Talía Azcárate nació para jugar y hablar de fútbol. Antes de cumplir cinco años jugó su primera ‘pichanga’ y una década después ingresó a la selección femenina de fútbol sub-20 tras anotar tres goles en su partido debut. Goleadora, aguerrida, dribleadora, imprescindible en las canchas profesionales, de las que tuvo que desvincularse al cumplir la mayoría de edad para seguir estudios universitarios e iniciar un trabajo de oficina que la desconectó completamente de su pasión: el fútbol; pero no por mucho tiempo. Algunos años después, una propuesta para comentar un partido en televisión la reencontró con sus sueños, y este 2022 hará historia al convertirse en la primera mujer peruana en comentar un Mundial de Fútbol en la señal abierta, en este caso el de Qatar, a través de Latina Televisión.
“Comentar un Mundial va a ser una gran responsabilidad para mí, pero lo voy a disfrutar muchísimo, comentaré 14 partidos, arrancamos con México vs. Polonia y de ahí no paramos”, aclara Talía, emocionada.
─Siempre has dicho que comentar un Mundial con la presencia de nuestra selección es tu mayor sueño. ¿Comentarlo sin este es un sueño frustrado?
Ese habría sido el panorama ideal, pero, profesionalmente, comentar un Mundial siendo también uno de mis sueños, es bastante. Hay mucho trabajo, muchos partidos, además está el bloque del mediodía y Latina Deportes.
─¿Cómo ves a Qatar como sede del Mundial?
Tenía mucho reparo, pero cuando fui a Qatar para el partido del repechaje de Perú no tuve ningún inconveniente. Mucha gente me decía que tenga cuidado por el choque cultural, pues son otras creencias, otras costumbres, las mujeres tienen que estar cubiertas hasta la rodilla.... Por una cuestión de respeto cumplí todas las disposiciones, nunca tuve ningún problema. Tampoco con el idioma, porque la mayoría habla inglés y siendo un país chiquito, de tres millones de habitantes, movilizarse no es complicado.
─¿Por qué Perú no llegó al Mundial? ¿Qué nos faltó?
Cuando es partido único y no llaves de ida y vuelta como se manejó frente a Nueva Zelanda, cuando son solo 90 minutos, puedes tener un mal día o un rendimiento bajo de jugadores y ya fue. Eso pasó precisamente el 13 de junio, todos estaban por debajo del nivel, fue el peor partido de la era Gareca, no nos salió absolutamente nada.
─¿Fue justo el fallo del TAS en el caso Byron Castillo?
Me parece que se deja un mal precedente porque se constata una falsificación de documentos, pero el castigo regirá en el próximo proceso de eliminatorias y no en el actual. Supongo que no quisieron mover el fixture porque falta poco tiempo para el inicio del Mundial, no quisieron hacerse problemas.
Pronósticos mundialistas
─¿Quién es tu gran favorito para ganar?
Tengo la sensación de que Argentina podría levantar la Copa del Mundo, y ojalá que así sea porque se viene quedando en Europa desde hace mucho tiempo. Además, es el último Mundial de Messi.
─¿Qué equipo podría ser la decepción?
Alemania o Portugal. Y si Francia se queda comenzando el camino también será una decepción porque es uno de los favoritos por la gran plantilla que tiene.
─¿La gran figura de la Copa del mundo?
No tengo duda de que este Mundial tiene que ser para Messi.
─¿Qué partido que has comentado consideras el más importante?
He tenido la suerte de ser la primera mujer en comentar Copa sudamericana, Copa América y en esa primera Copa América que comento llegamos a la final con Brasil en el Estadio de Maracaná, con 70 mil personas. Esa debe haber sido la experiencia más impactante de mi carrera. A pesar de no haber salido campeones, siento que ha sido el partido más importante por todo lo que viví y sentí.
─Paolo Guerrero descendió a Segunda División con el Avaí de Brasil. ¿Crees que debe pensar en el retiro?
Mucha gente esperaba que Paolo Guerrero juegue en Alianza Lima, sobre todo porque en algún momento él manifestó su deseo de hacerlo, pero terminó jugando en el Avaí. Tiene 38 años y el ciclo natural de la vida de un jugador es esa edad, precisamente, es innegable que está en el término de su carrera. Paolo es un jugador con el que debemos estar agradecidos por todo lo que le entregó a la selección, veremos si hay algún contrato más o si decide ponerle fin a su carrera, aunque esta última decisión es muy difícil, todos los que hemos sido futbolistas lo sabemos.
