La resaca de las sucesivas crisis políticas y la del coronavirus dejan un panorama enigmático para las elecciones del próximo año. ¿Los peruanos preferirán políticos institucionalistas o discrecionales? ¿Intervencionistas o partidarios del libre mercado? ¿Qué caracteriza a los posibles aspirantes?
En esta nota se ha clasificado a los posibles candidatos electorales del 2021 en función al perfil que mejor describe cómo piensan en términos de institucionalidad y de manejo económico. La coyuntura es especial, pues estará marcada por los efectos de la pandemia y por la alta fragmentación que dejaron los últimos comicios.
MIRA: Alberto Fujimori: ¿por qué el PJ rechazó nuevo recurso para sacarlo de Barbadillo?
Los institucionalistas
Respeto por el balance de poderes.
Un candidato institucionalista es lo opuesto a uno que toma decisiones discrecionales. En el terreno económico podría ser un poco más partidario del libre mercado o del intervencionismo, pero en el eje político respeta nociones básicas del Estado de derecho como las libertades fundamentales y el balance entre los poderes, según explica Alberto Vergara en su libro “Ni amnésicos ni irracionales”.
En el Perú, la paradoja es que hay figuras políticas a las que se las reconoce como institucionalistas –a raíz de su conducta en la gestión pública–, pero que aún no tienen un partido de soporte, como Salvador del Solar, o que recién lo están constituyendo, como Jorge Nieto, explica la politóloga Denisse Rodríguez.
Además de ellos, para Rodríguez, los candidatos Julio Guzmán (Partido Morado), al centro; Alberto Beingolea (PPC), a la derecha; y Verónika Mendoza (Nuevo Perú), a la izquierda, pueden compartir un discurso institucional.
Por debajo de ellos, y más cerca de la línea imaginaria que separa lo institucional de lo discrecional, se encontrarían Marco Arana (Frente Amplio) –su organización tomaría decisiones con menor sustento legal, pero sus iniciativas son dentro del sistema–; George Forsyth, quien no ha tenido discursos tan altisonantes en la gestión municipal como Daniel Urresti (Podemos Perú); y Jorge Muñoz y Yonhy Lescano (Acción Popular).
Para Rodríguez, Alfredo Barnechea (AP) sería un institucionalista ad hoc, “hasta que las papas quemen”, pues también estuvo cercano al Apra.
MIRA: Ministro de Justicia: “Siete mil internos pueden favorecerse” con decretos sobre penales
Los discrecionales
Menor apego por las instituciones y la ley.
Por el contrario, un líder que toma decisiones discrecionales tiene menor apego por las instituciones y más hacia el autoritarismo. Algunos estarían más hacia la izquierda y otros hacia la derecha, pero su forma de tomar decisiones, en la mayoría de los casos, es muy pragmática y van a ir hacia donde los lleve el viento, explica Omar Awapara, director académico de la carrera de Ciencias Políticas de la UPC.
Los candidatos más discrecionales serían Daniel Urresti (Podemos Perú), Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y Ollanta Humala (Partido Nacionalista), según Awapara.
El primero de ellos no ha tenido interés en fundar un partido, ya que su participación en política es personal, caudillesca y en cualquier momento podría separarse de su grupo, según el politólogo. Mientras, si bien Fujimori construyó una organización, no está pensada como una plataforma democrática, con reglas de juego, sino en un proyecto personalista que facilite su llegada al poder. A eso se suman los antecedentes del comportamiento de Fuerza Popular en el anterior período.
En el caso de Humala, señala que habría que diferenciar su actitud del 2006 con su gestión del 2011, más institucional, por el contrapeso que tuvo. Además, los tres tienen características militaristas.
El último de este grupo sería César Acuña (APP), a quien no ve convencido de las virtudes de las instituciones, pese a tener una estructura partidaria nacional. Por el contrario, Acuña tuvo prácticas clientelares.
