The Last of Us
2025
Max
Director:
Craig Mazin, Neil Druckmann
Actores:
Bella Ramsey, Pedro Pascal, Isabela Merced
Género:
Live Action, Drama, Acción
Duración:
Clasificación:
+18
Ellie y Dina en el nuevo capítulo de "The Last of Us" donde afianzan su amor en pasión. (Foto: HBO)
Ellie y Dina en el nuevo capítulo de "The Last of Us" donde afianzan su amor en pasión. (Foto: HBO)

La segunda temporada de encuentra un nuevo ritmo tras la muerte de Joel en su cuarto episodio y lo hace con fuerza, corazón y una poderosa dosis de tensión, acción e intimidad. Este capítulo no solo reconecta con la esencia emocional que hizo del videojuego un fenómeno, sino que también logra redimir decisiones narrativas previas que habían dejado dudas en más de un espectador.

Aquí, en Saltar Intro de El Comercio, te contamos todo lo que sucedió en el capítulo 4 de la Temporada 2 de “The Last of Us”.

Newsletter Saltar Intro

Alfonso Rivadeneyra

Ellie, por fin reconocible

Uno de los temas más comentados desde el arranque de la temporada fue el retrato de Ellie. En episodios anteriores, su carácter parecía más el de una adolescente impulsiva y hostil que el de una joven marcada por el trauma y la pérdida. Sin embargo, este capítulo demuestra que todo ese comportamiento tenía un propósito narrativo: mostrar la transformación de Ellie tras la muerte de Joel.

Bella Ramsey entrega aquí su mejor actuación de la temporada, ofreciendo una Ellie mucho más introspectiva, vulnerable y emocionalmente compleja. Su evolución ya no se cuenta con palabras, sino con miradas, silencios y gestos que conectan de inmediato con la Ellie del videojuego. El momento en que encuentra una guitarra en una tienda abandonada y se pone a cantar “Take On Me” de a-ha es prueba de ello. Una escena sutil, íntima y hermosa que sirve como una pausa necesaria en medio del caos. Y sí, también como un regalo para los fans.

MIRA: Hasta 57% de dscto. en lo mejor del entretenimiento. Conoce todas las promociones aquí

Una relación que respira y se profundiza

La relación entre Ellie y Dina, interpretada por Isabela Merced, alcanza aquí una nueva dimensión. Ya no se trata solo de atracción o complicidad: lo que vemos es una conexión emocional cimentada en el miedo, la pérdida y la esperanza. La escena del beso, posterior a las dos grandes revelaciones del episodio (la inmunidad de Ellie y el embarazo de Dina), podría sentirse incómoda para algunos por el aspecto juvenil de Ramsey, pero lo que realmente transmite es ternura en medio de la desesperación.

Dina se muestra como una figura profundamente empática y firme. Lejos de alejarse tras conocer la verdad sobre Ellie, se mantiene a su lado, reafirmando el compromiso de continuar juntas el viaje hacia Abby. La química entre ambas actrices finalmente encuentra su cauce, y esto le aporta al episodio una carga emocional que había faltado en entregas anteriores.

Ellie se entera de que Dina está embarazada de Jessie. (Foto: HBO)
Ellie se entera de que Dina está embarazada de Jessie. (Foto: HBO)

Terror subterráneo y confesiones bajo presión

Si algo mejora notablemente en esta temporada es el nivel de tensión en las escenas de acción. El segmento en el metro de Seattle es un ejemplo perfecto de cómo combinar terror, adrenalina y drama personal. Mientras huyen de los Wolves y luego de una horda de infectados, Ellie y Dina deben enfrentarse a una situación límite: Ellie es mordida por uno de los infectados y Dina, al no saber sobre su inmunidad, se ve obligada a tomar una decisión rápida.

La revelación forzada de Ellie no solo evita una tragedia, sino que además funciona como catalizador para que Dina también revele su propio secreto: está embarazada de Jesse. Lo que podría haber sido solo un giro dramático se convierte en una conversación sincera y emotiva entre dos personas que, pese al caos, se eligen mutuamente. La dirección sabe mantener el foco en los rostros, las miradas, los silencios. Es ahí donde vive la verdad del episodio.