─¿Te costó dejar el fútbol profesional?
Claro que sí, porque disfrutaba una barbaridad; pero el fútbol femenino era muy incipiente. Me di cuenta que iba a ser muy complejo sostener la universidad con los entrenamientos de tres horas diarias en La Videna, entonces tomé la decisión, no tuve otra opción, era muy chica cuando me retiré, tenía 18 años. De hecho ahora que estoy del otro lado, siento mucha responsabilidad sobre el fútbol femenino, y me pone muy contenta ver situaciones como la última final Alianza vs. Manuchi en Matute, con 30 mil personas. El crecimiento ha sido exponencial, aunque todavía es amateur.
Génesis de un gran sueño
─¿Cómo te involucras con el fútbol? ¿Cómo inicias esa pasión?
Mi mamá estaba harta porque mi papá jugaba muy seguido, como cuatro veces a la semana, y recuerdo que un día le dijo que si salía a jugar, me tenía que llevar. Su plan era boicotear su salida. Mi papá, que no estaba dispuesto a dejar de jugar, me llevó y en el estadio me dejó con las esposas de sus amigos. En ese ínterin, los hijos de las personas que estaban jugando con mi papá jugaron una ‘pichanga’ y me invitaron. Tenía casi cinco años, desde ese día no dejé jugar ni de ir a los partidos con mi papá.
─¿Es verdad que el primer campeonato que jugaste fue junto a seleccionados nacionales?
Sí, fue en la Copa de la Amistad, Edgar Teixeira, que ha sido técnico de menores de la selección masculina, me dijo para jugar el campeonato porque en las bases no decía que una mujer no podía jugar. Seguro no iba a poder ser permanente en el tiempo, pero era una experiencia. Estaban Yoshimar Yotún, Adrián Zela, Luchito García, varios que han sido futbolistas profesionales y otros que siguen siéndolo. Luego busqué un equipo de mujeres, en ese entonces era recontra difícil encontrar un equipo de 7, y de 11 era un verdadero reto. Por una amiga me entero que estaban haciendo una convocatoria para la selección peruana Sub-20. Tenía 14 años, estaba regalando mucha categoría, era muy chica. Igual lo intenté, me fue excelente, metí tres goles y me quedé. Jugaba de 10 o de extremo. Como experiencia fue invaluable, contribuyó mucho a lo que me dedico hoy, es un valor agregado que me ayuda.
─¿Cómo incursionas en el periodismo deportivo?
Juego con la selección hasta los 18 años porque era muy difícil sostener los entrenamientos con la universidad. Estudié comunicación y marketing, terminé la carrera, pero cuando ya estaba trabajando en una consultora de marketing, ocho horas al día, frente a una computadora, recibí una llamada del flaco Barnechea, que en ese tiempo era director de deportes de Latina. Quería pedirme que comente los partidos del Mundial de fútbol femenino en Canadá. Me citó en el canal un sábado, y ese mismo día, me dijo que ingrese a maquillaje para salir al aire. Nunca antes había estado en televisión, no me dio chance para estar nerviosa, recuerdo que salí con la premisa de disfrutarlo y eso hago hasta hoy.
─En un deporte tan masculinizado como el futbol, ¿has tenido experiencias difíciles como periodista deportiva?
Solo he tenido una experiencia incómoda, comenzaba en un nuevo canal, debatimos y sentí a uno de los panelistas fastidiado; pero el debate es parte de eso, cada quien tiene su punto de vista. Cuando terminamos me fui como se hace en cualquier partido porque las diferencias se quedan en la cancha. Al día siguiente, en mi segundo día de trabajo, me llaman de las oficinas del canal, para contarme que esa persona les había dicho que no estaba dispuesto a trabajar con mujeres, ya que ninguna sabía de fútbol y pidió que me botaran. Finalmente terminaron despidiéndolo a él. Estoy convencida de que los deportes ni las profesiones tienen género, estoy satisfecha con lo que estoy haciendo, creo que abro camino a las nuevas generaciones.
─¿Este panorama laboral superó tus expectativas?
De hecho, la Talía niña, de 8 o 10 años, estaría satisfecha con lo que he logrado hoy, mi realidad ha superado mucho las expectativas que tenía. Estoy muy agradecida por donde me ha llevado la vida.