La idea suena lógica: el éxito requiere concentración. Pero, si es tan evidente, ¿por qué no todos lo logran?
La idea suena lógica: el éxito requiere concentración. Pero, si es tan evidente, ¿por qué no todos lo logran?

Si le preguntáramos a y , dos de las personas más ricas del planeta, cuál es el secreto del éxito, su respuesta sería la misma: enfocarse.

Lo sabemos porque el padre de Gates hizo el experimento hace algunos años. Reunió a un grupo de 20 personas —entre ellos, su propio hijo y Warren Buffett— y les pidió que escribieran en un papel una palabra que definiera la clave de su éxito. Ambos escribieron lo mismo: ‘focus’ (enfoque).

MIRA: El fin de Windows 10: ¿qué significa que un sistema operativo quede sin soporte y cómo puede afectarte?

“Bill y yo solo nos habíamos visto dos veces y no sabíamos lo que el otro iba a escribir”, contó Buffett en una . “Y, sin embargo, los dos pusimos la misma palabra”.

La idea suena lógica: el éxito requiere concentración. Pero, si es tan evidente, ¿por qué no todos lo logran? Según el autor de Hábitos Atómicos, James Clear, el problema no está en enfocarse, sino en saber en qué hacerlo.

¿Cómo vas a decidir a qué dedicar tu energía si no sabes realmente qué te interesa?”, plantea Clear. Su consejo: no te obsesiones con encontrar una sola gran idea que lo cambie todo. Prueba entre cuatro o cinco alternativas y, si no funcionan, cámbialas.

Este enfoque —probar hasta que algo se sienta natural— es crucial. Porque el objetivo, sea cual sea, debe alinearse con tu forma de ser.

Clear insiste en que no hay que forzar caminos que no encajan. Renunciar a lo que no funciona permite dar con aquello que sí lo hace.

Una vez que encontramos lo que se ajusta a nuestra naturaleza, llega el momento clave: decidir. No hace falta más información, sino compromiso. Es allí donde muchos tropiezan, porque dejar de explorar para concentrarse en una sola cosa implica riesgo.

A partir de ese punto, la perseverancia se vuelve esencial. “Solo después de completar las repeticiones entenderás qué partes de la tarea son fundamentales para el éxito”, concluye Clear.

Es entonces, cuando ya existe un sistema sólido, que se pueden afinar los procesos, elegir mejores herramientas y eliminar lo que no aporta valor. Pero todo comienza por enfocarse, sí, aunque primero haya que saber en qué.

Contenido sugerido

Contenido GEC