Redacción EC

El presidente Martín Vizcarra anunció esta tarde a través de un mensaje a la nación su decisión de disolver el Congreso de la República y convocar a elecciones parlamentarias, al considerar que la cuestión de confianza planteada horas antes por el primer ministro Salvador del Solar –por la elección de miembros del Tribunal Constitucional– fue rechazada.

La anterior disolución del Congreso ocurrió el 5 de abril de 1992, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori tomó la decisión. Con su medida Fujimori además tomó el control de los otros poderes del Estado.

Mensaje autogolpe de Fujimori - 05/04/92

OPSE_PERU_ALBERTO FUJIMORI_MENSAJE A LA NACION_AUTOGOLPE 05 DE ABRIL
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Así informó El Comercio en su portada de la edición del 6 de abril de ese año:

El presidente de la República, Alberto Fujimori Fujimori, dispuso anoche la disolución temporal del Parlamento Nacional y anunció que la continuidad gubernamental del país se dará transitoriamente a través de un "gobierno de emergencia y reconstrucción nacional.

Asimismo, dispuso que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional asuman el control total de la situación, a fin de cautelar el orden y la seguridad ciudadanas.

En imprevisto Manifiesto a la Nación, pronunciado al promediar las 10:30 de la noche, el jefe del Estado precisó que la disolución temporal del Congreso de la República tendrá vigencia hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional.

También anunció la reorganización total del Poder Judicial, del Consejo Nacional de la Magistratura, del Tribunal de Garantías Constitucionales y del Ministerio Público. El mandatario dispuso además la reestructuración de la Contraloría General de la República.

Paralelamente al inicio del mensaje presidencial, tropas combinadas del Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional se desplazaron por las principales calles de la capital de la República y las principales ciudades del interior del país, acordando con sus unidades motorizadas y de tierra, las sedes de los poderes públicos (Congreso, Palacio de Justicia, Jurado Nacional de Elecciones) y principales locales públicos y privados.

Objetivo de esa movilización fueron también los domicilios de los presidentes de las cámaras legislativas, Roberto Ramírez del Villar y Felipe Osterling Parodi, a quienes –según el titular del Senado– se les comunicó que estaban con arresto domiciliario.

Igual situación se registró en las residencias de los miembros de las directivas del Senado y Diputados, y de diferentes dirigentes políticos y sus respectivos locales partidarios.

Asimismo, miembros de las tropas ingresaron a los locales de los principales medios de comunicación. Por ello nuestro diario, El Comercio, fiel a sus principios de defensa de las libertades de prensa y expresión, protesta enérgicamente ante este hecho, que se repitió en otros diarios, emisoras de radio y canales de televisión.

El pretexto de que los efectivos de las Fuerzas Armadas están encargados de “cautelar” que “no se tergiverse el texto del mensaje presidencial”, es absurdo e inaceptable que se atente contra los derechos de libertad de prensa y que se instaure la censura a la prensa libre.

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