Escucha la noticia

00:0000:00
¿Qué acento tienen los limeños?: Entre la ilusión de no tenerlo y una evolución que mezcla tradición, migraciones y la influencia de YouTube
Resumen de la noticia por IA
¿Qué acento tienen los limeños?: Entre la ilusión de no tenerlo y una evolución que mezcla tradición, migraciones y la influencia de YouTube

¿Qué acento tienen los limeños?: Entre la ilusión de no tenerlo y una evolución que mezcla tradición, migraciones y la influencia de YouTube

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

Uno de los mitos más extendidos entre los limeños es que nuestra manera de hablar sería naturalmente correcta o neutra, casi como si las palabras flotaran sin color ni cadencia. Ese mito, tan cómodo como engañoso, se repite en sobremesas, aulas y hasta en conversaciones con extranjeros. Pero basta detenerse un momento, escuchar una grabación o —peor aún— ser imitado por alguien de afuera para descubrir lo que no queremos admitir: que sí hay un ritmo, una melodía y una vibración propia que nos delata. Y eso no tiene nada de malo.

LEE TAMBIÉN | “Planchando el Despecho”: los secretos detrás de la catarsis musical de Katia Condos, Almendra Gomelsky, Gianella Neyra y Maricarmen Marín

Una persona que está hablando mucho al respecto en estos días es el actor y docente Óscar Beltrán, que desde hace unas semanas se ha hecho muy popular a través de sus videos informativos en TikTok sobre cómo hablamos los peruanos. Estas publicaciones acerca de acentos se han vuelto virales y suelen generar discusiones encendidas, sobre todo entre quienes podríamos llamar “negacionistas del acento limeño”. Y son muchos. “Me he dado cuenta de que en esos videos la gente opina con mucha pasión”, cuenta Beltrán, quien desde 2014 decidió especializarse en actuación de voz y coaching vocal. “Es casi como si estuvieran discutiendo de fútbol o de comida peruana”.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Juan Carlos Fangacio

El tema es que muchos se sienten juzgados, o incluso atacados, cuando se les señalan las múltiples marcas en el lenguaje que colocamos inconscientemente al hablar. Eso va desde la aspiración o el debilitamiento de la letra “s” cuando aparece antes de una consonante (que hace que muchos parezcan decir “mojca” o “pijco” en lugar de “mosca” o “pisco”), la profusión de diminutivos (“amiguito”, “causita”) y aumentativos (“locazo”, “bravazo”), hasta la pérdida o simplificación de consonantes, como en el célebre caso de la “almuada”, una forma más cómoda para pronunciar “almohada”.

Limeños y bogotanos creen hablar en un acento neutro, pero no es así del todo. (Foto: Shutterstock)
Limeños y bogotanos creen hablar en un acento neutro, pero no es así del todo. (Foto: Shutterstock)

Reconocer el propio acento —o los acentos limeños, porque son varios— no es tarea sencilla. “Es muy subjetivo... cómo te escuchas en un audio es diferente a cómo te escuchas cuando hablas en voz alta”, explica Beltrán. La voz interna resuena distinto a la grabada, y solo una atención muy dedicada permite percibir esas peculiaridades.

El acento neutro: una convención

De allí que muchos limeños repitan, convencidos, que hablan en “neutro”. El término, sin embargo, no alude a identidades nacionales, sino a una convención. El acento neutro se usa en la industria del doblaje para uniformizar voces y eliminar marcas regionales. Es lo que permite que un peruano o un chileno vea una película doblada en México o Venezuela sin notar la procedencia del acento. Pero el neutro no describe cómo hablamos en la vida diaria. Intentar hablar así resultaría una forma poco económica y extraña de comunicarse.

¿Qué caracteriza, entonces, al acento limeño? Beltrán, haciendo la salvedad de que en Lima se habla de diversas maneras, y que incluso uno mismo puede adaptar su forma de hablar según el contexto, lo explica así: “Tenemos una vibración muy flat (plana) al hablar, en comparación con otros países de la región. La lengua suele estar muy relajada, movemos poco la mandíbula o los labios. Hay unas cadencias finales descendentes al terminar de hablar que dan un tono desapegado, casi indiferente”. El acento y el habla siguen siendo creaciones vivas y sujetas a la influencia foránea. Beltrán pone como ejemplo los préstamos mexicanos o “mexicanismos” que usa la juventud, tan expuesta a los videos de YouTube.

La actriz uruguayo-mexicana Bárbara Mori aprendió a hablar como peruana para "Mistura" gracias al coach Oscar Beltrán.
La actriz uruguayo-mexicana Bárbara Mori aprendió a hablar como peruana para "Mistura" gracias al coach Oscar Beltrán.

Uno de sus mayores retos profesionales fue enseñarle a la actriz Bárbara Mori a hablar como peruana para la película Mistura. “Para ella, pasar su forma de hablar al colombiano era lo más neutro que podía hacer”, cuenta Beltrán. Había que depurar ese acento y guiarla hacia otra cadencia. La clave estuvo en las referencias: “Usé a Chabuca Granda, que para mí es como la máxima referencia de la época, por su cadencia y tono grave”, señala. Sesión tras sesión, con ejercicios de resonancia y calentamiento vocal, fueron bajando la voz natural de Mori, más aguda, hacia un registro grave. La actriz se entregó al proceso. “Nunca me cambió el horario. Trabajó con mucha técnica”, recuerda. Y llegó un día en que, feliz, le dijo: “Me encanta, sueno como Chabuca”.

Beltrán también observa que el acento limeño no es estático: “Así como Lima fue cambiando con la migración y las nuevas arquitecturas... [el acento] ha ido mutando”, señala. La llegada de familias de distintas regiones, las transformaciones urbanas y hasta el acceso desigual al arte y la educación han dejado huellas en la manera de hablar. Para él, el acento de la capital es como un complejo sonoro: capas que se suman y conviven, reflejando una ciudad en permanente movimiento.

Limeñismos de ayer y hoy

PALERO: Persona que dice mentiras. Expresión en desuso.

Ejemplo: “Ese pata dijo que era primo de Messi… ¡qué palero!”


CARRETA: Término coloquial para referirse a alguien cercano, como un amigo o “pata”.

Ejemplo: “Mañana voy a la playa con mi carreta de la chamba.”


EMPILARSE: Estar listo y motivado para algo. Reemplaza a la antigua expresión “ponerse las pilas”.

Ejemplo: “Ya estoy empilado para el concierto de esta noche.”


LLEVAR EL AMÉN: Expresión usada en Perú y Chile para mostrar consentimiento o aprobación.

Ejemplo: “Siempre le lleva el amén a su jefe para no tener problemas.”


BRAVAZO: Palabra muy usada para señalar que algo gusta mucho o es muy bueno.

Ejemplo: “La comida de ese huarique está bravaza.”

Contenido Sugerido

Contenido GEC