Cuenta la leyenda que la primera persona que tomó el célebre coctel Zombie salió del bar gritando “me siento como un maldito zombie” y hasta el día de hoy no lo han vuelto a ver, como si hubiera desaparecido de la faz de la Tierra… al menos esta es la historia que acompaña el coctel Zombie cuando lo sirven en Curayacu, el bar tropical de concepto tiki que se encuentra en pleno Barranco.
Y así como este coctel cuenta una divertida historia, toda la carta de Curayacu aplica mucho entretenimiento al concepto de cada trago, como para que la visita sea el más delicioso escape después de un día duro de trabajo. No es un bar hawaiano, ni polinesio. Al ingresar a Curayacu --o a un bar tiki en general-- se vive, desde la decoración y la música, la idea de estar en una isla de vacaciones con una bebida tropical (a base de ron) en la mano. Con boyas, timones y redes que le brindan un registro náutico; tótems de madera que apelan a los dioses de la Polinesia; una barra con vegetación, bambú y paja como para simular estar dentro de una cabaña; antorchas, fotografías en blanco y negro y mucho ron, conviven en este espacio para hacer de la visita un escape isleño dentro de la ciudad.
Escape de la ciudad
“En un bar tiki la idea es que te sientas de vacaciones en un lugar exótico”, nos explica Silvana Loyola quien junto a su esposo, Renzo Medina fundaron Curayacu hace 5 años, enamorados de toda la magia y el ambiente tropical que transmite un bar de estilo tiki, estilo que conocieron en Estados Unidos y trasladaron a Lima. El primer local estuvo en San Bartolo, y actualmente se encuentran en Punta Hermosa y Barranco.
LEE MÁS: Humitas de choclo: la receta que cambiará tus mañanas de fin de semana
Aunque sus carreras no tienen nada que ver con la gastronomía ni coctelería, decidieron apostar por este negocio y dejar sus trabajos para hacer realidad sus sueños. “Actualmente, ofrecemos más de 120 etiquetas de ron de varios países. En la mayor parte de la coctelería tiki el protagonista es el ron, pero también reúne una mezcla de muchos elementos”, cuenta Silvana. “Es una coctelería compleja que tiene cerca de 100 años de historia, hay cocteles que llevan 13 ingredientes”, afirma. Lo importante es encontrar el equilibrio entre lo dulce, el sour, lo intenso, especiado y hasta lo amargo, estos cocteles tienen la facultad de hacer sentir todos esos sabores en cada trago.
Una carta vivencial
El coctel Zombie es solo una muestra de la diversión que transmite la carta. ¿Imaginan beber un coctel dentro de un vaso de Frank Sinatra zombie? Pues esta es otra apuesta de Curayacu. La historia detrás cuenta que Frank Sinatra volvió a la vida para seguir tomando su whisky favorito, el Jack Daniels, y continuar cantando en su bar tiki preferido.
El Bloody Shark es unos de los más pedidos porque también ofrece una experiencia divertida. Es servido en un vaso con forma de cabeza de tiburón hambriento, con la boca abierta y llena de sangre después de una mordida. Respecto a la variedad de su carta, Silvana nos cuenta que tienen los clásicos como el Mai Tai, no todos son inventados, pero sí tienen su toque Curayacu: “Hay otro coctel que dice ser más fuerte que el Zombie y se llama Un zombie me dijo que este coctel es más fuerte que yo, pero no le creo, así que me pediré uno para probar que no”. Para pedirlo es imperativo decir correctamente este largo nombre completo y de memoria.
Al pedir el Mr. Fuc$&ing Bubbles “cambia toda la ambientación del bar y comienzan a salir burbujas de las paredes para que molesten a todas las mesas”, dice Silvana. Al mismo tiempo, un gran vaso con forma de pez sale ‘nadando’ de la barra hacia la mesa. El Scorpion Bowl es toda una experiencia para vivir en grupos de dos o cuatro. Se simula la erupción de un volcán y los clientes deben tirar ‘polvos mágicos de la Polinesia’ para intentar apagar el fuego producto de la furia de este volcán. “La ambientación cambia y tienen efectos animatrónicos para hacerlo mucho más dinámico. En Curayacu no solo tomas un coctel, sino un coctel de sabor complejo servido en un vaso que es parte de un proyecto social y tienes una experiencia alucinante”, explica la dueña.
Los vasos donde se sirven los cocteles tienen su propia historia. Los tiki mug son diseñados por ellos mismos y elaborados por artesanos en Chulucanas, Piura, y se pueden comprar como souvenir con cada coctel o aparte.
La carta de comida de Curayacu no se escapa del sabor tropical. Son los acompañamientos clásicos como tequeños, burguers y alitas, pero con el toque Curayacu que lo hace especial. Si te gusta lo picante debes pedir las alitas con la Mot$%r fuck$r spicy sauce (MFSS), solo para valientes.
Más información
- Direcciones: Av. Almirante Grau 111, Barranco / Ca. Isla Ballesta 602, Punta Hermosa.
- Horarios: de lunes a jueves de 5 p. m. a 12 m. Viernes y sábado de 5 p. m. a 2 a. m. y domingos de 3 p. m. a 10 p. m. Happy hour todos los días de 5 a 6 de la tarde.
- Curayacu ofrece cocteles grupales para 2, 3, 4 y hasta 6 personas. El Zombie solo se puede repetir una vez.
- La coctelería tiki se creó en los años 30 por el traficante de rones Ernest Raymond Beaumont Gantt, conocido como Don Beach, quien fundó el bar Don The Beachcomber en Hollywood. Ahí recibía a estrellas del cine quienes iban buscando diversión y un escape tropical. Se le conoce como el creador de la cultura tiki.
- Conoce más de su carta en Instagram:
TE PUEDE INTERESAR
- Arroz con atún: la receta que no podrás dejar de hacer una vez que la pruebes
- La receta de ocopa arequipeña para preparar al instante con una textura soñada
- Receta de menestrón: aprende a preparar esta contundente sopa
- Antojos para empezar la semana: así es el nuevo local de embutidos Zimmermann
- ¿Con puré o con arroz? La receta de pollo al sillao que se puede combinar con todo
Contenido sugerido
Contenido GEC