jelly
jelly

En los últimos ocho meses Jely Reátegui se ha estado preparando para interpretar a una bailarina de pole dance, por lo que tuvo que aprender esa disciplina desde cero. Tras algunos moretones, caídas y frustraciones puede decir que ha conquistado la barra. Algunas fotos y videos en su cuenta de Instagram dan fe de ello. Sin embargo, la actriz está convencida de que esta práctica no solo la ha llevado a su mejor condición física, sino que siente una energía y tranquilidad emocional que jamás pensó que podía obtener de un deporte.

Por si fuera poco, se sube a la barra usando tacones de 17 centímetros, lo que tiene un significado especial para ella, ya que nunca fue amante de los tacos. Ahora reconoce que aprender a bailar y pararse sobre ellos la hace sentir segura y satisfecha. De estos recientes logros, sus próximos proyectos y su faceta poco conocida como corista de una banda nos habla en esta entrevista.

¿Cuáles dirías que han sido los efectos positivos en ti tras aprender pole dance?
Siento que estoy más fuerte, activa y tengo más ejercitado mi centro (músculos abdominales y espalda baja), que es un punto energético que potencia tu creatividad, tu energía sexual y tu capacidad para hacer muchas cosas. Por mi formación teatral, he trabajado antes mi centro, porque de allí sale la fuerza y estabilidad para plantarte en el escenario y hablar, pero creo que ser consciente de esta parte de ti, le puede servir a cualquiera. Es cierto que tengo algunos moretones y rasguños, producto del ejercicio, pero representan una conquista de algo con lo que creía no iba a poder.

Pocos saben que rapeas y haces coros en una banda. ¿Cómo surgió esta faceta?
Me encanta el rap, pero es algo que solo hago por diversión. Lo de los coros surgió porque me juntaba con amigos a hacer música y allí conocí a una chica que es corista en “El hombre misterioso”, que es una banda que siempre me ha gustado. Cuando me invitó a ser parte de los coros acepté al toque. Me gusta la música, pero no busco ser cantante, sin embargo, cuando estoy en el escenario junto a la banda, siento la responsabilidad de dar lo mejor de mí.

¿Cómo te ves en este momento de tu vida?
Dentro de poco cumpliré 30 años y estoy contenta, porque me conozco más y me siento satisfecha con lo que he hecho hasta ahora. Respecto a planes, no me hago demasiadas proyecciones, solo seguir probando nuevas cosas, equivocarme y crecer. Aunque también tengo luchas internas que experimentamos las mujeres por el tipo de sociedad en la que vivimos. Inconscientemente te llenas de culpas, porque a veces piensas que no estás haciendo las cosas que tendrías que hacer a tus 30, como estar casada, tener hijos, comprarte un carro o un departamento. Son ideas con las que nos han criado y que hay que desaprender. Creo que cada mujer tiene derecho a vivir su vida de la manera que mejor crea conveniente, buscando su propia felicidad y respetando las diferencias.

¿Te consideras feminista?
Sí, porque el feminismo se trata de igualdad de derechos, oportunidades y trato equitativo entre seres humanos. No solo es la lucha por lograr sueldos o puestos laborales similares, va mucho más allá y trasciende aspectos tan cotidianos como el hecho de salir a la calle y ser respetada. Todos los días nos enfrentamos a la posibilidad de toparnos con hombres que nos ven como algo débil e inferior, y que creen que eso les da el derecho de acosarnos. Lo mismo sucede con las minorías. Pero no debemos vivir con temor, es lo peor que podemos hacer. Suelo viajar sola y tomo mis precauciones, pero no me voy pensando en lo peor que podría pasar, porque no estaría viviendo realmente. Si viajas sola, no vayas con miedo, porque no te permitirá abrirte a nuevas situaciones, conocer gente u observar lo que te rodea de manera honesta.

¿Cuál es tu próximo reto como actriz?
Seré una bailarina en la obra “El primer caso de Black Jack” y es un rol que me ha costado porque el personaje es fuerte, es una mujer empoderada, sexual. Al inicio fue difícil manejar todas esas características, pero poco a poco me he ido soltando y divirtiéndome. Salir de nuestra zona de confort y atrevernos a hacer cosas que nunca hemos hecho antes nos permite crecer. En mi vida siempre trato de asumir retos que me parezcan difíciles, porque ese ejercicio me deja abordar, con el paso del tiempo, los personajes de una manera más real.

Contenido Sugerido

Contenido GEC