Una vial de la vacuna contra el COVID-19. (Ilustración: Pixabay)
Una vial de la vacuna contra el COVID-19. (Ilustración: Pixabay)
Yerson Collave García

Cientos de limeños viajaron el último fin de semana a la región Ica para vacunarse con dosis de Pfizer, incluso se reportó que hubo un grupo que quiso acceder a una tercera dosis pese a que ya tenían el esquema completo.

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Pese a que la aplicación de una tercera dosis en algunas personas en el país aún no ha sido confirmada por las autoridades de salud, es importante resaltar que los expertos advierten que no existe evidencia suficiente que respalde una dosis adicional para todas las personas, además del daño a la salud pública que esto supondría en este momento.

¿La dosis de refuerzo debe ser una prioridad ahora?

La Organización Mundial de la Salud se ha mostrado en contra de la aplicación de una tercera dosis para la población en general, pues muchos países tienen un limitado acceso a las vacunas y no pueden terminar de vacunar a su población en mayor riesgo frente al COVID-19.

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Y es que la actual, generada por entes como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la OMS, muestra que las dos dosis -o una, en el caso de Johnson & Johnson- protegen incluso frente a las variantes y la posibilidad de que una persona enferme de gravedad y fallezca es muy pequeña.

Los países europeos y EEUU son los que han alcanzado mayores niveles de vacunación contra el COVID-19. (AFP)
Los países europeos y EEUU son los que han alcanzado mayores niveles de vacunación contra el COVID-19. (AFP)

Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, le dijo a El Comercio que la prioridad en este momento debe ser avanzar con la vacunación; es decir: lograr que la mayor cantidad de personas esté inmunizada y no enfocarnos en aplicar más dosis a las personas que ya están totalmente vacunadas, sobre todo cuando la evidencia científica que avale esta decisión es limitada.

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“Eso contribuirá a evitar la llegada de una tercera ola o reducir su impacto cuando se presente”, señala.

En esa línea, la médica peruana Angela Uyen, asesora en política de salud de Médicos sin Fronteras, subraya que “en muchos lugares del mundo la tasa de vacunación es muy pobre. Hay muchos trabajadores de salud y población vulnerable sin vacunar. Deberíamos estar vacunando a esta población para poder hacerle frente al virus y disminuir la posibilidad de la producción de variantes. Si todos los países ricos comienzan a vacunar con un refuerzo a su población, esto demorará la llegada de vacunas a los lugares que más las necesitan”.

Para el epidemiólogo Álvaro Taype, “al no tener claro el balance beneficios y daños, no tiene sentido todavía aplicarlo como una política pública y mucho menos que haya gente que lo esté haciendo por su lado […] Es un daño a la salud pública que alguien se esté aplicando más de dos dosis [en este momento]”, afirma.

Posibles daños

Ahora bien, desde hace meses las vacunas están mostrando lo efectivas que son para evitar hospitalizaciones y muertes por COVID-19. En países como Israel y Reino Unido, aunque hubo incremento de contagios, los casos graves no aumentaron, por ejemplo.

Pero ¿si dos dosis son tan buenas, una tercera o hasta una cuarta incrementaría la protección? No necesariamente. Los expertos consultados por El Comercio coinciden en que cuando se habla de vacunas (y otros medicamentos), las cosas son más complejas. No es una cuestión de sumas y restas solamente. Por ello, se realizan ensayos clínicos y luego estudios de seguimiento para monitorear la efectividad de la vacuna y los efectos adversos que no se presentaron durante los ensayos clínicos.

Lo que se ha demostrado es que el esquema es seguro y eficaz con dos dosis, pero aún la evidencia es limitada y no concluyente respecto a la dosis de refuerzo, tanto en vacunas de ARN mensajero como las de virus inactivado, nos explica el médico epidemiólogo e investigador Álvaro Taype-Rondan.

Ilustración de anticuerpos atacando el SARS CoV-2. (SCIENCE PHOTO LIBRARY)
Ilustración de anticuerpos atacando el SARS CoV-2. (SCIENCE PHOTO LIBRARY)

“Hay una idea común de que más es mejor, lo cual en medicina muy pocas veces se cumple. Hasta cierto punto puede ser así, pero ya desde cierto punto ya no causa beneficios, y comienza a causar más daños”, advierte.

La evidencia disponible, afirma Taype, sugiere que “luego de cierto tiempo darles otra dosis [a la población mayor de 65 años] podría potenciar un poco más su inmunidad [frente al COVID-19]. Este beneficio potencial no sabemos cuánto es. Son estudios no concluyentes, y como se sabe que las dos dosis ya causan un impacto grande en prevención de casos graves, el refuerzo tendría un beneficio muy pequeño”.

Los expertos consultados por este Diario coinciden en que se necesitan ensayos clínicos grandes y controlados para determinar la necesidad de dosis adicionales y detectar posibles efectos adversos bajo este nuevo esquema.

Sin esos estudios, no conocemos bien los beneficios ni los riesgos, que bien podrían ser los efectos adversos ya identificados con el esquema aprobado, pero “podría haber otros como una inmunidad aumentada que podría hacer incluso que la enfermedad [COVID-19] afecte más [a la persona]”, dice Taype.

Debate sobre la tercera dosis

La FDA autorizó tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 para personas con sistemas inmunológicos vulnerables. (Frederic J. BROWN / AFP).
La FDA autorizó tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 para personas con sistemas inmunológicos vulnerables. (Frederic J. BROWN / AFP).
/ FREDERIC J. BROWN

Diversos países del mundo avanzan a distinto ritmo en sus campañas de vacunación contra el , y algunos de ellos incluso han iniciado la aplicación de una dosis de refuerzo, mientras otros no terminan de proteger a su población en mayor peligro.

Las compañías farmacéuticas que desarrollaron las vacunas afirman que hay datos suficientes que respaldan la inoculación de una dosis adicional, con el objetivo de mejorar la protección frente al COVID-19.

Entonces, surgen varias preguntas: ¿todas las personas necesitan una dosis adicional? ¿Esta debe ser una de las prioridades para la salud pública? Las agencias de salud del mundo están tomando medidas diferentes y los expertos debaten su verdadera utilidad en este momento.

Hace pocos días, el comité de expertos independientes que asesora a la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) se pronunció en contra de la aplicación generalizada de un refuerzo, como lo solicitaba la administración de Joe Biden y las farmacéuticas, pero sí respaldaron su uso para personas mayores de 65 años y aquellos en mayor riesgo, lo cual abre la posibilidad de inocular a los trabajadores de salud.

Ahora, la FDA debe tomar una decisión final respecto al pedido de Pfizer. Otra farmacéutica se ha pronunciado de la misma manera: Johnson & Johnson dijo esta semana que una dosis adicional potencia 12 veces la respuesta inmune. Los datos aún no han sido publicados en una revista científica, aunque la firma adelantó que presentará una solicitud ante la FDA.

En cuanto a las vacunas de virus inactivado como Sinopharm y Sinovac, no se ha estudiado a profundidad la necesidad de una tercera dosis. Aunque algunos países como Emiratos Árabes administran un refuerzo con Pfizer, esta no es una decisión generalizada.

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