Las pastillas anticonceptivas son uno de los métodos más efectivos para evitar embarazos no deseados. Detienen la ovulación y evitan que el esperma fertilice al óvulo, de modo que no puede haber concepción. Y lo mejor es que son seguras y bastante asequibles.
A pesar de ello, aún existen muchas interrogantes y mitos acerca de su funcionamiento y de los efectos secundarios que podrían causar en el organismo de las mujeres.
A continuación, enumeramos cinco datos que debes conocer acerca este método anticonceptivo.
1. ¿Tomar pastillas anticonceptivas engorda?
Muchas veces, la estética juega un rol importante a la hora de decidir si llevar algún tratamiento o procedimiento médico. Sin embargo, la idea de que las pastillas anticonceptivas pueden aumentar de peso es un tema ya superado para la ciencia, pero que sigue existiendo como mito entre muchas mujeres.
“Si bien antiguamente los compuestos anticonceptivos sí tendían a subir de peso, las presentaciones actuales muy difícilmente muestran ese problema, porque ya se han disminuido las cantidades hormonales que se le administran a la paciente”, explica a El Comercio el doctor Jorge Luis Arias, médico ginecólogo y obstetra de la Clínica Anglo Americana.
No obstante, puede pasar que en algunos casos se retenga más líquido, dando una sensación de que se ha subido de peso, sobre todo en las mamas, en las caderas y en los muslos. Esto se debe a que el estrógeno presente en las pastillas anticonceptivas sí afecta las células adiposas (adipocitos) aumentando su tamaño, mas no las multiplica.
2. ¿Se puede salir embarazada por olvidarse de tomar la dosis un día?
Este método anticonceptivo puede tener hasta un 99% de eficacia en la prevención de un embarazo, siempre y cuando se sigan las instrucciones al pie de la letra. El problema es que no siempre es fácil cumplir las indicaciones a cabalidad, pues con tanto ajetreo de la vida cotidiana es común olvidarse de tomar la pastilla uno que otro día. De ser así, sí habría mayor riesgo de quedar embarazada durante ese ciclo.
“Si no se toma una dosis, en el momento en el que la mujer se acuerda debe tomarla. Y si se acuerda al día siguiente cuando le toca la píldora, entonces tomar las dos juntas”, explica Arias.
“Se debe esperar siete días del uso de anticonceptivos y después de ese lapso ya se estaría protegida”, agrega.
Pero para estar más seguros, lo mejor es utilizar un método anticonceptivo de refuerzo, como un preservativo, sobre todo si se ha olvidado de tomar varias pastillas durante un ciclo.
3. ¿Existe mayor riesgos de padecer cáncer?
Uno de los mayores temores con respecto al uso de las pastillas anticonceptivas tiene que ver con el miedo a que a la larga puedan originar cáncer. Al respecto, la doctora Margaret Long, ginecóloga de la Clínica Mayo de EE.UU., explica también a El Comercio que “la mayoría de la información [científica] demuestra que las píldoras anticonceptivas no aumentan el riesgo general de padecer cáncer. Incluso, en algunos casos, pueden reducir el riesgo de tener algunos tipos de cáncer, como el cáncer de ovarios y de endometrio”.
Por otro lado, recientes estudios han señalado un vínculo entre el uso de las pastillas anticonceptiva y el cáncer de mama, probablemente debido a la dosis alta de estrógeno presente en las pastillas de la década de los 70. Pero hoy en día, eso ya no ocurre.
4. ¿Qué cambios se pueden llegar a experimentar?
Al tomar pastillas anticonceptivas, las mujeres podrían notar algunos cambios, tanto físicos como emocionales. Entre los primeros, los más comunes son: menstruaciones más ligeras y predecibles, dolores de cabeza, disminución de la libido, dolor abdominal, dolor de espalda y náuseas. Pero como explica Long, “estos se producen a tasas similares a las de las mujeres que usan condones como anticonceptivos”.
Con respecto a los cambios emocionales, la especialista aclara que son similares a los de la población general de mujeres que no toman pastillas. Incluso, algunas se sienten mejor debido a menos síntomas menstruales y niveles hormonales más consistentes. Solo una pequeña porción de la población puede tener un estado de ánimo que empeora.
5. No solo como anticonceptivos
Las píldoras tienen beneficios anticonceptivos y, además, no anticonceptivos. Las razones para tomarla pueden incluir el inicio de la actividad sexual y los síntomas que requieren tratamiento, como menstruación abundante, menstruación dolorosa, menstruación prolongada y migrañas menstruales. Los beneficios no anticonceptivos incluyen, entre otros, la reducción de la anemia, el control de la endometriosis y la reducción del riesgo de cáncer de ovario.
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