“Ellos tres [Fujimori, Humala y Urresti] han dado muestras de que serían los más capaces de abusar del poder”. Omar Awapara - Director académico de Ciencias Políticas UPC
MIRA: ‘Richard Swing’: fiscalía apunta a levantar el secreto de comunicaciones de investigados
Los librecambistas
Pro mercado y continuidad del modelo.
El segundo eje de las discusiones está en el campo económico: los partidarios del capitalismo de libre mercado contra los intervencionistas. Para Carlos Alberto Adrianzén, docente de Ciencias Políticas en la PUCP y UARM, el escenario político posterior a la pandemia favorece al discurso que reclama más Estado. Eso haría que los librecambistas se tiren más hacia el centro.
De los actuales candidatos, Alberto Beingolea sería el más librecambista, por la tradición del PPC, según Adrianzén. Cerca de él también está Raúl Diez Canseco (AP), pese a que su partido tiene facciones contrapuestas.
Keiko Fujimori y César Acuña, por su discrecionalidad, podrían tener prácticas librecambistas hacia las élites, y populistas y de más Estado hacia los sectores populares, explica.
Pero no hay más candidatos que claramente tengan este perfil. “Hay un pelotón al medio que no van a ser pro mercado, pero tampoco van a exceder el rol subsidiario del Estado”, complementa la politóloga Maria Alejandra Campos. Allí ella pondría a Humala, Muñoz –por las decisiones tomadas durante sus gestiones de gobierno–, Del Solar, Nieto, Guzmán y Forsyth. En el caso de este último, dependerá de su entorno, pues aún no queda clara su línea ideológica, señala Adrianzén: podría ser un liberal con algunos gestos para la platea.
“Los sectores más liberales no tienen organización política, los del gobierno de PPK están desacreditados o se han retirado al sector privado”, añade Adrianzén.
“¿Quiénes necesitan un liderazgo discrecional? Los que quieren cambiar más las cosas. Alguien que va a seguir las coordenadas actuales no lo necesita”. Carlos Alberto Adrianzén - Candidato a doctor en Ciencias Políticas
MIRA: Embajadores de Canadá, Francia, Colombia y Australia envían carta al Congreso por suspensión de cobro de peajes
Los intervencionistas
Más participación del Estado y regulación.
En oposición a los librecambistas, el campo de los intervencionistas congrega a más candidatos. Esta visión se opone al rol netamente subsidiario del Estado. Aun así, el intervencionismo puede aplicarse de diferentes formas en esta coyuntura.
En este perfil están Marco Arana y Verónika Mendoza, quienes coinciden en proponer el cambio de Constitución para fortalecer el rol del Estado en la economía.
Un poco menos hacia la izquierda calzarían candidatos que buscan mayor regulación y una política poco orientada a promover la inversión privada, como Lescano o Barnechea. Ellos no tienen un discurso ideologizado, sino más pragmático, según Campos.
En el terreno del intervencionismo también entraría César Acuña, quien, pese a ser empresario, tiene una bancada en el Congreso que ha postulado propuestas abiertamente intervencionistas. “Creo que él sabe que es un problema que sea un millonario y sabe que es popular golpear a los de arriba, entonces lo hace. Pero no va a hacer nada que lo perjudique a él”, añade la politóloga.
Pero Adrianzén señala que Urresti es mucho más peligroso por su discrecionalidad y pragmatismo. “Lo va a orientar hacia una intervención en el Estado de la peor forma posible. Además, no es un político que tenga partido; es presidente una vez y se acabó”, añade.
“Urresti está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir votos y notoriedad, y el terreno más fértil es el intervencionismo”, agrega Campos.
“Vamos a ver si Urresti se tira más hacia la izquierda ahora que no ha levantado en la intención de voto. Quizá tome posturas más extremas”. Maria Alejandra Campos - Politóloga
VIDEO SUGERIDO
TE PUEDE INTERESAR
- Un ‘swing’ que ahora nadie quiere bailar, crónica con las contradicciones en el círculo de la campaña de PPK
- 'Richard Swing’ tuvo reuniones en Palacio de Gobierno en junio y octubre del 2018
- Ministerio de Cultura: La cartera más inestable