Bien cada vez más escaso, la ‘U’ ha conseguido paz. Se lo ha dado el resultado -2-0 a Cienciano por Copa Sudamericana-, un premio urgente para la tesorería -900 mil dólares por clasificar, sin contar taquilla-, y se lo han dado las 41 mil personas que caminaron hacia al Monumental cargando ese saco de piedras que es la ansiedad. Y por fin, lo dejaron. Hoy ya es otro día. Pero antes que pase, esta es la radiografía del mejor partido de la ‘U’ en el año, el que podría ser bisagra para todo lo que viene, que es pesadísimo.
José Carvallo (5)
¿Qué se le exige a un arquero de la ‘U’? Máximo concentración: por sistema y jerarquía, lo atacarán muy poco -más si juega de local- y en las pocas oportunidades que tenga el rival, es urgente transmitir seguridad. Eso, aunque no parezca, contagia a los diez compañeros en cancha y a los 50 mil en tribuna. Ante Cienciano casi nunca lo atacaron y solo en los diez minutos finales, salió a cortar tres centros con seguridad. Suficiente. Ahora tiene otra tarea: procesar que ya no es capitán.
Matías Di Benedetto (5)
No es necesariamente rápido, sin embargo, equilibra esa desventaja con sacrificio: cuando pierde en el mano a mano, insiste, cuando es superado en la posición, corta rápido. La noche ante Cienciano tuvo un par de despejes en salida que, dado el nuevo sistema -3-5-2- descolocó a Corzo y Riveros. Todavía no es más que Alonso.
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— Universitario (@Universitario) March 10, 2023
Williams Riveros (7)
Su primer gran partido con la ‘U’ en el año. Sólido por arriba, práctico para cortar y entregado a la primera gran apuesta de Jorge Fossati con su equipo -tres al fondo-, Riveros fue el mejor defensor de una U a la que, hasta anoche, atacaban una vez y le hacían el gol. Tiene 30 y conoce la posición de líbero, en su pasado cercano en Cerro Porteño y Barcelona de Ecuador. El pelo largo, la corrida agresiva, el don de mando, es una inevitable nostalgia a un zaguero campeón tan, tan querido. Así empezó.
Aldo Corzo (7)
Dos nuevas misiones fueron entregadas a Corzo para este partido por Copa Sudamericana: la capitanía -era el 2, ahora es el 1- y la función de stopper por derecha. Seguramente Ancajima trae nuevos argumentos competitivos para pelear el puesto -se suma mejor al ataque, tiene mejor pase-, pero Corzo hoy es indispensable en el equipo. Si la influencia, si la experiencia, se vendieran en un quiosco, la cola sería de kilómetros.
Rodrigo Ureña (6)
Sigo creyendo que es demasiada presión ser el único 5 de un equipo que históricamente ha jugado con Chale-Cruzado, Carranza-Rodríguez o Rainer-Toño Gonzales. Sn embargo, hay una sociedad en vías de construcción: la que el chileno podría fundar con Pérez Guedes -párrafo aparte-, o Calcaterra. Ahí está el misterio: ¿quiénes jugarán cuando estén todos bien? Ureña es solidario, es mejor para la marca zonal que la persecución, y mejor aún en el pase -tiene la cancha en la cabeza- y contra Cienciano tuvo un gran complemento en el ex Melgar, que corrió incansable. Un dato de vestuario: es quien más le habla a Piero Quispe.
Pérez Guedes (7)
Fue el primer refuerzo que aseguró la ‘U’ 2023 y, sospecho, quien más sintió la carga del nuevo, ese que viene a empujar un Titanic que se hunde... y en los primeros partido ve cómo se sigue hundiendo. Su entrega ante Melgar -1-0- y anoche con Cienciano -2-0- ha tenido la misma intensidad que su recorrido: con más libertad Quispe, la función de Pérez Guedes es auxiliar a Ureña y ocupar el ancho del mediocampo, sea con Cabanillas por izquierda, o Polo por derecha, los laterales extremos titulares. En la ‘U’ los elogios no se ganan con huachitas, se aplauden más los calambres por agotamiento que los chocolates repartidos. Va en ese camino.
Piero Quispe (8)
“Piero Quispe, un jugador para los próximos 10 años”. Así tituló El Comercio la primera nota sobre el medioofensivo, cuando precisamente hace un año jugó un gran partido pero la ‘U’ se fue eliminado de la Sudamericana con Barcelona en Lima. Se trataba, claro, de una nota advertencia: apurados como estamos por ver nacer un crack, es mejor mirar su crecimiento con paciencia pero sin lentitud: no puede ser suplente. Fue decisivo en el gol, influyente en el pase y su juventud le da para tener sacrificio en el regreso. Los últimos dos partidos los ganó, entre otras cosas, porque estuvo Quispe.
Tito Urruti (6)
Sin señales de una lesión, Tito es el extremo más decisivo que tiene la ‘U’. Porque llega al área, porque tiene remate, y porque -sobre Rivera o Celi- conoce la banda con autoridad. Encima, Fossati lo conoce. En el que debería ser su año con mayor continuidad -y quizá el último- en el club, Urruti no puede ser suplente. Tiene que jugar hasta el fulbito de mano.
Emanuel Herrera (6)
Nunca una queja. Nunca una pregunta demás. Siempre consciente de su posición de hombre nuevo en un equipo con pesos pesados. A esos señores, uno espera que les vaya bien. En el caso de los goleadores, que se reconcilien con la eficacia. Herrera marcó anoche un gol de punta, hecho para delanteros con olfato, y en el abrazo de sus compañeros hubo la señal de que todos piensa lo mismo de él. Si hoy se sube a la balanza, Ema Herrera habrá perdido diez kilos. Eran los que cargaba de la ansiedad.
Andy Polo (5)
Su fichaje era un riesgo, no solo por su real aporte en la cancha; sobre todo por lo que arrastraba fuera de ella. Y en ese escenario, Polo solo puede destacar o destacar. ¿Qué le pide su gente? Que sea un cuchillazo, como en el primer gol de la ‘U’, cuando se llevó en velocidad a sus dos marcadores y los dejó atrás como si vinieran en muletas. Cuatro de esas jugadas por partido, lo hacen crack. Cuatro partidos seguidos así, hacen a la ‘U’ candidato. Quizá sea hora de que Andy Polo sea la enorme responsabilidad que tiene en los pies.