Pueden ser muchos los motivos que lleven a una persona a adquirir un vehículo de segunda mano. Desde la falta de stock en concesionarios hasta el presupuesto del comprador. El acto; sin embargo, se convierte en una apuesta a ciegas.
Los precios de los vehículos usados han aumentado en un 17% durante el presente año, indica el sitio especializado El Motor. Además, cada vez son menos los automóviles “más jóvenes” que están siendo colocados como “de ocasión”. Mientras que las unidades más antiguas se están revalorizando.
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Así, un vehículo de más 15 años es ahora 36% más caro. Según Gerardo Cabañas, director de Coches.com, afirma que este comportamiento es algo insólito. En el presente, el precio promedio de una unidad de esta antigüedad es de 3.950 euros. En 2021 era de 2.900 euros.
Así, los vehículos de entre diez y 15 años son un 31% más caros. Mientras que los de entre tres a cinco años y de ocho a diez años han visto elevar sus precios en un 23%. Además de los costos, esto atrae otro tipo de problemas.
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Un informe de Carfax, proveedor internacional de historiales de vehículos usados, afirma que un automóvil con una antigüedad de entre nueve y 11 años aumenta su riesgo de sufrir averías futuras en un 50%, con respecto a uno de entre seis y ocho años. De 11 a 18 años, el riesgo aumenta 100%.
Parte del proceso formal para adquirir un vehículo de segunda mano es que la unidad apruebe un peritaje mecánico. Un especialista evalúa y advierte de los problemas que podría tener el objeto de compra, o afirma el estado óptimo de este. Pero esto podría tratarse de una “foto del momento”.
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Por otra parte, los vehículos más antiguos son los menos amigables con el medio ambiente. También son más propensos a sufrir accidentes, por las posibles averías que puedan presentar, además de carecer de ayudas de conducción que sí tienen los carros más jóvenes.
Cabe destacar que los problemas más usuales con los vehículos más antiguos se suelen alojar en el motor, y sus componentes como el turbo. También las averías relacionadas con la caja de cambios, el sistema eléctrico y el módulo del aire acondicionado.
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También es buena idea comprar un auto de segunda
En los últimos días del mes, cuando los vendedores de automóviles de segunda mano están a la caza de alcanzar sus metas, se facilita el panorama para los compradores. Es en esta época que los precios suelen disminuir. Esto sucede con mayor incidencia en las últimas fechas de diciembre, según diversos portales especializados.
Otro momento oportuno para adquirir un vehículo usado es cuando sale al mercado la nueva versión de un modelo en específico. Algunos concesionarios optan por reducir los precios de la edición antigua, apunta el portal Carroya.
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Si la decisión está tomada, para garantizar que la inversión es la opción correcta se tiene que considerar que el vehículo debe estar en condiciones favorables: “un carro barato no es el de menor costo, sino el que en mejor estado se encuentre”, indica el sitio en línea antes citado.
Es importante el recorrido que tuvo la unidad, el modelo que se adecúe a las necesidades del comprador, tener una idea clara del presupuesto que se invertirá (en la compra y los posibles cambios o reparaciones que se aplicarán), y en los accesorios que tiene el vehículo. Y, más allá de la parte mecánica, que el automóvil carezca de problemas de índole legal.
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Entonces, ¿es buena idea adquirir un vehículo usado o es mejor comprar uno nuevo? Pues dependerá de la liquidez del comprador y sus necesidades. Será de vital importancia el presupuesto para pagar y para el mantenimiento de la unidad, el uso que se le dará, costos de uso y hasta el deseo de tener este tipo de bien.
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