Todo está oscuro en las alturas del Urubamba. Han pasado algunos minutos desde que la tarde llegó a su fin, desde que se pudieron ver nubes blancas y grises cubriendo las cimas tropicales que rodean al complejo inca más famoso de todos. Hace frío, que obliga a uno a jalarse las mangas de la casaca para taparse las manos. Y se escucha al viento, tal vez el río Vilcanota, a lo lejos. Ello hasta que, sobre andenes cercanos a la Casa del Guardián, aparece el soberano Pachacútec. Lo iluminan potentes luces color ámbar.
Pachacútec ordena a guerreros, sacerdotes y acllas, representados por unos 100 actores cusqueños de la compañía Filigranas Peruanas, que le entregan una ofrenda al Apu: quieren construir una ciudad entre el cielo y la tierra, y bailando le piden permiso al pico de una montaña: el Huayna Picchu. Este, entonces, se ilumina por completo. La luz es muy blanca. La montaña acepta el pedido.
Aparecen ráfagas de colores. El recinto se erige sobre la montaña llamada Machu Picchu. Hasta allí lega el inca acompañado de su séquito. Le rinden tributo a la luna. La nueva maravilla del mundo se torna entonces color plata. Mientras, la Orquesta Andina y la Sinfónica del Cusco tocan melodías lideradas por zampoñas. Estas se interrumpen cuando se oye, sobre los 2.400 m.s.n.m., ruidos de arcabuces que parecen llegar hasta la Ciudad Imperial. Han llegado los españoles. Y con ellos, el abandono del sitio.
El paso del tiempo es simulado ahora por proyecciones sobre los muros de piedra. Son verdes, púrpuras y rojas. Es 1911. Arriba al lugar Hiram Bingham y lo da a conocer al mundo. Estallan destellos sobre el sitio arqueológico, como si millones de personas activaran los flashes de sus cámaras.
De pronto, todo se queda en penumbras y retumba la bellísima voz de Tania Libertad. Está cantando “El cóndor pasa”. Detrás de ella, Machu Picchu, iluminado como nunca, se convierte en una imagen inmortal. Una luz irrumpe la oscuridad de la noche y alumbra el vuelo de un parapente motorizado, en cuya tela está grabada la imagen de un imponente cóndor que domina la ciudadela. Impresionante.
“Machu Picchu, historia y homenaje a una maravilla del mundo” es el nombre del espectáculo de luz y sonido que se llevó a cabo anoche en el mismo complejo arqueológico con motivo del centenario del descubrimiento científico del recinto. Más de 250 invitados especiales por la comisión de alto nivel encargada de los festejos por el centenario, y por autoridades locales, fueron los afortunados testigos de una celebración de la que se hablará por años. Entre ellos el presidente de la República, Alan García Pérez.
Durante la ceremonia nocturna, la cual fue retransmitida en pantallas gigantes ubicadas en varias plazas de la ciudad del Cusco, también se proyectó un documental en el que se destacaba la biodiversidad de la zona.
DESDE TEMPRANO
Pero los festejos en la ciudadela no solo fueron por la noche. Más temprano, en una explanada cercana a la Casa del Guardián, unos 80 actores representaron el tradicional tinkay o saludo que se hace con chicha a los apus de los cuatro suyos. Tras superar algunos imprevistos, hasta los turistas pudieron apreciar el concierto a cargo del grupo chilenos Los Jaivas, reconocidos por interpretar canciones que honran la imagen de Machu Picchu.
Aunque la participación del conjunto musical fue cuestionada días anteriores, debido a su país de procedencia, allá arriba, en el complejo, a nadie pareció importarle. Todos aplaudían y zapateaban gustosos bajo un esplendoroso sol.
“No se ha reportado ningún daño al patrimonio hasta ahora. Han sido varios los ensayos y las pruebas y todo ha salido bien. Se tuvo a bien prever el cuidado extremo del lugar”, señaló el ministro de Cultura, Juan Ossio, quien, como muchos, llegaba a la parte alta de Machu Picchu tratando de recuperar el aliento.
En la ceremonia del mediodía también participaron los alcaldes del Cusco, Luis Flores, y el de Machu Picchu Pueblo (Aguas Calientes), Óscar Valencia. Asimismo llegaron los alcaldes de la provincia de Urubamba.
En Machu Picchu Pueblo la celebración se inició la noche anterior con un concierto en la Plaza de Armas del distrito. Pobladores y turistas bailaban juntos mientras fuegos artificiales se unían a un cielo lleno de estrellas.
Ayer por la mañana los visitantes que llegaban a la localidad eran recibidos con regalos y música. Hubo gran presencia de policías, militares y agentes de seguridad del Estado. Además de personal del cuerpo de bomberos y de Defensa Civil.
MARAVILLA DEL MUNDO
Un día como ayer, hace cuatro años (2007), la ciudadela inca de Machu Picchu fue declarada una de las siete nuevas maravillas del mundo en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal. La elección contó con la participación de cien millones de votantes del mundo entero.
HIRAM BINGHAM
El 24 de julio de 1911 el explorador y político estadounidense Hiram Bingham llegó por primera vez a este sitio arqueológico para luego dar a conocer al mundo entero las maravillas arquitectónicas del complejo inca.
1′000.000 millón de soles costó aproximadamente el espectáculo de luces y sonido con que se celebró el centenario de Machu Picchu. Fue auspiciado por varias empresas privadas.
800 boletos de ingreso a la ciudadela inca se vendieron ayer. Normalmente se expenden 1.800 tickets diarios.
“Todos los peruanos debemos sentirnos orgullosos de esta inmensa obra de los incas. Machu Picchu es la síntesis de la peruanidad”.
Alan García. Presidente de la República
“He sido muy bendecida por la vida, es la primera vez que vengo a Machu Picchu y se dio a cien años de su descubrimiento y a 50 años de mi carrera artística”.