Quienes lo vieron jugar coinciden: más que ojos, tenía brújula. Sabía de memoria los rincones con desnivel del viejo Estadio Nacional, donde jugó y fue campeón, y hacia allí lanzaba sus teledirigidos: pases seguros, directos o bombeaditos, que siempre encontraban la huella de los chimpunes de Gallardo, de Perico León o de Sotil. ¿Dónde aprendió eso? En la calle. Arriba y abajo: pasó del San Julián de Barranco al Bartolomé Herrera de Magdalena y terminó secundaria en el colegio Guadalupe. Pista, tierra y poste.
Allí se aprende a escapar, clave para jugar bien al fútbol.
Luego, todo fue natural. Ramón Mifflin (Lima, 1947) fue un mediocampista peruano que no necesitó ser ídolo de un club para ser estampa nacional. Aunque lo fue: cuatro veces campeón con Cristal, en el medio clasificó al Mundial de México 70 e integró la selección dorada de Perú. Fue ese nivel el que lo llevó a Santos y a Cosmos, nada menos que de la mano de Pelé. O’Rei lo tocó y lo convirtió en oro.
De esos años, surge la amistad. Todo empezó una tarde del 14 de junio de 1970.
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El 14 de junio de 1970, cuando Ramón Mifflin era titular en ese fantástico equipo peruano de México 70, ocurrió un episodio que marcaría a fuego una amistad que él, Ramón, prologaría en el tiempo: esa tarde en Guadalajara conoció a Pelé: “Mi compadre Roberto Chale era el encargado de marcar a Edson, pero faltando minutos le pedí que vaya con Gerson y yo me encargaba de Pelé. ¡Quería pedirle su camiseta”, dice Mifflin en Mundialistas, el libro mejor gráfico reporteado sobre los Mundiales de Perú. Perico se la había pedido y Ramón le ganó el vivo. Le sacó todo el barrio, Barranco, Magdalena y Breña juntos.
En 2018 volví a marcar el teléfono de Don Ramón. Sigue siendo el mismo de la época en dirigía al Boys, en que llevó a Kukín a la ‘U’ del Pepe Basualdo. Su genio está intacto, igual que su voz, esa ronquera que se distorsiona como si hablara tras un megáfono. En abril último cumplió 73 años, en plena cuarentena. En el Archivo Histórico del diario El Comercio existe una foto que alguna vez conmovió muchísimo al enorme hombre que da abrazos de oso: un beso de despedida de su esposa Ingrid Queirolo, antes de ir al Mundial de México 70. “Esa foto se tomó cuando teníamos dos años de casados”, le dijo él a Mario Fernández, periodista sabio detrás de Mundialistas, el libro del Decano. Hoy pasaron ya las Bodas de Oro, rodeados de nietos en su casa de Punta Hermosa.
Las fotos nos resumen.
¿Qué tiene que ver Ramón Mifflin con otra imagen inmortal, donde solo sale Pelé, su amigo, con una camiseta de Perú en el hombro? En 2018, Ramón Mifflin recuerda su vínculo con orgullo y humildad, ambos en iguales dosis, como si whatsapear con el mejor futbolista de todos los tiempos fuera igual de fácil de hablar con tu shopper del delivery.
"Pelé es el mejor jugador de la historia y puedo decir, con lujo, que es un amigo. Y sí, yo hablo con él por Whatsapp. Lo tengo aquí, en mi celular. Hace unos meses, por mi cumpleaños, me mandó un video con un saludo. ¡Cuánta alegría me dio verlo!
En ese video, que alguna vez se ha hecho viral, Pelé es el cariñoso señor de ojos grandes que habla como si fueran íntimos desde el colegio.
-"Cómo me gustaría jugar contigo con esta camiseta, Mifflin", le dice Pelé, mostrándole la mítica chompa de Brasil.
“Todavía conservo la camiseta del partido de México 70, la tengo aquí conmigo. ¿Venderla? No, ni loco. Nunca me han ofrecido dinero por ella pero no es necesario: no voy a desprenderme. La tengo muy bien conservada, como si nadie hubiera jugado nunca con ella. Son recuerdos para toda mi vida”.
VIDEO: EL CARIÑOSO SALUDO DE PELÉ A MIFFLIN
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¿Cómo es ser amigo del Rey del Fútbol? Fuera del whatsapp, prestigia. Y da para el sueño literario: escribir un libro de memorias en el que Pelé sea el eje narrativo, el corazón. “El día que lo vi jugar con mi misma camiseta, fue increíble: Pelé me llevó a Santos, luego a Cosmos y nunca dejó de brindarme su amistad. Sigue siendo el mejor del mundo porque se adelantó a la época: tenía la velocidad de Ronaldo, de los dos Ronaldo, técnicamente era más bueno que Maradona, y era mucho más atleta que CR7. De ese gol que hizo Cristiano de chalaca a la Juventus en la edición pasada de la Champions… Pelé tiene 20. En el Cosmos tiene un gol contra Toros de Miami idéntico, mezcla de toda su potencia. Y hace 40 años. Ese es su valor”.
Un favor, Ramón. Escriba ese libro ya.