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Valeria Piazza
Jorge Chávez Noriega

A fines del año pasado, Valeria Piazza pasaba por un gran momento. Su imagen como influencer se consolidaba en las redes sociales, tenía contratos con distintas marcas y la relación con su novio, Pierre Cateriano, era inmejorable. Sentía que había cumplido muchos de sus sueños.

Valeria parecía tenerlo todo. Sin embargo, la vida le había preparado una prueba difícil. Ella -quien fue Miss Perú Universo 2016- recuerda que lo primero que sintió fueron intensos dolores de cabeza y mareos. Lo más fuerte vino después, cuando se desmayó en medio de una sesión de fotos. Pensó que eso era solo parte del estrés; pero volvió a suceder. Fue internada de emergencia en una clínica y, tras varios exámenes, le diagnosticaron una enfermedad autoinmune.

Nunca sintió tanto miedo. “Yo sé que esta enfermedad no se cura. Voy a vivir con esto toda mi vida y solo la puedo controlar con tratamiento. Al principio, tenía mucho temor. Cometí el error de buscar en Internet sobre lo que me pasaba, y eso me sugestionó más. Pero luego cambié de actitud, pues ante una situación difícil, lo peor que podemos hacer es derrumbarnos. Debemos sacar fuerzas, porque la vida continúa”, reflexiona.

A partir de entonces, Valeria se concentró en recuperarse. Pasaron seis meses para que volviera a hacer lo que le gustaba. Este complicado episodio y su lucha la hiceron una persona más fuerte.

Por estos días, colabora con instituciones dedicadas a empoderar a las mujeres, como la Asociación Emergencia Ayacucho, que si bien está dedicada a los pequeños en situación de abandono, trabaja para fortalecer la autoestima a las niñas y las adolescentes.

La vocación de servicio de Valeria, va más allá. El próximo mes lanzará Bowa, su propia ONG, que estará enfocada en el desarrollo infantil en lugares de extrema pobreza.

¿Fue duro retomar tu vida?
Fue un proceso difícil. Primero estuve internada acá y luego viajé a Barcelona a seguir con el tratamiento. Pasaron seis meses y en todo ese tiempo no pude hacer nada. Me sentía débil, frágil. Pero, poco a poco me fueron dando luz verde para hacer algo de ejercicios y empecé con yoga y pilates. Ese fue el primer paso para retomar la conexión conmigo misma.

¿Cuál fue tu motivación para continuar?
Volver a tener la vitalidad de antes. Me sentía mal. A veces, cuando me levantaba, ya quería que fuera de noche para dormir otra vez. Por eso, para mí era esencial hacer deporte. Si te sientes bien con tu estado físico, tu lado emocional también mejora. Son cosas que van de la mano.

De toda situación se aprende.
Al principio me costaba hablar del tema. Luego comprendí que con mi historia podía ayudar a otras personas que se encontraban en una situación parecida. Ahora, a raíz de lo que me pasó, tomo las cosas con calma. Antes mis prioridades eran otras, pero hoy es mi salud. Trato de disfrutar la vida y también ayudar a los demás.

¿Tienes alguna limitación?
Yo me siento sana. Sin embargo, hay cosas que no puedo hacer. A mí me gustaría ser mamá, pero ahora, por el tratamiento (medicina biológica) que llevo es complicado. Tengo que planear bastante el embarazo.

¿Cómo nace tu interés por trabajar en temas relacionados con la mujer?
Siempre tuve interés y recién lo pude trabajar durante la época de Miss Perú. Durante mi reinado tuve la oportunidad de ir a ciudades, como Huancavelica y Cerro de Pasco, para instruir a las mujeres que habían sido víctimas de algún tipo de violencia. Llevábamos ayuda psicológica, les enseñábamos la importancia de perder el miedo y de denunciar los abusos. Además, de brindarles protección y darles acceso a la justicia.

¿Crees que las cosas están cambiando?
Es lamentable que aún veamos noticias de feminicidios o mujeres violentadas. Pero, creo que cada vez son más las personas conscientes de que esto está mal y que las cosas deben cambiar. Me parece importante ir a las marchas y hacer sentir nuestra voz, pero también compartir las herramientas para que esto ya no suceda, conociendo de primera mano la realidad de las poblaciones más vulnerables.

¿Ser influencer te ayuda a visibilizar estos temas?
Definitivamente sí. En estos tiempos, las redes sociales tienen mucho poder entre la gente. Si se direccionan hacia el lado correcto, pueden cambiar la vida a las personas. En mi caso, me ayuda a que las marcas quieran formar parte de los proyectos en los que participo, porque así puedo llevar la ayuda necesaria.

Justamente en redes se critica mucho los certámenes de belleza, aduciendo que lejos de empoderar a la mujer, la estereotipa.
En el caso del Miss Universo los conceptos han cambiado. Cuando me tocó participar, pude conocer a chicas de diversas profesiones y culturas, que tenían un genuino interés por lograr cambios para el bien en sus países y del mundo. Y no desde una posición privilegiada, sino trabajando activamente.

¿Qué es para ti la belleza?
La belleza es todo lo que nos rodea. Se puede encontrar en una sonrisa, un detalle o una obra de arte. También es la actitud positiva que demostramos ante los demás. No solo se trata de vernos bien

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