Cuando una estrella se desvía demasiado cerca de un agujero negro, las mareas intensas la separan en una corriente de gas. (Imagen: NASA)
Cuando una estrella se desvía demasiado cerca de un agujero negro, las mareas intensas la separan en una corriente de gas. (Imagen: NASA)
Redacción EC

Un equipo de investigadores de la ha captado por primera vez el momento en que un destruye una estrella, según un estudio publicado en la .

Este fenómeno, llamado evento de interrupción de las mareas, ha sido captado por el Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS). Con ello, se ha producido "la mirada más detallada hasta ahora de los primeros momentos de uno de estos eventos de destrucción de estrellas”, afirma la NASA.

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“Los datos de TESS nos permiten ver exactamente cuándo este evento destructivo, llamado ASASSN-19bt, comenzó a ser más brillante, lo que nunca antes habíamos podido hacer”, señaló Thomas Holoien, miembro de los Observatorios Carnegie.

“Los primeros datos serán increíblemente útiles para modelar la física de estos arrebatos”, agregó Holoien en un comunicado.

Esta observación se dio gracias a que TESS monitorea grandes franjas del cielo, llamadas sectores, durante 27 días a la vez. Esto le permite a TESS observar tránsitos, caídas periódicas en el brillo de una estrella que pueden indicar planetas en órbita.

“Los primeros datos de TESS nos permiten ver la luz muy cerca del agujero negro, mucho más cerca de lo que hemos podido ver antes”, dijo Patrick Vallely, coautor y becario de investigación de la National Science Foundation en OSU. “También nos muestran que el aumento de brillo de ASASSN-19bt fue muy suave, lo que nos ayuda a decir que el evento fue una interrupción de las mareas y no otro tipo de evento cósmico, como el del centro de una galaxia o una supernova”.

Los astrónomos consideran que el agujero negro supermasivo que generó ASASSN-19bt pesa alrededor de 6 millones de veces la masa del Sol. Se encuentra en el centro de una galaxia llamada 2MASXJO7OO1137-6602251, ubicada a unos 375 millones de años luz de distancia en la constelación de Volans. En tanto, la estrella destruida puede haber sido similar en tamaño a nuestro Sol.

Las interrupciones de las mareas son increíblemente raras, ocurren una vez cada 10,000 a 100,000 años en una galaxia del tamaño de la Vía Láctea. Las supernovas, en comparación, ocurren cada 100 años más o menos. En total, los astrónomos han observado solo alrededor de 40 interrupciones de marea hasta el momento, y los científicos predijeron que TESS solo vería uno o dos en su misión inicial de dos años.

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