Paco Yonque: el elegante espacio de parrillas y cocina bistró que reinvindia el poderoso destilado peruano

La experiencia en Paco Yonque comienza desde el nombre. El nuevo restaurante miraflorino juega con el personaje del cuento de César Vallejo, Paco Yunque, y al mismo tiempo reivindica la imagen del yonque, el popular aguardiente de caña de azúcar muy consumido en los Andes, pero poco reconocido y hasta marginado. Aquí, el yonque, tiene un papel protagónico que involucra todos los sentidos.

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Para iniciar el viaje hay que atravesar un pasadizo oscuro y llegar a un espacio casi místico, donde dicen que se curan todos los males. El Boticario, también conocido como el Museo del Yonque, desborda sus estanterías con una selección de 2.500 botellas de macerados e infusiones medicinales que prometen aliviar desde las fobias más extremas hasta enfermedades o manías. ¿Tienes algún malestar? Aquí aseguran que se cura con el yonque de la casa. La iluminación, la música, la decoración y la atención de las guías del museo suman a una experiencia que, por momentos, puede volverse escalofriante, sobre todo cuando uno se encuentra frente a macerados que contienen pulpos, pirañas o insectos amazónicos gigantes. Para calmar cualquier susto, nada mejor que unos shots de yonque, incluidos en la degustación que se ofrece en el Boticario.

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Ya estando sabrosos, es hora de subir al tercer piso rumbo al banquete. Para ello, hay que tomar el ascensor, cuya elegancia anticipa lo que espera en el salón. Este espacio, inspirado en la Nueva York de los años treinta o cuarenta, cuida cada detalle para crear esa ilusión: desde el diseño y la iluminación hasta los uniformes del personal. Además, el salón ofrece las mejores vistas del parque Kennedy, un valor añadido que completa la experiencia.

Desde la entrada, te recibe el corazón del restaurante: una línea de parrillas de casi 20 metros que pone al fuego una inmensa variedad de opciones, como los chorizos artesanales de la casa, mollejas de res, vegetales, pescados, mariscos y todo lo que se pueda parrillar. El chef Heine Herold ha diseñado una carta amplia y sorprendente, que juega con la cocina bistró, confortable y generosa, y ofrece platos fríos como carpaccio de roast beef, causa de cangrejo con cebiche, tres tipos de ensaladas, langostinos al ajillo en vino blanco o champiñones rellenos de ricota.

Prepárense para las carnes. Aquí se sirven cortes sabrosos, jugosos y con la grasita justa, de esas que hacen que nadie del grupo quiera irse jamás. La estrella de la carta es la parrilla de cuatro carnes, un festín de cortes Angus que incluye lomo fino, asado de tira con hueso, un bife ancho jugoso y la infaltable —y siempre querida— entraña. Todo se sirve alrededor de un pimiento relleno con cinco quesos asados. Sin duda, uno de los mejores platos para compartir.

Claro que hay muchas más opciones: parrillas acompañadas de otros cortes, chorizos, y abundantes papas. Pero si lo que buscas son piezas exclusivas, podrías enamorarte del porterhouse americano, madurado en cámaras durante 21 días. También ofrecen bife ancho, asado de tira y entraña fina en porciones de 300 o 500 gramos. Las mollejas de res son una sorpresa: cocidas durante cuatro horas a fuego muy bajo en la parrilla, se transforman en una delicia delicada. Y vale la pena desviarse hacia otros clásicos de la carta, como el lomo saltado, el pappardelle rossini o el seco de carrilleras, que puede acompañarse con frejoles o puré, según el antojo del comensal.

Los postres son una fiesta aparte donde hay que ponerle límite a la tentación. Decirle no a opciones como el flan Paco con una textura superuntuosa, el tiramisú con mouse de mascarpone, la torta de chocolate o sus helados caseros será titánico. La barra tiene un espacio privilegiado en el salón. La coctelería de autor está hecha para acompañar las variedades de la carta. Por su puesto, el yonque estrella, estará presente en toda la visita. //

CLÁSICOS POR SIEMPRE

1

Bar de butifarras

A la entrada de Paco Yonque, en el primer piso, se puede disfrutar unas sabrosas butifarras hechas en casa al igual que sus panes, postres, encurtidos y pastelería. La panadería es de las especialidades de Paco Yonque.

2

De todo como en botica

En el Boticario se pueden degustar sabores de yonque preparados por el restaurante. Entre ellos están limón tahití, hierbas andinas, lima o algarrobina. Las botellas están a la venta.

3

Postre festivo

La carta de postres es precisa y concisa, pero la experiencia con los helados de la casa se convierte en una auténtica fiesta: toppings, gomitas, salsas, chantilly y toda la diversión necesaria para volver, aunque sea por unos minutos, a la infancia.

4

Los privados

Paco Yonque tiene tres espacios privados temáticos en el segundo piso. Todos con vista al parque Kennedy. Se puede reservar por el Instagram @pacoyonque. 

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