Isaac Dixon: un villano a la altura

La gran sorpresa del episodio llega con la introducción de Isaac Dixon, interpretado por Jeffrey Wright, quien también dio vida al personaje en el videojuego. Su presencia en pantalla es magnética y perturbadora. En su primera escena, lo vemos narrar una anécdota grotesca sobre un comandante de FEDRA —con cameo incluido de Josh Peck— para luego cometer un acto brutal que marca el tono del personaje.

Isaac (Jeffrey Wright) es el actual líder de los WLF. (Foto: HBO)
Isaac (Jeffrey Wright) es el actual líder de los WLF. (Foto: HBO)

Isaac no es un villano unidimensional. Fue parte de FEDRA antes de rebelarse, y ahora lidera a los Wolves con métodos igual de autoritarios. En una de las escenas más crudas, lo vemos torturar a un miembro de los Serafitas (o Scars), su enemigo jurado. La brutalidad de su accionar está justificada por su ideología, pero lo interesante es que él mismo parece reconocer la paradoja: se ha convertido en aquello que juró destruir. Wright aporta una intensidad fría y calculadora que eleva automáticamente el nivel del episodio.

MIRA: Conciertos, obras de teatro, circos, cine y más con hasta 50% de dscto. Descubre tus promos

El conflicto entre facciones: más capas, más tensión

Aunque los Serafitas siguen pareciendo demasiado extremos —casi caricaturescos con sus túnicas, cuchillos y discursos mesiánicos—, su existencia introduce una capa adicional de conflicto. El dato de que los Wolves pierden miembros que se convierten a la causa Serafita, mientras que ninguno hace el camino inverso, es revelador. La guerra en Seattle es ideológica, pero también profundamente emocional.

Entre frases como “Tal vez eran todos optimistas” cuando ven banderas arcoíris, o el irónico “Tanto por el pueblo orgulloso y feliz” cuando descubren los cadáveres de soldados de FEDRA, el episodio también se da el lujo de incluir pequeños destellos de humor negro. Y lo logra sin romper el tono general. “The Last of Us” siempre se ha movido entre el horror y la belleza, y este capítulo lo demuestra con maestría.

Una dirección más enfocada y narrativa con propósito

A nivel de dirección, el episodio encuentra el balance justo entre lo íntimo y lo épico. La cámara se toma el tiempo de explorar los espacios vacíos, de observar los pequeños detalles —como la forma en que Ellie mira a Dina mientras canta— y de construir tensión sin necesidad de sobresaltos constantes. Todo está al servicio de una narrativa que por fin tiene propósito y dirección.

Este es uno de los Serafitas atrapado por WLF. (Foto: HBO)
Este es uno de los Serafitas atrapado por WLF. (Foto: HBO)

La música, como siempre, juega un papel vital. El uso de “Take On Me” no es gratuito: es un símbolo de lo que Ellie fue, de lo que perdió y de lo que aún puede recuperar. Es una cápsula de nostalgia y melancolía en medio de una guerra que amenaza con consumirlo todo.

¿Y Abby?

Una de las grandes preguntas que deja este episodio es cuándo volveremos a ver a Abby (Kaitlyn Dever), ausente desde el capítulo 2. Con solo tres episodios restantes en esta temporada, es probable que su regreso esté reservado para el final, con una estructura similar a la del videojuego. La ausencia no se siente como un vacío, sino como una calma antes de la tormenta.

Conclusión: el episodio que necesitábamos

El episodio 4 de la temporada 2 de “The Last of Us” es, sin duda, el mejor hasta ahora. Recupera el corazón de la historia, le da espacio a sus protagonistas para brillar y construye un mundo en conflicto sin perder el enfoque humano. Es un capítulo que justifica las decisiones anteriores y da esperanzas para lo que viene. En una serie donde la oscuridad siempre está al acecho, este episodio brilla como un rayo de luz entre las sombras.

Contenido Sugerido

Contenido GEC