Alianza Lima y la desazón de no triunfar: un empate tan polémico como ingenuo en Cajamarca

Alianza Lima no se quedó sin oxígeno en más de 2700 metros de altura, tampoco tambaleó en su condición de visitante, pero la ingenuidad de Aldair Fuentes le costó la desazón más grande que cualquiera podría tener antes de la cita más esperada.

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A solo una semana del clásico, los íntimos viajaron a Cajamarca con el propósito de hacer lo que se acostumbraron hacer en las primeras fechas del Clausura: triunfar. Después de haber superado a Sport Huancayo en casa, los ánimos del equipo estaban a tope y el ambiente de este domingo era propicio para seguir por ese camino.

De hecho, no conformes con romper récords de asistencia en el Matute, los hinchas aliancistas también llenaron el Estadio Héroes de San Ramón. La condición de visita poca relevancia tuvo en ese sentido para los de Carlos Bustos, aunque, claro, la altura siempre es un factor que condiciona resultados.

El arranque del partido costó. Alianza Lima no pudo acostumbrarse rápido al campo sintético y, por tanto, no pudo sintetizar llegadas claras al arco rival. UTC, por su parte, casi inclina la balanza con Gaspar Gentile ganándole las espaldas a los centrales íntimos con suma rapidez e inteligencia.

El primer tiempo terminó sin goles en el marcador, pero pudo ser distinto. En el transcurso de los primeros 45 minutos, distintas polémicas ya habían transcurrido en la tierra del presidente, donde Alianza no supo presidir con autoridad.

El complemento del partido mejoró considerablemente para los blanquiazules. A los 52 minutos, el árbitro Bruno Pérez, que había desestimado dos reclamos de penal en el 1T por parte del cuadro aliancista, ahora sí vio una mano cobrable en área de UTC. Y lo cobró.

Hernán Barcos, el goleador, tomó el balón, lo colocó en el punto penal y definió con categoría para darle la ventaja a Alianza Lima. Entonces, la ilusión blanquiazul se elevó en las alturas.

Todo hacía indicar que el cuadro limeño ganaría una vez más por la mínima ventaja, incluso una triple atajada de Ángelo Campos, que volvió, dio la sensación que la portería aliancista seguiría invicta como las últimas cuatro fechas, pero no fue así.

El juez principal añadió siete minutos más al partido y, aunque era mucho tiempo de adición, exagerado incluso, el equipo de Bustos nunca corrió peligro real. Sin embargo, cuando ya todo llegaba a su fin, Aldair Fuentes, que varios minutos antes pudo ser expulsado, disputa con vehemencia un balón aéreo sin tomar precauciones y todo se estropeó. Innecesariamente.

Bruno Pérez entendió que el central íntimo le había cometido falta a Facundo Peraza y cobró el penal. Donald Millán, de pasado crema, se encargó de ser el aguafiestas de Alianza Lima siete días antes del clásico, anotando el empate agónico (1-1) desde los 11 pasos.

Tras ello, se añadieron tres minutos más al tiempo que ya se había añadido y los reclamos no cesaban en Cajamarca. De igual forma, esos tres minutos no sirvieron para nada, pues el equipo blanquiazul ya estaba rendido con el gol de Millán y UTC estaba conforme con el empate.

El árbitro automáticamente fue resguardado por varios policías tras el pitazo final, los jugadores aliancistas protestaron frente a él y aquella fue la imagen que resumió un partido bastante polémico en la altura cajamarquina, además de un sinsabor enorme para los íntimos.

Se viene la ‘U’ en el Matute y el disgusto de este domingo tendrá que pasar lo más pronto posible, pues, más allá del empate sufrido, el Clausura sigue siendo un objetivo cercano, a diferencia del clásico rival.