Los monitores para videojuegos ganan terreno en IFA de Berlín, una feria enfocada en la electrónica de consumo y los electrodomésticos que este año reúne propuestas de diversas marcas en las que la curva parece haber encontrado su hueco en el mundo de los videojuegos.
Las pantallas que pasan de un formato plano a uno curvo se han convertido en una realidad, evitando al usuario tener que elegir entre un factor de forma u otro. Corsair anticipó la nueva gama de producto durante Gamescom, con su monitor XENEON FLEX 45WQHD240 y su panel flexible fabricado por LG.
Precisamente la compañía surcoreana ha traído a IFA un televisor, LG OLED Flex, que presenta una pantalla flexible OLED de 42 pulgadas, que parte de un factor de forma plano y admite hasta veinte niveles diferentes de curvatura hasta llegar a un máximo de 900R.
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La curva también está presente en el monitor gaming ULtraGear OLED, el primero de esta marca que integra la tecnología OLED, con una tasa de refresco de 240Hz y una relación de aspecto UltraWide de 21:9. Combina un tamaño de 45 pulgadas con una curvatura de 800R.
Otra propuesta con pantalla curva es la que hace Samsung con el monitor Odyssey OLED G8 G85SB, también el primer monitor gaming de esta marca con panel OLED, aunque en este caso con un tamaño de diagonal más pequeño, de 34 pulgadas. Y para una mayor inmersión presenta una curvatura de 1800R.
Samsung también ha llevado a IFA el monitor Odyssey Ark. Este equipo ya se encuentra en el mercado, donde ofrece una diagonal de 55 pulgadas con un curvatura de 1000R. Este modelo en particular permite ver los contenidos en formato horizontal o vertical, gracias a su peana.
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