proyecto de adelanto de elecciones generales, presentado el 28 de abril. Ella es segunda vicepresidenta del Congreso, en virtud de un pacto tácito por el cual su partido, Podemos, se sumaba al bloque vacador. Así me lo contaron fuentes de APP, de Fuerza Popular y Avanza País. La insistencia en su proyecto se ha leído como una traición de José Luna Gálvez, el líder de Podemos, respecto a quien Calle es muy cercana. Quise conversar con ella, pero prefirió responderme por escrito. Miren lo que dice sobre el pacto cuando le preguntó sino considera que lo está rompiendo y saboteando el afán vacador: “No existe o, en todo caso, desconozco, la existencia de un pacto tácito pro vacancia que yo asumía tácito. Se habla mucho de vacar al presidente, pero los hechos dicen lo contrario. Insistir con mi PL [proyecto de ley] proyecto no significa sabotear la vacancia presidencial. Recuerden que mi PL # Nos Vamos Todos fue presentado en el mes de abril, cuando no era parte de la mesa directiva”.
Mi segunda pregunta a Digna Calle, fue más práctica. ¿Votaría a favor de la vacancia aún si se debatiera su proyecto?: “No son excluyentes. De realizarse un pedido de vacancia, votaría a favor. Sin embargo, recordemos que, al vacar al presidente, continuarían –desde el legislativo- los mismos políticos, y algunos han demostrado no estar a la altura de lo que nuestro país necesita (…). La crisis política en la que nos encontramos nos obliga a tomar otras medidas”.
La provocación podemista puede explicar la poco disimulada pica de Hernando Guerra García, portavoz de Fuerza Popular y presidente de la estratégica Comisión de Constitución, cuando enunció la agenda de su comisión y no mencionó el proyecto de Calle. Tal fue la insistencia de Digna y de terceras voces, que ‘Nano’ morigeró sus declaraciones, poniéndose a tono con Keiko Fujimori, que se pronunció a favor de debatir el adelanto. Ayer, en entrevista en El Comercio, Guerra García trató de ser conciliador y admitir que el adelanto ni es una mala idea ni excluye la vacancia.
Mira: Digna Calle insiste con su proyecto de adelanto de elecciones.
En efecto, el proceso de dos legislaturas para debatir y aprobar un proyecto de adelanto de elecciones, no excluye que el grupo promotor lance la tercera moción y eche a andar el rápido proceso con plazo limitado de 10 días para que se admita el debate, el presidente o sus abogados hagan los descargos y se produzca el clímax de la votación. Ya hemos pasado por eso. Cuando le pregunté a Ed Málaga qué mensaje conciliador le da a los ‘adelantistas’, me respondió: “Igual va a haber un adelanto de elecciones, súmense a la vacancia”. Sin embargo, el ‘adelantismo’ plantea a los vacadores un reto al que aún no le encuentran una respuesta práctica: dar, junto al pedido de vacancia, una señal creíble y contundente, de que están favor de las elecciones generales.
Aunque los vacadores preferirían que no se debate el adelanto y el ‘adelantismo’ prefiere no vacar; se trata de un falso dilema, pues las dos opciones no se excluyen del todo. Pasión Dávila, el profesor que sorprendió presentando, desde su oficialismo, un proyecto de adelanto a fines de abril, no es partidario de vacar, pero es de los varios que dicen que, si se llegara a un punto insostenible, lo haría. Todos los voceros de Perú Libre han dicho lo mismo, de una manera u otra. Por cierto, el proyecto de Dávila fue retirado por la oficialía mayor del Congreso, cuando algunos de los cofirmantes se retiraron. Este intentó reemplazarlos con otras firmas dentro de su grupo, pero no las encontró. Ese fue el proyecto que Susel Paredes hizo, en lo esencial, suyo; y hoy ha pedido sumarlo al de Digna Calle.
No son, pues, excluyentes, ni los proyectos de adelanto entre sí, ni estos con la vacancia. Pero la enfrían. De ahí la antipatía generada por la insistencia de Calle y de Paredes en el bloque vacador, hasta que cayeron en la cuenta de que lo mejor era favorecer la convivencia de propuestas. El bloque se ha tenido que tragar el sapo y seguir adelante con su plan de construir los dos tercios de votos (87) que necesitan.
Indagando entre los vacadores, los veo esperanzados en lanzar el proceso a fines de este mes, antes de que las elecciones de gobernadores y alcaldes impongan una tregua entre Congreso y Palacio de Gobierno. Pero no tienen partidos de referencia y no perciben del mismo modo la agenda de estos, que se juegan su vigencia e influencia nacional en las elecciones del 7 de octubre. APP, crucial en el manejo de la mesa directiva, tiene, además, que hacer el control de daños de los audios filtrados de su cónclave. César Acuña y Lady Camones han sido ligeramente magullados pero los correctivos pueden terminar en expulsiones, licencias y, en consecuencia, votos despechados e inciertos. A los fujimoristas les cuesta asumir que no tienen la mayoría congresal abrumadora que tuvieron en anteriores periodos, y difícilmente van a llevar la bronca con Castillo en paz con los adelantistas. En la encuesta de Ipsos El Comercio de julio pasado, el 42% dijo estar definitivamente de acuerdo con la vacancia y el 65% con el adelanto de elecciones. El reto de adelantistas y vacadores es aliarse y tirarse juntos a la piscina.