¿Qué se espera del mensaje a la Nación de Dina Boluarte? Autoridades y gremios brindan los puntos claves para 28 de julio

El país vive un momento crítico. La lucha contra las economías ilegales, minería y pesca ilegal, debe ser firme y frontal. No más Reinfos, impunidad para la construcción ilegal de embarcaciones, evasión de impuestos, destrucción del medio ambiente. Son el principal enemigo, sostienen la inseguridad y la violencia.

Además, en el sector pesquero, motor de desarrollo descentralizado y generador de 250 mil empleos formales:

1) IMARPE: fortalecer la investigación científica, base para la toma de decisiones y la sostenibilidad. Nuevas tecnologías para el monitoreo de las condiciones del mar, capacitación, y preparación de la nueva generación de científicos. Además, la construcción de la nueva embarcación Humboldt en un astillero líder global con apoyo del sector privado.

2) Pesca de anchoveta: La primera temporada deja lecciones a implementar: cruceros más cortos y eficientes, monitoreo continuo de las condiciones oceanográficas y el inicio más temprano de la temporada para el aprovechamiento sostenible del recurso.

3)Pesca en el sur: retomar el impulso de la pesca industrial de anchoveta en el sur del Perú. Se pierden 1.500 empleos anuales y se ha destruido inversión privada (de 12 plantas industriales a solo 3). Lo que no se pesca en el sur, se pierde o migra al norte de Chile. 

El último año de gobierno debe estar enfocado al cierre de brechas de infraestructura que tanto se demanda desde las regiones. Para esto, la presidenta de la República requiere llegar al 28 de julio con una debida planificación técnica respecto a los proyectos por los que apostará para el cierre de su mandato. La priorización de los proyectos debe ser técnica y no política.

El último crédito suplementario ha demostrado que el gobierno sigue apostando por criterios políticos. Brindar mayor presupuesto a obras que no tienen garantía de ser finalizadas es derrochar los fondos.

Es por ello que la mandataria debe ser selectiva en los proyectos que priorizará para este último año. Una de sus prioridades debe ser la nueva Carretera Central que busca conectar la costa con la cierra central del país, y para la cual se requiere garantizar el presupuesto y agilizar las obras de inicio. Esta obra no puede quedar aplazada, porque puede significar la más importante de que deje su gestión.

En regiones también existen varias deficiencias en la estructura hospitalaria. Priorizar las partidas presupuestales para la culminación de nuevos hospitales es otro de los puntos que se esperan del mensaje. Este último año no necesitamos discursos largos, sino promesas concretas y la conectividad y la salud son dos temas que demandan las regiones del país. 

Este gobierno tiene la oportunidad de pasar a la historia dejando un gran legado: sentar las bases de una ley sólida, consensuada e inclusiva para la minería artesanal y la pequeña minería. Una norma que defina el rumbo del sector en las próximas décadas, impulsando la formalización y la sostenibilidad, a través del diálogo con todos los actores, el análisis técnico y el respeto al marco legal.

Regular y potenciar una pequeña minería formal, respetando las concesiones otorgadas y promoviendo la exploración de nuevos yacimientos, es apostar por un modelo sostenible que fortalecerá la estabilidad, la seguridad jurídica, el respeto al medio ambiente y la seguridad de los trabajadores. El gobierno ha dado muestras de luchar contra las economías ilegales. Para garantizar el éxito de este esfuerzo, se requiere una estrategia integral multiactor.

De otro lado, tenemos el desafío de desarrollar proyectos mineros, principalmente de cobre y oro, por más de US$ 64 mil millones. Se requiere voluntad política y liderazgo de nuestras autoridades, a fin de que la industria minera y el Perú, no pierdan oportunidades de desarrollo y se conviertan en eslabón esencial en la transición energética mundial. Simplificar los permisos sin reducir los estándares ambientales, y mejorar las capacidades de las entidades, son esencial para ello. 

Lo afirmé en marzo, cuando reporté más de 100 muertos en este período. Sentencié que íbamos en la ruta de una escalada de sangre y desgracia de miles de familias sin que este gobierno tenga objetivos claros. Hoy la data es un número que no solamente es frio, sino espeluznante. El Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef) en su último informe, de junio de este año, registró 1.002 homicidios.

La declaratoria de emergencia, nunca funcionó ni funcionará. Nunca hubo un plan preciso, conciso y de reacción real ante esta masacre.

¿Qué espero del mensaje presidencial? Siendo optimistas, no mucho. No es un pensamiento fatalista; al contrario, debe llevarnos a pensar el Perú de mañana. Espero acciones concretas. Un gobierno con pantalones.

1. Empezar con la geolocalización para dar con quienes extorsionan con un celular. Que las empresas operadoras, sean considerados cómplices de la delincuencia si es que no colaboran. 2. Sin miedos, instalar bloqueadores de señal en los establecimientos penitenciarios y que esto sea hacia dentro de los penales, no afuera como sucede en mi distrito. 3. La asignación de presupuesto para la división de inteligencia. 4. Por último, más recursos para las municipalidades que combatimos la informalidad y caos en las calles.