Amarena más allá del brunch: la popular cafetería se renueva con opciones de pastas, vinos y coctelería

Buenas vibras, buena comida y buena música. No es solo un slogan, realmente es como se vive Amarena, la cafetería-restaurante que ha marcado la pauta por su atrevida propuesta. Gracias a su estilo comfort, salpicado de sabores del mundo, y un gran talento femenino ganó un Premio Luces y un Premio Somos. Comencemos esta aventura culinaria que ha ampliado su propuesta gastronómica apostando principalmente por almuerzos, vinos naturales y coctelería en su local de la Av. Bolognesi.

INICIA LA AVENTURA

Las chefs Camila Unzueta (Bolivia) y Laura Tibaquira (Colombia) junto con la administradora de empresas Andrea Rodríguez (Perú) son las mentes maestras detrás de este concepto: sencillo, pero completo; en el que hay libertad para las novedades y la fusión, sin olvidarse del equilibrio.

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“Siempre supe que Andrea tenía un espíritu emprendedor [...] Y con Laura trabajamos juntas cuando no había muchas mujeres en las cocinas de Central y Kjolle. Las dos veníamos de la alta cocina [...] Le ofrecimos que se una al proyecto y empezamos las tres a buscar el local y armarlo juntas”, recuerda Unzueta. “Sabíamos que íbamos a hacerlo funcionar. Desde el día 1 nos hemos sentido muy apoyadas, muy queridas como empresa”, agrega.

A fines del 2021, abrieron su primer local en la gastronómica Av. La Mar y rápidamente se convirtió en una opción imperdible para el brunch. Tiempo después, abrieron un nuevo espacio (casi a 15 min.) en la Av. Bolognesi que está ampliando su carta con novedades; pero manteniendo su estilo característico.

“La idea siempre va a ser que el cliente sienta ese confort food, ese lugar casual donde se sienta cuidado. Con Laura, lo que pudimos traer de estos restaurantes de alta cocina era ese servicio personalizado [cuidado al detalle, la excelencia, la disciplina]. Venimos de esa escuela, pero queríamos plasmarlo en una comida mucho más entendible. Creo que poner eso en un local como Amarena, que es una cafetería - restaurante, es un plus”, recalca Camila Unzueta.

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VIVA LA PASTA

Insumos de calidad, técnicas cuidadas, procesos artesanales y gran sabor. Estos componentes forman parte del ADN de Amarena que ha sumado nuevas opciones a su carta de almuerzos (en el local de Bolognesi) y destaca por los platos de pasta hechas en casa. Un must es el tortellini relleno de cuatro quesos, nueces y tomillo; para los atrevidos el tagliatelle con salsa tatemada, alcaparras fritas y ricotta casera; y un clásico el pappardelle con ragú de carrillera.

En el primer local también hacían pastas, pero como un especial de la semana. Ahora, la producción se mudó a la cocina de Bolognesi donde, próximamente, la creatividad los llevará a lanzar algún especial u otro platillo. Todas son preparaciones que invitan a explorar nuevos sabores.

“Estamos tratando de ampliar la oferta gastronómica en el almuerzo para que la gente venga a almorzar o a picar algo. Muchos se pueden quedar con la idea de que somos solo brunch, pero somos un local que vive todo el día. Pueden venir hacer teletrabajo con su cafecito, a comer o a picar alguito con vino o unos cocteles”, apunta la chef.

El equipo de Amarena es multidisciplinario, con un background diverso, por lo que se complementan y van aprendiendo mutuamente. Dan rienda suelta a su creatividad y así surgen nuevos platillos como fue el caso del arroz con cerdo, cocido a baja temperatura durante ocho horas, acompañado de puré de zapallo loche.

SABORES DEL MUNDO

¿Quieres pedir algo más? Los toques internacionales están salpicados en toda la carta. Por ejemplo, para compartir, con unas croquetas con romesco, se trata de una salsa popular en Cataluña (España) o el sánguche sando de pollo (de inspiración japonesa) que sirven con mantequilla batayaki, salsa de piña y ostión.

“Podemos hacer lo internacional, pero siempre con un toque ‘amareno’, un toque peruano. No hacemos recetas 100% tradicionales sino que lo fusionamos para que tengan un toque diferente”, comenta.

No podíamos irnos sin mencionar a las estrellas del brunch. Está el shakshuka (plato del Medio Oriente) que preparan con salchicha huachana (nuevamente lo internacional con toque local) y el honey butter toast que nació a partir de un trend. Una cocinera del equipo lo vio y quiso replicarlo bajo el concepto de la marca: así consigue un sabor redondo y divertido con miel y tomillo.

Por otro lado, al ser una cafetería de especialidad y restaurante buscan ofrecer una experiencia completa. Donde tanto las bebidas como los platos estén al mismo nivel. Por ello, desde hace dos años, trabajan con un blend bourbon y caturra del productor Tiburcio Álvarez de Cusco. Para que el público conozca y valore su trabajo, ofrecen unas tarjetas en las que explican quién es y su labor para que esa taza llegue a sus manos.

ENTRE COPAS

La comida se complementa con una carta de vinos naturales (gracias a La Gastrónoma); es decir, sin aditivos extras en el proceso del campo y en la bodega. “Hoy en día, entre los vinos comerciales puedes encontrar que le ponen sabor a roble. El vino natural trata de ser lo más natural posible”, explica Camila Unzueta. “Pueden ser más funky, un poco más divertidos, te sorprenden de otra manera”, agrega.

Es el caso de etiquetas como Cuatro Vacas Gordas (malbec y cabernet sauvignon) y Dandelion (en tinto: blend de criollas y en blanco: torrontés, moscatel y Pedro Giménez); también tienen rosado de Raíces Negras. Cuentan con botellas de Argentina, Chile, España, Italia y Perú que van de lo balanceado y elegante a lo vibrante y extrovertido.

“Tratamos de que haya un equilibrio: alguna novedad, algo que vaya cambiando. Ahorita, por ejemplo, tenemos los Dandelion (blanco y tinto) son mucho más frescos y ligeros. No van a ser los sabores que buscan los más tradicionales, pero se van a sorprender positivamente. Seguramente vamos a ir introduciendo y cambiando la carta cada temporada”, comenta.

Mientras que, entre las novedades de coctelería, destaca el Amarena Spritz, una creación refrescante y ligera que se ha convertido en uno de los favoritos de los comensales, a medio camino entre el Aperol Spritz y un tinto de verano. Otras opciones que recomendamos son el Margarita en las rocas y el Matacuy Mule (presente el destilado peruano) o el Cold Brew Negroni, que resalta su lado como café de especialidad. ¿Te animas a probarlos?