Las huellas de hispanidad: ¿dónde encontramos las influencias de España en la vida cotidiana?

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Quizá no siempre lo notemos, pero mucha influencia de la España que llegó al Perú en 1532 todavía se percibe. A veces, en detalles como en el uso cotidiano del castellano, la predominancia de la fe católica o consignar el apellido paterno y materno después del nombre; otras veces, en muestras imponentes como en la arquitectura de las plazas de toros, catedrales o casonas, y los criterios urbanos sobre el que se trazaron las ciudades.

Encontrar integradas una iglesia frente a una plaza llegó en la colonia: “Era la manera en que se hacían las ciudades en ese momento en Europa, pero que además viene de mucho antes: así se hacían los campamentos militares desde la antigua Roma. Era una forma sencilla de fundar una ciudad”, comenta Cristina Dreifuss, decana de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Privada del Norte. Además, dice Dreifuss, trajeron las casas patio, con mayor ventilación e iluminación, y las casonas que actualmente podemos ver en el Centro de Lima con zaguán, primer y segundo patio. Las referencias son interminables: azulejos decorativos (como en el convento de Santo Domingo) o los balcones del sur de España que fueron adaptándose con el tiempo y adornando las principales ciudades del país.

Si lo vemos desde el punto de vista de las festividades y la vestimenta, el famoso carnaval cajamarquino, por ejemplo, tiene espíritu hispano. Según John Castro, coordinador general del Centro de Música y Danza de la PUCP, los arlequines, las comparsas, las máscaras son europeos y las representación de los señores virreyes y hacendados hacen la referencia al pasado colonial. “Si nos centramos en las danzas andinas, la mayoría de las satíricas (como la Chonguinada, Huaca Huaca o Contradanza) se burlan o expresan indirectamente de las autoridades coloniales”, agrega Castro. Al mismo tiempo, su vestimenta conserva elementos españoles en su pedrería, el tipo de tela, el terciopelo, los sacos, el tipo de falda, los mantos, zapatos con hebilla, todo eso es influencia española.

Danzas como nuestra celebrada marinera nacen de una mezcla del fandango español, zamacueca y aportes de los afrodescendientes: “La presencia española es absoluta en la marinera, por eso no podemos decir que es un género estrictamente peruano”, recalca Castro.

Las referencias son abundantes, así como los insumos que llegaron para enriquecer nuestra gastronomía. No está demás mencionar al cajón peruano como el instrumento que conquistó España y enriqueció su música tradicional.