“Merlina” regresó con una segunda temporada más adictiva... y con más tiempo para los otros Addams

Cuando parecía que ya lo habíamos visto todo en “Merlina”, la segunda temporada (o mejor dicho, la Parte 1 de esta nueva entrega) llega para demostrarnos que el misterio, el humor negro y los secretos familiares aún tienen muchas cartas por jugar. Jenna Ortega no solo retoma el papel de Wednesday Addams con el mismo magnetismo que la hizo ícono global en 2022, sino que profundiza aún más en la psicología de una adolescente atrapada entre su don psíquico, su creciente fama y los conflictos eternos con su linaje.

Una vuelta al colegio sin paz

“Here We Woe Again” es el título del primer episodio, y no podría ser más acertado: la serie nos sumerge de inmediato en una nueva tormenta de asesinatos, visiones premonitorias, apariciones familiares y secretos que van saliendo de las tumbas (literal y figuradamente).

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La historia arranca justo después de los eventos de la temporada anterior. Durante el verano, Wednesday se dedicó a seguir el rastro del Kansas City Scalper, un asesino serial con obsesión por las muñecas, interpretado por un deliciosamente siniestro Haley Joel Osment. Y sí, Merlina logra atraparlo de forma tan brutal como poética. Es un arranque espectacular, digno de Tim Burton, que se siente como una mini película antes de lanzarnos de nuevo a la rutina de Nevermore.

Pero claro, rutina es una palabra que no existe en el diccionario de los Addams.

Una Nevermore diferente, más caótica y más vigilada

Nevermore Academy ya no es la misma. Bajo la dirección del nuevo rector Barry Dort (un excéntrico Steve Buscemi con suéteres dignos de sospecha), el ambiente se ha vuelto más institucional, menos mágico. A eso se suma la constante presencia de Morticia (Catherine Zeta-Jones) y Gómez (Luis Guzmán), quienes se quedan en el campus para organizar una gala benéfica. El resultado: Merlina se siente más vigilada que nunca.

Y como si no tuviera suficientes problemas, su hermano menor Pugsley (Isaac Ordoñez) ahora también estudia en Nevermore… aunque todavía está muy lejos de alcanzar el nivel de caos controlado de su tío Fester (Fred Armisen).

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La amenaza del pasado y un nuevo misterio por resolver

Una de las grandes virtudes de esta parte de la temporada es que mantiene el ritmo detectivesco sin sentirse repetitiva. Merlina descubre que tiene un acosador que le deja pistas misteriosas y amenazas cada vez más urgentes. Además, su don psíquico comienza a fallar, lo que representa una crisis personal tan grande como emocional: sin sus visiones, pierde su mayor herramienta para resolver misterios.

Sumado a eso, una nueva serie de asesinatos ocurre en Jericho, y la sospecha de que algo más grande se oculta tras los muros del hospital psiquiátrico Willow Hill empieza a tomar forma. La doctora encargada del lugar es interpretada por Thandiwe Newton, quien aporta una presencia inquietante y enigmática que promete mucho más para la segunda parte de la temporada.

Enid y los lazos que Merlina no sabe cómo manejar

Uno de los aspectos más conmovedores de esta primera parte es la tensión entre Wednesday y Enid (Emma Myers). Las visiones de Merlina apuntan a un destino trágico para su mejor amiga, lo que la empuja a alejarse emocionalmente. Pero claro, eso solo genera confusión en Enid, quien no entiende por qué su compañera se comporta aún más fría de lo habitual.

La serie logra capturar de forma muy honesta los altibajos de una amistad adolescente, con todo y lo extraño que pueda sonar cuando una de las dos es una chica lobo hiperactiva y la otra una medium misantrópica. La química entre Ortega y Myers sigue siendo uno de los motores emocionales más sólidos del show.

Más tiempo para los Addams: un acierto rotundo

Otra de las grandes sorpresas (y aciertos) es la mayor presencia de la familia Addams. Con la llegada de la abuela Hester, interpretada por una encantadora y desquiciada Joanna Lumley, se desata una nueva oleada de tensiones con Morticia. La relación madre-hija entre Merlina y Morticia sigue siendo un eje central de la historia, y ahora se exploran más a fondo las razones detrás de su distanciamiento.

Fred Armisen como Tío Fester regresa para aportar su dosis de locura, y aunque Gómez sigue siendo el personaje más flojo (una vez más parece a medio cocinar), la dinámica familiar se siente más integrada y funcional en esta temporada.

Jenna Ortega: dueña absoluta del personaje

Si algo queda claro después de ver estos primeros cuatro episodios es que Jenna Ortega nació para ser Merlina Addams. Su interpretación es una lección magistral de matices: detrás del tono monocorde y la mirada de desaprobación, hay capas de emoción, vulnerabilidad y hasta ternura. Ortega domina cada escena, cada línea sarcástica, cada momento de duda o dolor con una precisión que impresiona.

En una escena particularmente brillante durante la gala de Nevermore, Merlina da un discurso que resume toda su esencia: “No me pongan en un pedestal. El único lugar al que los voy a llevar es por un acantilado”. Ortega lo entrega con tal seguridad que uno no sabe si reír o aplaudir.

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Lo gótico sigue vivo: dirección, arte y humor negro

Tim Burton continúa al mando de la estética y se nota. Hay una escena en la que un enjambre de orugas forma la frase “BUG OFF” que podría parecer absurda, pero que encaja perfectamente en este mundo surrealista y mórbidamente encantador. Las referencias al cine de horror clásico, al expresionismo y al arte gótico siguen siendo constantes, al igual que el humor negro, que nunca cruza la línea de lo gratuito.

También destacan nuevas incorporaciones como Billie Piper, quien interpreta a una excéntrica profesora de música que claramente oculta algo. ¿Será una futura aliada o una nueva villana?

¿Lo malo? Solo el corte en dos partes

Si hay algo que criticar es el formato de estreno en dos partes. Aunque esta Parte 1 tiene suficientes revelaciones, cliffhangers y muertes impactantes como para mantenernos pegados a la pantalla, el hecho de tener que esperar un mes para ver el desenlace se siente innecesario. Netflix sabe que “Wednesday” es un fenómeno, y podría haber soltado todo de una sola vez sin perder impacto.

Conclusión: una segunda temporada igual de brillante, más profunda y adictiva

“Merlina” Temporada 2, Parte 1 no decepciona. Es visualmente exquisita, narrativamente intrigante y emocionalmente mucho más rica que la primera entrega. Con Jenna Ortega más cómoda y poderosa que nunca en el papel, y un elenco que se luce en cada esquina, esta nueva tanda de episodios mantiene la esencia oscura y divertida que conquistó al mundo, pero también se atreve a crecer y a explorar nuevas complejidades.

Ya sea que te atraiga el misterio, el humor negro o las tramas adolescentes con tintes sobrenaturales, esta serie sigue siendo una de las mejores apuestas del catálogo de Netflix. El único problema real es tener que esperar hasta septiembre para la segunda mitad.

Los cuatro primeros capítulos de la temporada 2 de “Merlina” están disponibles en Netflix.