Las tribunas estarán vacías, pero el grito de cada aliancista se escuchará en cada rincón del país hasta llegar a los corazones blanquiazules que estén en el campo. Les querían robar la alegría, pero esta les pertenece como tesoro de una brillante historia que merece seguir escribiéndose en las mejores páginas del fútbol profesional. La justicia se convirtió en su mejor jugador y hoy, Alianza Lima es más de primera que nunca.
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