El proceso electoral nos recuerda una vez más la precariedad del sistema de partidos peruano. Dos organizaciones cambiarán totalmente de identidad para amoldarse a sus nuevos candidatos presidenciales. En total, 14 de los 24 partidos vigentes cambiaron, en algún momento, algo de su identidad para ajustarse a una candidatura, a una coyuntura o a un sector del electorado.
En el libro ¿Por qué no hay partidos políticos en el Perú? (2019), Mauricio Zavaleta y Steven Levitsky explicaron detalladamente que el sistema de partidos colapsó a finales de la década de 1980 y a comienzos de la siguiente.
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Esto se puede observar en los partidos más históricos del país: Apra, Partido Popular Cristiano y Acción Popular. En 1985, las tres agrupaciones sumaban el 72% de los votos; para el 2006 bajaron a 54%; y en el 2016, apenas 13%.
En las elecciones congresales extraordinarias del 2020, Acción Popular fue el partido más votado pero con solo 10%; mientras que el Apra y PPC quedaron fuera del Parlamento al no pasar la valla electoral de 5%.
Han surgido nuevas agrupaciones como Perú Posible, Solidaridad Nacional, Alianza para el Progreso y el Partido Nacionalista. Todos fueron proyectos personalistas que han llegado a gobernar en distintas instancias de gobierno, pero uno ya desapareció (PP); otros dos corren el riesgo de perder su inscripción en el proceso 2021 (SN y PN); y solo uno tiene una posición expectante, pues es la segunda fuerza en el actual Congreso (APP).
Ante la posibilidad de perder la inscripción –en los comicios congresales 2020 no pasaron la valla–, Solidaridad Nacional ha optado por una práctica que cada vez se vuelve más recurrente: cambiar de identidad.
Camaleónicos
Los 14 partidos que han cambiado de identidad pueden dividirse en dos grupos: siete cambiaron radicalmente, y otros siete realizaron cambios coyunturales.
En el proceso electoral 2021, observamos dos cambios radicales. El primero es el ya mencionado Solidaridad Nacional, que pasará a llamarse Renovación y cambiará el sol amarillo por el celeste pro familia. El nuevo líder Rafael López Aliaga, quien reemplaza a Luis Castañeda, anunció que tendrán “a Cristo como centro y raíz” de su estatuto. El cambio apunta a un nicho electoral: el votante conservador.
El otro cambio radical es el de Restauración Nacional, el cual pasará a llamarse Victoria Nacional. El nombre se amolda a su candidato presidencial, George Forsyth, alcalde de La Victoria. También cambiará el logo de la espiga, pero aún no se han revelado detalles.
En el 2019, intentaron cambiar a Perú Firme amoldándose al excongresista Daniel Salaverry, pero no se concretó. RN busca desligar la imagen del partido de la del pastor Humberto Lay.
Antes hubo otras transformaciones. En el 2019, Peruanos por el Kambio cambió de nombre y logo –ahora se llama Contigo– para desligarse de las iniciales de Pedro Pablo Kucyznski, a quien llevaron a la presidencia en el 2016. El precandidato presidencial de Contigo en el actual proceso es Máximo San Román, quien desde 1990 ha postulado con cuatro partidos, una alianza electoral y dos movimientos regionales.
El politólogo Mauricio Zavaleta, también autor del libro “Coaliciones de independientes” (2014), sostuvo que la figura legal de “partido nacional” que existe en el Jurado Nacional de Elecciones no garantiza la existencia de bases, militantes y organización territorial.
“Son una inscripción sin una marca reconocible. Cuando tienes un candidato nuevo, se adecúa el nombre al candidato; lo mismo con relación al logo. Un logo que te sirvió en algún momento lo cambias para que traduzca mejor al candidato”, apuntó.
En esa línea, la politóloga Paula Muñoz advirtió que los partidos siempre terminan siendo algo nuevo “porque no hay una identidad fija”.
“Se van cambiando en función de las circunstancias con la finalidad de atraer a un buen candidato o de ajustarse para que un candidato que ya han atraído pueda tener mejores posibilidades de ganar con ese registro legal. El registro anterior puede haber quedado con una mala imagen”, indicó la docente de la Universidad del Pacífico.
Un ejemplo claro es Unión por el Perú. Ha pasado de tener como candidato presidencial a Javier Pérez de Cuellar en 1995, a Ollanta Humala en el 2006 y ahora pretende postular al hermano de este último, Antauro Humala, pese a que se encuentra en la cárcel por los delitos de homicidio y secuestro. En el ámbito congresal, pasaron de Henry Pease, en 1995, a Edgar Alarcón, en el 2020.
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En el 2018, UPP además cambió de logo para postular a Esther Capuñay, una excongresista de Solidaridad Nacional, a la Alcaldía de Lima.
Cuatro grupos no lograron inscripción al cierre del proceso
El pasado 30 de setiembre, también se venció el plazo para la inscripción de nuevas agrupaciones políticas. Ninguno de los cuatro grupos que estaban en proceso de hacerlo obtuvo la resolución respectiva para entrar en la contienda del 2021.
Un día antes del cierre, el Partido Regionalista de Integración Nacional (PRIN) publicó un video en Facebook celebrando la solicitud de inscripción ante el JNE. Sin embargo, presentaron varios errores y se les devolvió el expediente.
“Vamos a presentar todo nuevamente, pero no entraremos al proceso electoral 2021, aunque no descartamos buscar alguna alianza”, indicó Walter Chirinos, presidente del PRIN.
Tampoco lograron hacerlo las agrupaciones Nuevo Perú, de Verónika Mendoza; Frente Esperanza, de Fernando Olivera; y Perú Firme, de Daniel Salaverry.
Cuatro claves sobre la valla electoral
1. ¿Qué partidos perderán la inscripción electoral en las elecciones 2021?
Los que no obtengan al menos cinco representantes al Congreso en más de una circunscripción electoral y, al menos, el 5% de los votos válidos en el ámbito nacional.
2. ¿Qué pasará con los partidos que formen alianzas electorales?
El partido pierde la inscripción si forma alianza con otra agrupación y no alcanzan al menos el 6% de los votos válidos. Ese porcentaje se eleva en 1% por cada partido adicional que se incorpore a la alianza. También puede perder la inscripción si se participa en alianza, pero no se consigue cuando menos un representante al Congreso.
3. ¿Qué pasa si un partido no participa en este proceso electoral?
También pierde su inscripción electoral. No puede retirar todas sus listas de candidatos del proceso una vez inscrito porque también se cancelará su inscripción.
4. ¿Los partidos que pierdan su inscripción podrán volver a postular en la siguiente elección?
Deberán buscar inscribirse de nuevo acreditando 25.300 afiliados, y 65 comités –con 50 afiliados cada uno– en 20 departamentos del país.
*Con la colaboración de Alejandro Boyco.
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